Sin representación gremial, obra social ni seguro de vida, con sueldos en negro por debajo de la indigencia, los trabajadores edilicios recibieron una obsoleta suma salarial apenas superior al 20 por ciento, alcanzando los 30 mil pesos mensuales netos. Continúa la línea sucesoria con la autoridad de la casa de estudios, Martín López Armengol.
A partir de una nota de REALPOLITIK que dio cuenta de la precarización laboral de la guardia edilicia de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), quienes trabajan en negro, con sueldo ínfimos y sin representación gremial, la Administración de Presidencia tomó cartas en el asunto y aumentó los sueldos del personal. No obstante, lo insólito fue lo exiguo de la suba: pasaron de cobrar 23.500 a 30 mil pesos mensuales por jornadas laborales de doce horas tanto sábados, domingos y feriados.
Por ende, si se tiene en cuenta el presente mes que incluye cuatro domingos, cuatro sábados y tres feriados (el día del trabajador, el censo nacional y el de la revolución de mayo), los empleados edilicios percibirán en junio su nuevo incremento a razón de 2.727 pesos por jornada trabajada, es decir 227 pesos por hora; prácticamente una miseria. Sin embargo, esta realidad se contrasta fuertemente con sus superiores enrolados en la categoría de supervisores, que recibieron un aumento de 27 mil a 40 mil pesos por cada guardia efectuada.
Cada uno de ellos contabiliza ocho guardias mensuales promedio (entre seis y diez), por lo que su salario ronda los 320 mil pesos e incluso llega a alcanzar los 400 mil. Entre sus tareas principales no hace falta su presencia en los establecimientos universitarios, sino que tienen que monitorear y controlar el funcionamiento efectivo de las guardias edilicias, que representa el relevamiento del ingreso y egreso de las personas en los diversos edificios de la UNLP, entre otras actividades.
Por otra parte, un grupo de trabajadores que integran la guardia edilicia reclama que se efectivice la promoción jerárquica mediante el rendimiento de exámenes. “Las autoridades de la UNLP dispusieron estos ascensos, que nos permitirían pasar a planta permanente, estar blanqueados y ganar mejor, aunque nunca nos convocaron para los exámenes”, aseguraron a este medio. De este modo, responsabilizaron al supervisor del edificio céntrico Sergio Karakachoff, Sergio Giordano: “Se supone que él es el encargado de estos llamados, pero se hace el desentendido cuando le preguntan”.
Vale destacar que el universo afectado lo compone entre 300 y 400 personas que trabajan en estas pésimas condiciones, a las que se suman no contar con obra social ni seguro de vida e, incluso, temen perder su fuente laboral ante los reclamos. Este miedo también se expresa en la falta de un gremio que los nuclee y los defienda, ya que la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata (ATULP) tampoco resuelve esta problemática. Desde el gremio afirman que los guardias no son trabajadores no docentes, aunque la ATULP es el espacio que negocia los aumentos de los perjudicados.
En este marco, los guardias estaban esperanzados con la asunción del nuevo presidente de la UNLP, Martín López Armengol, un alfil de su predecesor Fernando Tauber que resultó recientemente electo con el apoyo del 97 por ciento de los claustros de docentes, graduados, estudiantes y no docentes para el período 2022-2026. Pero la ilusión duró lo mismo que un suspiro: a los dos días de su nombramiento firmó este acuerdo salarial en detrimento de la mayoría de los trabajadores edilicios.
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