Como sucedía años anteriores en el distrito, donde la interna peronista terminaba a los tiros o con locales destrozados, ahora se trasladó a Unión Pro, partido político que en el municipio había perdido sus principales referencias tras la renuncia de Carlos Brown y la decisión de Francisco De Narváez de no aceptar la ayuda que le quería dar Luis Barrionuevo.

Es que en el peronismo oficial no hubo inconvenientes y hasta se reunieron en un plenario de "camaradería", en el que Graciela Camaño hasta se dio el lujo de bromear con su primo José María Fernández, con quien se había peleado hace una década.

Fernández es aliado del segundo candidato a concejal, Osvaldo Lobato, y participó del encuentro en el que también estuvo Eduardo Bustos, último candidato a intendente de un sector peronista.

Perrella se había alejado de la política partidaria en medio de la campaña de 2007, en la que fue uno de los primeros operadores políticos de Dante Dovena, el frustrado candidato a intendente kirchnerista que dejó su lugar a Bustos.

Desde ese momento nunca más se supo de su trabajo político hasta que se lo vio participando del equipo de pintadas del intendente de José C. Paz, Mario Ishi. Pero como en el peronismo todo vale, hay varios peronistas que participan de Unión Pro. Uno de ellos es el primer candidato a senador provincial, Jorge D’Onofrio, de San Isidro, con quien Perella tiene una relación directa.

El incendio intencionado que sufrió su local fue afectó las dos habitaciones de planta baja y se produjo alrededor de las 4.30. Para ocupar el lugar que finalmente obtuvo Perella tuvo que lidiar con el ex secretario de Hacienda de Brown en el municipio, Eduardo Dragui; con el ex menemista Alberto "Batata" Apolonio, Pablo Landolfi, José Carosio, secretario general del sindicato municipal y el actual concejal Ricardo Torres, quien logró ubicar a su asesor Antonio Maza como primer candidato a consejero escolar.