Afirmó que para resolver los problemas del 40% de los usuarios se necesitan inversiones. Calvo refutó las duras críticas del intendente Alfaro. “Hicimos mucho, pero aún falta”, indicó
Sobre la mesa del despacho de Benigno Alfredo Calvo, gerente general de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), y presidente de su directorio, se acumulan los planos de la capital. Tras las críticas que le dirigió el intendente Germán Alfaro(Cambiemos), el ingeniero recibió, junto con su equipo técnico, a LA GACETA. Y si bien destacó los logros en sus 13 años de gestión, como la ampliación de las redes de agua y cloacas y la instalación de la planta de San Felipe, también expuso las dificultades que afronta este servicio público esencial.
“Cuando llegamos (a la empresa), hicimos un diagnóstico y, desde el punto de vista estratégico, se decidió atacar los puntos más críticos. A ver, Tucumán tenía un atraso de 40 años en el sistema sanitario. Y eso recibió la SAT”, afirmó Calvo. Y aportó cifras para describir la situación actual. “Hay un 60% (de los usuarios de la capital) que no sufren (problemas en lo referido tanto a agua como a cloacas). Hemos realizado hace dos años los 12 pozos en la ciudad que nos permitieron reforzar el sistema. Y también ampliamos la planta (potabilizadora) de El Cadillal. Sino, hoy la situación sería mucho más complicada y por diversas razones, como las sequías”, detalló el directivo.
Alfaro cuestiona el servicio de la SAT desde antes de su asunción, en 2015. En los últimos días recrudeció las críticas en contra de la firma creada en la gestión de José Alperovich: pidió que la empresa sea intervenida por la Legislatura, la calificó como una “caja política” del Ejecutivo provincial y afirmó que no resuelven los problemas porque es “un gobierno de inútiles”.
Calvo, acompañado por los gerentes de Coordinación Técnica, Augusto Guariib; de Infraestructura, Sergio López; de Obras, Sergio Leales; y del Área Comercial, Rodolfo Quiroga, desmintió al jefe municipal. Detalló la historia de la prestataria del servicio de agua potable y cloacas en la provincia, y aseguró que el modelo actual (es una firma privada con participación estatal) “sí funciona”. Advirtió sin embargo que “los recursos siempre son escasos”. “Hoy, lo que se recauda se lo aplica a salarios y mano de obra. Antes, los fondos para obras venían de la Nación. Se está en ese proceso, pero todavía no se ha finalizado. Estamos preparando un plan general que se está por licitar”, señaló el gerente de la SAT.
Calvo enumeró luego distintas inversiones en la capital, como la instalación de 300 kilómetros de nuevas redes de cloacas y la renovación de 75 kilómetros que estaban en mal estado; y la colocación de 335 kilómetros de nuevas redes de agua potable, además de 41 kilómetros de cañerías que fueron cambiadas. “Desde que llegamos hemos tratado de dar respuestas sobre todo a los sectores más vulnerables. No hubo tiempo para todo, por eso es que ahora tenemos conflictos en algunos puntos, pero están todos individualizados. La mayoría está en los tramos más viejos y que aún no pudimos renovar. Hicimos mucho, pero aún falta”, consideró el titular de la SAT.
En el “debe” y el “haber”
Calvo advirtió que, con las próximas obras de colectoras para el sur de San Miguel de Tucumán, “va a quedar la ciudad con casi toda la red cloacal cubierta, y hoy las redes de agua potable llegan al 95% (de la población capitalina)”. Añadió: “lo que resta ahora es optimizar, y eso significa, por ejemplo, renovar los caños que ya no dan abasto. Y para eso se necesitan recursos”.
Detalló lo que se hizo y lo que le falta. ¿Pero cuál es el estado del servicio de agua potable y de cloacas hoy? “Tenemos encuestas, y vamos haciendo seguimientos. Los call center que abrimos también permiten recolectar datos. Además funciona un sistema de auditoría que permite evaluar prácticamente todo”, indicó Calvo. Y se refirió a las dos caras de la moneda. “Podemos hablar de un general del 60% de los usuarios que tienen un servicio normal u óptimo, tanto en agua como en cloacas. La dificultad está en el otro 40%; algunos tienen mayores problemas en cloacas, y otros en agua”, describió.
Aseguró que, en el primer caso, la solución pasa por la renovación de las cañerías por otras nuevas y de mayor capacidad, además de evitar que los desagües pluviales desagoten en las cloacas. En cuanto a la falta de presión y a la escasez de agua en algunos barrios, consideró que, por lo general, los conductos están tapados. “En ese sentido, tenemos un plan maestro a 15 años que mejorará el servicio en general”, indicó. Esas obras, según los asesores de Calvo, requieren unos US$ 180 millones; es decir, unos $ 3.150 millones con el cambio actual.
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