Urbaser sigue sin mover ficha en las negociaciones con el personal y la huelga de basuras cobra fuerza

Urbaser sigue sin mover ficha en las negociaciones con el personal y la huelga de basuras cobra fuerza

Más de medio año lleva Urbaser mareando la perdiz para cumplir con los trabajadores que se encargan de la limpieza en nuestra ciudad.

 

Medio año en el que las negociaciones apenas han avanzado con respecto al inicio y que van, poco a poco, colmando la paciencia de los empleados. Muchos están asustados ante los castigos que pueda adoptar Urbaser si se levanta la voz. Estos castigos pueden venir en forma de cambio de turnos, servicios o incluso de la utilización de una u otra maquinaria, una cuestión que, al mes, supone ingresar o no hasta 140 euros más.

Precisamente esta es una de las reivindicaciones que se hace desde los empleados, igualar las prestaciones diarias por conducir uno u otro vehículo, para evitar que la empresa lo use como recompensa o castigo ante las quejas.

El convenio pactado en el mandato pasado acabó en diciembre de 2023 y desde entonces, no se han dado pasos reales y efectivos.

Los empleados, pensando en la buena fe de la empresa y buscando no generar problemas, optaron por no ir a la huelga en plenas fiestas de la ciudad, conscientes de que era uno de los momentos en los que más presión podían ejercer. Aún así, el gesto no ha servido de mucho puesto que Urbaser parece enrocada en su posición y dilata los tiempos.

Por ello, no faltan voces entre los empleados que vean más cerca una huelga que un acercamiento de posturas.

Con respecto a lo que están pidiendo, por un lado las subidas salariales que se eleven 1 punto por encima del IPC. Existen otras mejoras, muchas de ellas de índole económico, pero otras centradas en días de asuntos propios o reducciones de jornadas. Recuerda, andemás, que falta personal lo que está provocando que no se recojan algunos sectores con las frecuencias necesarias. Los problemas en personal inciden directamente en el servicio y en el cumplimiento del propio contrato.

El comité de empresa también lamenta que el Equipo de Gobierno se ponga de perfil porque, si bien es cierto que se trata de una concesión y el trato con los trabajadores corresponde a la empresa, no es menos cierto que las consecuencias afectan al conjunto de la ciudad.

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