Solo dos países en todo el mundo no tienen Coca Cola actualmente, acá te contamos la razón detrás.
Coca Cola es una de las bebidas más populares del mundo -si no la más popular- con pocas marcas teniendo una llegada del mismo nivel al punto de estar presentes en casi todos los países del mundo. Pero hay dos sitios donde la gaseosa todavía no ha aterrizado y por como viene dándose todo, parece que está todavía lejos de llegar.
Se trata de Cuba y Corea del Norte, dos países actualmente gobernados por regímenes comunistas y que principalmente por eso no cuentan con ninguna de las marcas de la Coca-Cola Company.
POR QUÉ NO HAY COCA COLA EN CUBA Y COREA DEL NORTE
La razón detrás de la ausencia de Coca Cola en Corea del Norte se da debido a que la marca nunca llegó a desembarcar en el país, por lo que no se conoce en la sociedad norcoreana.
A pesar de eso, el gobierno del país asiático se las ingenió para crear su propia versión de la bebida, la cual según la mayoría de los turistas que visitan Pyongyang es muy difícil de conseguir y tiene precios extremadamente elevados.
El caso de Cuba es diferente, ya que antes de la revolución cubana la empresa de gaseosas contaba con fábricas en la isla e incluso vendía la bebida a sus habitantes. Pero se retiró con la llegada de Fidel Castro al poder debido a las numerosas nacionalizaciones.
A pesar de esto, el régimen cubano decidió también crear su propia bebida cola, la cual fue nombrada "tuKola" y se sigue vendiendo en todo Cuba hasta el día de hoy.
PEPSI Y SU ACUERDO CON LA UNIÓN SOVIÉTICA
Pero no todos los países comunistas se negaron a permitir el ingreso, ya que en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) si se llegó a comercializar una bebida cola proveniente de Estados Unidos: la Pepsi.
La introducción de este producto en suelo ruso se dio gracias a una serie de intercambios culturales realizados entre Rusia y Estados Unidos en los años 50' y 60', con los cuales se buscó calmar las tensiones generadas por la Guerra Fría.
Pero la llegada al mercado soviético tuvo un problema fundamental para Pepsi: no tenían forma de cobrar la venta del jarabe para fabricar la bebida ya que la única moneda que tenía la URSS era el rublo ruso -el cual no tenía valor fuera de su país-.
Con esto en mente, se decidió canjear los derechos por la venta del vodka Stolnichnaya en Estados Unidos por el jarabe, en un acuerdo que vio como Pepsi se introdujo en el mercado soviético y obtuvo a cambio un producto con mucha demanda en los EEUU.
El mismo tiene un final totalmente inesperado, ya que en 1989, cuando venció este acuerdo, el gobierno soviético decidió firmar un nuevo tratado con Pepsi en el cual le pagaba con una flota de 17 submarinos de ataque obsoletos, un crucero, un destructor, una fragata y unos cuantos petroleros civiles a cambio del demandado jarabe.
Es así como la empresa de bebidas se convirtió de un día para otro en la sexta potencia naval más importante del mundo, mientras que unos años más tarde ingresó al mercado de Rusia fácilmente con la caída de la Unión Soviética.
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