Las urgencias que esperan a Javier Milei en Buenos Aires: una carrera a contra reloj hasta la asunción

Las urgencias que esperan a Javier Milei en Buenos Aires: una carrera a contra reloj hasta la asunción

Debe conformar su gabinete económico y confirmar cargos clave; lo esperan sus diputados para una reunión; debe definir la presidencia de Diputados y su estrategia legislativa; también es incierto el futuro de su alianza con Macri, Bullrich y Pro

 

Maia Jastreblansky

Cuando Javier Milei aterrice en Buenos Aires encontrará un listado de asuntos urgentes por resolver y solo 12 días para que le cuelguen la banda presidencial y la responsabilidad de gobierno. El presidente electo todavía tiene que encastrar las piezas de su gabinete económico, después del volantazo que dio la semana pasada al “comprar” el plan que le propuso Luis Caputo y abandonar la receta de dolarización que tenía en la campaña. Deberá, además, definir si hará o no un acuerdo de gobernabilidad con Pro en el Congreso -como quiere Mauricio Macri- o si optará por otra estrategia legislativa para cosechar voluntades para los proyectos que necesita en el arranque.

Por último, Milei tendrá que definir los últimos cargos de su gabinete, como el ministerio de Defensa -en medio de los primeros roces con su vice, Victoria Villarruel- y lugares sensibles como la AFI, la AFIP y la secretaría Legal y Técnica.

Milei no oficializó a “Toto” Caputo como su ministro de Economía, aunque en la práctica ya se mueve como si lo fuera, tanto por el rol que asumió en el viaje a los Estados Unidos como por las personas que comenzaron a participar de la transición con el equipo de Sergio Massa. Hace algunos días Martín Vauthier, de la consultora Anker Latinoamérica (de Caputo), hizo un primer enlace con el Palacio de Hacienda, según fuentes oficiales. En el Gobierno no sabían si este economista, que es profesor en la Maestría de Finanzas en la Universidad Torcuato Di Tella, continuará en ese rol y están a la espera de confirmar interlocutor para continuar con el traspaso.

Además de ratificar quién quedará a cargo de la cabeza del equipo (sonó Daniel Artana, no se descarta que aparezca otro economista de peso en el menú), Milei debe llenar casilleros clave, como la presidencia del Banco Central (después del portazo que dio Emilio Ocampo por el choque de criterios con Caputo) y la secretaría de Comercio, que deberá hacerse cargo de la política de precios, con acuerdos con supermercados que vencen el 10 de diciembre. En las áreas de industria, economía del conocimiento, energía y agricultura ya aparecieron interlocutores con la gestión saliente.

Javier Milei, Karina Milei, Santiago Caputo, Nicolas Posse, Luis Caputo y Gerardo Werthein en la Casa BlancaXEstrategia legislativa y relación con Pro

La otra gran urgencia que le pisa los pies a Milei es la de la conducción de las cámaras legislativas. Al mandatario electo lo estará esperando una tropa de legisladores libertarios que está irritada porque no encuentra conducción, no tiene información sobre los primeros proyectos que enviará el Ejecutivo al Congreso y no sabe quiénes van a ser los “voceros” del bloque de LLA. Los diputados libertarios esperan ser tenidos en cuenta en las definiciones, dado que destinaron tiempo y recursos en la campaña. Se especula que el presidente electo recibirá a un grupo de ellos electos horas después de su arribo.

La definición de la presidencia de Diputados, que se debate entre el jefe de bloque de Pro, Cristian Ritondo y el peronista Florencio Randazzo (más la variable de entronizar a un libertario puro), es la llave para que prosperen los proyectos medulares que el presidente electo quiere impulsar el día uno de su gobierno. “No podemos arrancar el mandato perdiendo en el Congreso, sobre todo si pretendemos aprobar grandes reformas en sesiones extraordinarias”, advirtió un importante referente libertario.

Con la elección del presidente de la Cámara baja Milei definirá, por un lado, la alianza legislativa que sellará para los primeros años, donde necesitará un acuerdo político de amplio alcance para compensar el tamaño del bloque de LLA, de tan solo 38 diputados. Por otro lado, su decisión tallará en el futuro de su relación con Mauricio Macri. El expresidente viene repitiendo en público y en privado que él no pide cargos en el Poder Ejecutivo, pero que cree crucial que haya un acuerdo con Pro en el Congreso. Es decir: cogobierno no; acuerdo de gobernabilidad sí.

Varios dirigentes libertarios se inclinan por la opción de Ritondo, para sellar un espacio de centro derecha con el ala dura de Pro. Pero el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos -que tiene injerencia en la mesa chica del presidente electo- es de los que se inclinan por la opción de Randazzo. El exministro del kirchnerismo no trae votos por sí mismo, pero la apuesta es intentar abrir una cuña en el peronismo y cosechar las voluntades de los diputados que responden a sus provincias. Se sumaría así una pata peronista que amplíe el espectro libertario, bajo la premisa de que la negociación “ley por ley” con Pro será más sencilla que tener que enfrentar al PJ en su conjunto.

Agitando la variante de Randazzo, en tanto, los libertarios se esfuerzan por demostrar que el poder de Pro estará recortado en el futuro gobierno. Lo que quieren evitar, en definitiva, es que Macri proyecte una sombra sobre el liderazgo de Milei.

Nuevo escenario.Un sistema político en ebullición: Javier Milei junto a Mauricio Macri y Patricia Bullrich

El líder libertario, en tanto, deberá definir los alcances de las reformas que pretenden enviar en sesiones extraordinarias al Congreso. Cerca de La Libertad Avanza aseguran que importantes estudios jurídicos están colaborando con la redaccion de la “reforma del Estado” que sería más abarcativa que una mera ley de ministerios. La letra chica de esa iniciativa también será determinante a la hora de buscar los votos en las cámaras.

Casilleros

Respecto a los casilleros por completar en el gabinete, en La Libertad Avanza todos dan por hecho que Patricia Bullrich recalará en su viejo ministerio y no descartan que Defensa termine en manos de su excandidato a vice, Luis Petri. Pro no contabiliza ese reparto como un acuerdo entre partidos, sino como un arreglo de la excandidata presidencial a título personal.

Si Milei finalmente le entrega esa porción de su gabinete a la exfórmula presidencial de Juntos por el Cambio -como una retribución por su apoyo de cara al balotaje- Villarruel no tendrá la injerencia que esperaba en esas áreas, que suscitan su especial interés. Algunos libertarios señalan que Milei le recortó poder a su compañera de binomio porque ella se reunió con Macri días antes del balotaje sin que él se diera por enterado. “Supo de la reunión porque se lo contó Mauricio”, dijo un referente de LLA. El presidente electo puede ser implacable con la “rosca” política fuera de su radar.

Otros en el espacio dicen que, pese a que Villarruel durante la campaña trabajó con su think tank, Oid Mortales, para armar equipos y proyectos para el área de seguridad y defensa (en la plataforma libertaria estaba su clara impronta), finalmente la vice electa no le presentó a Milei un candidato que lo convenciera para Defensa. Milei viene demostrando que puede buscar a figuras distintas a las que trabajaron en su campaña a la hora de pensar en los nombramientos efectivos.

En la semana dos de la transición, por último, nombres que habían sonado para cargos clave ahora parecen fuera de juego. Miguel Ángel Toma (que sonó para la AFI), Santiago Montoya (que se especulaba para AFIP) y Santiago Viola (mencionado como posible secretario de Legal y Técnica) hoy no tienen su lugar asegurado.

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