De esta forma, el actual mandamás de esta Casa de Altos Estudios y que busca continuar al frente de la misma, Fabián Calderón, tendrá un candidato opositor en las elecciones de autoridades del 18 de noviembre. La lista del Frente para Todos UNLaR, que encabeza Álvarez, había sido impugnada unos días atrás generando una enorme polémica que incluso motivo un intento de toma del rectorado de la institución. Esto ya es historia: habrá dos candidatos a rector.
Finalmente la Junta Electoral de la UNLaR oficializó la candidatura a rector del ingeniero Alejandro Álvarez, y de esta forma quien actualmente ostenta ese cargo de manera interina, Fabían Calderón, tendrá oponente en los comicios de autoridades del próximo 18 de noviembre.
No tener lista opositora hubiera sido un grave error político dentro de la Casa de Altos Estudios para el calderonismo, a quienes sus oponentes ya denunciaban como la reencarnación del tellismo, cosa que también es alejada de la realidad.
De hecho, haber impugnado la candidatura de Álvarez en un principio tuvo su costo, ya que un nutrido grupo de estudiantes intentó tomar el rectorado y se vivió, salvando las distancias, una situación similar al comienzo de lo que terminó siendo la debacle de Enrique Tello Roldán.
Más allá de los errores y observaciones que tuvo la lista de Álvarez y los cuales fueron finalmente subsanados, que Calderón hubiera ido a los comicios sin oposición y tendiendo solo que superar un porcentaje de votos para seguir siendo rector hubiera sí un retroceso al estilo tellista.
Pero todo esto es historia, la universidad tendrá dos candidatos a rector y ellos son Fabián Calderón por el oficialismo a través de la Lista Verde y Alejandro Álvarez por la oposición mediante el Frente para Todos UNLaR.
Oficialmente, el presidente de la Junta Electoral, Alejandro Nievas Castro, informó que se oficializaron las catorce listas que se presentaron de cara a los comicios, de las cuales sólo dos llevan candidatos a rector.
La comunidad de la UNLaR está exigiendo cada vez más democracia y unos comicios transparentes serán sólo el principio de ello, porque quien resulte rector después del extenso proceso de transición desde la salida de Enrique Tello Roldán, deberá garantizar libertad de pensamiento.
También tendrá que demostrar que no busca perpetuarse en el poder y principalmente deberá mantener o incluso mejorar el nivel académico de la institución, cuestión que en los últimos años esta siendo cuestionado desde varios sectores.
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