Los vecinos del Abra quedaron fuera del alcance de los oídos del mandatario salteño y nada pudieron comunicar, porque en cuanto comenzaron a levantar la voz Urtubey miró intempestivamente y después de unas palabras a los medios trasladados al lugar se retiró con gesto adusto.
También visitó la zona del conflicto y se juntó con autoridades bolivianas que anunciaron la llegada de servicios inexistentes en la Argentina; aseguraron de palabra la propiedad de las tierras a sus legítimos dueños salteños y prometieron la agilización de los trámites para obtener la doble documentación. Fue su primer viaje a la zona desde que se inició la polémica a raíz del criterio de demarcación de los límites que dejó el nuevo hito impuesto el 28 de noviembre de 2013. “No queremos meternos es discusiones artificiales” dijo Urtubey. “Sobre los límites, eso se determinó en 1925 y para nosotros está claro. Salvo que, por medio de las dos cancillerías, los dos países decidan otra cosa. No es facultad de un gobernador, ni de ninguna autoridad de la comunidad determinar límites. Los mismos vecinos fueron quienes comunicaron que no sucede ningún conflicto social. Terceros fueron los que armaron esto que no es un conflicto binacional”, aseguró el mandatario, sin reparar en los insistentes reclamos de los vecinos que quedaron del lado boliviano y que estaban en ese momento en la reunión.
“La frontera es extensa y no está mal que los servicios no se puedan dar de un lado se los den del otro”, dijo Urtubey en donde se instaló el nuevo hito. Llegó en helicóptero pasadas las 10 de la mañana. Lo esperaban cerca de 12 camionetas oficiales con funcionarios y comitiva, además de vecinos movilizados por el aparato oficial. El ministro de Gobierno, Eduardo Sylvester se dirigió a los presentes y explicó los motivos por los cuales llegaron recién al lugar, a meses de iniciado el conflicto.
Inmediatamente después, los primeros cuatro victoreños que pidieron la palabra manifestaron su preocupación por la pérdida del territorio argentino. Aunque Urtubey había asegurado que todos iban a poder hablar, la charla terminó abruptamente tras la interrupción de una puntera política del intendente Cástulo Yanque, que es mujer del concejal local y unas de las voceras que quiere crear una comunidad originaria con personería boliviana.
Se escuchó una sola campana
El gobernador llegó al hito, con tres de sus ministros y la multitud que había estado en la escuela Frontera Argentina. En el nuevo mojón estuvieron los ministros de Gobierno, Eduardo Sylvester; de Derechos Humanos, Marianela Cansino; de Educación, Ciencia y Tecnología, Roberto Dib Ashur; y el secretario de Obras Públicas, Sergio Zorpudes. Allí solo pudieron hablar Alejandra Subelza e Ignacio Peloc. Ellos sostienen la inexistencia de problemas sociales en el lugar. Ellos son los que el gobernador llamó “los vecinos del lugar”, aunque nadie más de las familias afectadas tomó la palabra. También llegaron las autoridades bolivianas, con el subejecutivo de Gobernación del Departamento Autónomo de Tarija, Roberto Ruíz Basswerner. Los demás vecinos del Abra quedaron fuera del alcance de los oídos del mandatario salteño y nada pudieron comunicar, porque en cuanto comenzaron a levantar la voz Urtubey miró intempestivamente y después de unas palabras a los medios trasladados al lugar se retiró con gesto adusto.
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