“La reforma del Código Fiscal busca que no tomen al Estado como el hijo de la pavota”, dijo el mandatario. Según el gobernador, el plantel de Salud creció 50%. Se escudó en datos del Indec para marcar la reducción de la pobreza.
Ayer el mandatario procedió a abrir el período 115 de sesiones ordinarias en la Legislatura provincial. Durante una hora y veinte recurrió a las estadísticas para defender los cinco años que lleva al frente del Ejecutivo.
Uno de los tonos más fuertes le puso al proyecto fiscal, que recibió numerosas críticas de las cámaras empresarias en los últimos días. “Los predicadores de las malas noticias plantean el inminente impuestazo del Gobierno no sé hace cuántos meses”. Y acentuó: “La reforma del Código Fiscal busca que no tomen al Estado como el hijo de la pavota”.
Urtubey defendió su política fiscal al enumerar algunas medidas que apuntaron al arco empresario. “Se eximió del impuesto a las Cooperadoras Asistenciales a los nuevos puestos de trabajo y se suspendió el pago de Actividades Económicas a la mera compra”. Remarcó que se eximió de abonar el impuesto al Sello a los contratos de alquileres con fines comerciales, a los aumentos de capital societario y a los contratos de locación de viviendas particulares. Además, dijo que se redujo la alícuota de Actividades Económicas para los servicios de salud.
A fines de diciembre, ingresó a la Cámara baja un proyecto oficial que apunta a que los contribuyentes que registran deudas con el fisco salteño paguen hasta el doble de lo que exige el Banco Nación en las operaciones de descuentos de documentos, tanto en concepto de tasas resarcitorias como en intereses punitorios. También, el Gobierno quiere salir a tasar los inmuebles urbanos e indicar su valor locativo. La valorización puede ser utilizada para exigir un monto más alto en las operaciones de compraventa u otras grabadas en el pago del impuesto al Sello.
En su discurso, Urtubey señaló que se suele escriturar a precios viles y que “con el proyecto se busca combatir la evasión”.
La apertura de la Asamblea Legislativa estaba prevista para las 10, pero arrancó a minutos de las 11. Esta vez, no se repartió un discurso, sino un balance estadístico.
“No he venido aquí a hablar con eufemismo o mirar para otro lado de problemas que lastiman y duelen”, enfatizó. Y subrayó como pilares de su gestión la inclusión, la equidad y la integración.
Indicadores del Indec
Para abordar la pobreza, el mandatario se refugió en los cuestionados indicadores del Indec. Con un “power point”, mostró que el porcentaje de salteños bajo ese umbral era del 33,4% en el segundo semestre 2007 contra el 6% en la primera etapa del 2012. También destacó que solo 1,3 de los habitantes son indigentes. Claro que, según lo que marca el Indec, deben comer con $6 por día.
Urtubey se atajó y deslizó que solo cuando los números del organismo estadísticos “resultan malos son tapas de algunos diarios”.
Para evaluar la brecha de ingresos en la población, el mandatario precisó que en 2007, la décima parte de la gente ganaba un 19,5 veces más que el sector más pobre, mientras que en 2012 la diferencia fue 14, 2. “Todavía vivimos una profunda inequidad”, reconoció.
Esta vez el gobernador no prometió una cantidad de viviendas nuevas a entregar para este año. En la apertura de sesiones de 2012, se había comprometido a llegar a 3 mil casas, sin embargo solo se alcanzó 2.432. Ayer, indicó que en la actualidad se ejecutan 4.375 y que se firmó un convenio con el Gobierno nacional para la edificación de 1.020 que se iniciarán en los próximos días.
En el informe, precisó que el promedio de viviendas nuevas fue de 2.060, desde 2008. Mientras que la media anual de soluciones habitacionales quedó en 2.017. “Para el que vive en una casa de 700 metros cuadrados, pensar en una solución habitacional que es un baño o un cuarto, puede ser algo intrascendente. Pero más de dos mil familias por año han logrado tener eso”, expresó.
Por otra parte, detalló que entre las casas adjudicadas, más de 1.200 fueron para los pueblos originarios.
De la Madre Teresa al papa Francisco
En los primeros minutos de su alocución, el gobernador Urtubey recordó a la Madre Teresa de Calcuta y finalizó tratando a todos de “hermanos y hermanas”, con una frase del papa Francisco.
Desde la primera fila, era observado por el arzobispo Mario Cargnello.
“Yo quiero que recordemos, como siempre lo hago, a mi querida madre Teresa de Calcuta, que nos decía: La mayor enfermedad no es la lepra ni la tuberculosis, sino más bien el no sentirse no querido”
Y al concluir citó las palabras recientes de Bergoglio: “El odio, la soberbia y la envidia ensucian la vida”.
“Creció un 50% el personal de Salud Publica”
En medio de una marcada crisis sanitaria por el déficit de pediatras y demás médicos en los hospitales públicos, el gobernador Urtubey aseguró convencido que el personal de Salud Pública se expandió un 50% entre 2007 y 2012. De 8.747 profesionales, agentes sanitarios y demás trabajadores pasaron a 13.111.
El crecimiento del empleo público no quedó afuera del balance del lustro de gestión que presentó el gobernador salteño. Subrayó que más de 8 mil trabajadores lograron la estabilidad laboral y que no se despidió a ningún trabajador.
Así, salió a responder a las objeciones sobre el incremento del empleo estatal. Es que en el presupuesto 2013 se declara 60.950 empleados, 3.780 más que 2011.
Durante varias mediciones, excepto en el cuarto trimestre de 2012, el Indec ubicó a Salta como la primera jurisdicción con mayor desempleo. El gobernador ni mencionó el ingrato lugar que siempre le dio el organismo. Sin embargo, utilizó las estadísticas para marcar que la tasa de desempleo disminuyó tan solo 2,4 puntos porcentuales entre 2007 y 2012 (de 9,6 a 7,2). En el medio, el país vivió un fuerte crecimiento económico marcado por el consumo interno, sobre todo en 2010 y 2011. Y el año pasado, la desocupación salteña llegó a picos de 12%.
Para medir la expansión industrial, Urtubey, al igual que en los últimos discursos, volvió a enfocarse en las empresas radicadas en los parques industriales. En cinco años, el salto fue de 61 a 181, un 197%.
Aunque prometió $2,5 millones para el predio de Pichanal y una cifra similar para el proyecto de Rosario de la Frontera, ni mencionó al estancado parque industrial de Mosconi.
Aunque esa localidad salteña atraviesa una intervención técnica, el mandatario destacó la gobernabilidad en los municipios. Y acentuó: “nuestros intendentes han dejado de ser meros cobradores de alumbrado, barrido y limpieza”.
“Todos nos llenamos la boca hablando de federalismo”, sentenció antes de afirmar que en 2012 se llegó a coparticipar a los municipios el 21,7% de los recursos. En el balance, mostró que hace cinco años era del 13,5%.
Urtubey, defendió la colocación de bonos por 185 millones de dólares de regalías hidrocarburíferas para el Fondo de Reparación Histórica. El año pasado hubo sospechas por la sobrevaluación de la construcción de la ruta 54. El mandatario manifestó: “Quien de ustedes puede tener el coraje de marcar cuanto vale la vida de aquellos que solo pueden salir en helicóptero para tener asistencia sanitaria. Sino tienen camino, no pueden crecer”.
La perlita de ayer fue una falsa alerta de bomba. A las 11.05 hubo un llamado al 911, pero se verificó que en no había explosivos en la Legislatura.
Poca gente y división interna
Bajo y tibio fue el apoyo militante al informe que hizo ayer Urtubey ante la Asamblea Legislativa. La convocatoria del PJ tuvo poco eco y fue atribuida a la escasa expectativa por el sexto mensaje anual de gestión.
Pero cuando el gobernador inició su discurso, también en el recinto hubo muchas sillas vacías.
Los claros del lado de los invitados se cubrieron con el correr de los minutos, lo que hizo sobresalir aún más los espacios vacíos que había en el sector de los diputados.
De 60 miembros que tiene la Cámara baja, ayer se pudo contar unos 38. La gran mayoría de ausentes fue oficialista. De los 23 senadores, solamente 14 asistieron al plenario.
Mientras tanto, afuera, grupos de la JP y de la agrupación Godoy llegaron a la plaza ubicada frente a la Legislatura después de la apertura de la Asamblea Legislativa.
Los miembros de la JP buscaron copar los principales lugares frente al vallado custodiado por numerosos policías, pero fueron desplazados por la barra de la agrupación Godoy.
El momento de tensión puso en evidencia que la relación entre ambos sectores no es de las mejores y reafirmó la división que existe en la vida interna del justicialismo.
Los ánimos se serenaron, pero no dudaron en buscar pretexto para desplazar a algunos miembros de la izquierdista Tribuna Docente, que fue hasta la Legislatura para rechazar la decisión que tomó el Gobierno de descontar los días del último paro que hicieron los maestros.
Guillermo Martinelli, Diputado por Capital
Para el representante de Lealtad Popular, se trató de reivindicar una gestión anual con números quinquenales. “No hubo avances importantes en el 2012, entonces escuchamos una política de crecimiento normal de años, de cualquier gobierno”, señaló.
Consideró interesante que se piense en agua y energía para lugares alejados, pero insistió en que “no hubieron descollantes situaciones políticas socio económicas”.
Marcelo Bernad, Diputado por Orán
El miembro del bloque Frente Democrático opinó que “se siguen haciendo anuncios sin sustento” y advirtió que lo único concreto que se dijo “para nuestro departamento es que se va a hacer una obra para tratar gente con
problema de adicciones”. Consideró que “eso puede ayudar un poco pero no es la solución”. El diputado puntualizó que “para la inseguridad no hay mayores recursos y tampoco una política de Estado”, acotó.
Antonio Hucena, Diputado por Orán
Para el titular del bloque del PJ, se hizo un resumen detallado, con porcentajes, del crecimiento de la provincia. Dijo que en el mensaje se acentuó que el eje central de la gestión está en la lucha para erradicar la pobreza, generar condiciones de desarrollo, objetivo que viene del 2007, pero que necesita fortalecerse, acotó. Para la construcción de “una provincia más justa se convocó a todos los sectores a acompañar el proyecto”, finalizó el legislador.
Manuel Pailler, Diputado por San Martín
“En el norte, obras del Fondo de Reparación están paralizadas y otras no comenzaron”, advirtió tras escuchar el informe. Dijo que noto tenso y contestatario a Urtubey y que su oratoria “fue más el puntapié inicial de la campaña electoral”. Dijo que esperaba un discurso con visión de futuro, pero solo fue un mero cuadro comparativo. “Habló de baja de la desocupación, avances en salud, educación y seguridad, pero esto no se nota en San Martín”, agregó.
Virginia Dieguez, Diputada por Chicoana
“La postura del gobernador fue estar muy a la defensiva”, analizó la presentante de Identidad Renovadora. “Invocó al Papa porque necesita fortalecer su discurso en una cuestión más que nada mítica, porque temas como la inseguridad y la pobreza se notan”, sostuvo. “Aludir que había quienes se reían o hacían gestos, evidencia un reflejo muy poco acorde a un gobernador. Se nota que está muy susceptible y eso indica que su gestión no está bien”, concluyó.
Un relato fantástico sin realidad ni futuro, por Francisco Sotelo
A las palabras no necesariamente se las lleva el viento.El abuso del “relato” como estilo político puede alcanzar la dimensión de una burla. La historia argentina acredita muchos casos de vendedores de ilusiones caídos en desgracia.
El discurso del gobernador Urtubey, ayer, fue por lo menos imprudente. Está bien que “venda” su gestión y que destaque lo que puede sonar como logro, pero hay un límite. Los números, aunque presentados en el celofán de forzadas estadísticas, no lo ayudan.
Afirmó, por ejemplo que en los cinco años de su gobernación se construyeron más de diez mil casas. Hace exactamente un año aseguraba que su gestión construía tres mil casas por año: tres mil por cinco da quince mil, y no diez mil; falta un tercio. Esas palabras no se las llevó el viento.
El “relato” oficial no diferencia con precisión “vivienda” de “solución habitacional”, ni precisa dónde están emplazadas, como para poder ir a sacarles una foto.
Tampoco aclara cuántas estaban en construcción en diciembre de 2007 y que van a ser entregadas recién este año, al fragor de la campaña.
El gobernador prometía un edificio escolar por mes. Debería haber 64, aunque él ayer anunció 55. No dijo tampoco dónde están y cuántos de ellos no son más que aulas para jardines de infantes.
Tratando de mimetizarse con el INDEC, el discurso oficial maneja en forma obscena cifras de pobreza e indigencia que no cree nadie que camine la provincia, ni los ministros de su gobierno, que conocen los datos reales.
En la ciudad de Salta es pobre una de cada tres personas. En las grandes ciudades de la provincia un tercio de la población vive en asentamientos precarios. Las estadísticas del Poder Ejecutivo Nacional reflejan que el empleo sólo creció en el Estado y que Salta lidera los índices de desocupación. Si no fuera por la ayuda del Estado, la desocupación real en varias zonas críticas superaría el 50 por ciento.
Para saber esto no hay más que preguntarle a la gente.
Lo mismo que para saber cómo funcionan las políticas sanitarias, la atención en los centros de Salud y la cobertura de obras sociales. O si preferían el Hospital Materno Infantil administrado por expertos españoles, o al de ahora.
El gobernante tiene derecho a defender su gestión, pero con datos de la realidad. Y tiene la obligación, porque para eso ha sido elegido, de ofrecer una perspectiva de futuro. Nuestro gobernador está demasiado obsesionado con los fantasmas del pasado. Sus palabras de ayer no invitan a imaginar una Salta pujante.
Salta y la Argentina tienen problemas sociales profundos. Disfrazar la realidad solo garantiza el peor de los diagnósticos. Si un gobernador miente, está mal. Pero si él y sus ministros se creen la mentira, el futuro está perdido.
Comentá la nota