Desde el regreso a la democracia, todos sus antecesores tuvieron derrotas electorales en comicios legislativos.
El resultado electoral del domingo, con el que el Frente de Todos (FdT) logró retener sus dos bancas en el Congreso, no sólo puso a San Juan en el mapa nacional como una de las nueve provincias donde el oficialismo obtuvo una victoria, sino que marcó un hito histórico local. Con Walberto Allende y Fabiola Aubone como diputados nacionales electos, Sergio Uñac se convirtió en el primer gobernador en resistir una oleada nacional opositora tan fuerte tras el regreso de la democracia, en este caso, representada por Juntos por el Cambio (JxC). La embestida nacional de la principal coalición opositora llevó a que en el país superara el 41 por ciento de los votos, mientras que el oficialismo alcanzó el 33 por ciento. Sobre la victoria en tierras sanjuaninas, Uñac anticipó que se presenta como una "oportunidad" para "abrir puertas" en la Nación.
El mandatario hizo campaña plebiscitando su gestión y la de los intendentes oficialistas con el objetivo de tratar de amortiguar la avanzada opositora. Así, el líder del FdT puso sobre la mesa sus logros de Gobierno, como una provincia equilibrada financieramente, un programa de construcción de viviendas con unas 5 mil en ejecución, una baja en los índices de desocupación y mejora en crecimiento económico, entre otros. Uñac va por la mitad de su segundo mandato, cuya administración comenzó en 2015 y tuvo su respaldo en las urnas para la reelección en 2019. En las elecciones legislativas de 2017 volvió a contar con el apoyo de los sanjuaninos y el domingo tuvo otro buen resultado a su favor.
De acuerdo al relevamiento de este medio, de las 20 legislativas que se realizaron tras el regreso de la democracia, existieron cinco que se destacan por sobre el resto, ya que una oleada nacional fue imparable en la provincia (Ver claves). De hecho, el primer antecedente todavía es recordado por varios, ya que los resultados de 1985 produjeron un cimbronazo en San Juan. El bloquista Leopoldo Bravo venía de ganar las elecciones a gobernador de 1983 y buscaba posicionarse en los comicios de medio término, pero el arrastre nacional de la UCR de Raúl Alfonsín dejó al mandatario sin ninguna de las tres bancas en juego. La derrota derivó en la renuncia de Bravo. Cuatro años más tarde ocurrió algo similar, ya que el desgaste del presidente radical y la crisis económica impactó en la provincia y en la gobernación del bloquista Carlos Enrique Gómez Centurión, por lo que el partido de la estrella no logró ninguna conquista legislativa.
En 1997, con una administración central menemista en decadencia, el mandatario local Jorge Escobar no pudo mantener el resultado legislativo, por lo que ese año fue uno de los pocos casos en el que tres fuerzas políticas se repartieron las tres bancas: una para el Justicialismo, una para Desarrollo y Justicia y la última para la Cruzada Renovadora. Hacia 1999 hubo elecciones desdobladas en San Juan y Escobar, por el arrastre nacional, cayó en los comicios provinciales de Gobernador ante el cruzadista Alfredo Avelín. Meses más tarde se presentó como candidato a diputado y, si bien entró como tercer diputado, sufrió una derrota en las urnas al obtener el segundo puesto. El último antecedente fue en 2001, con la debacle de la administración de Fernando de La Rúa y la local de Avelín. La crisis se hizo sentir en las urnas para la gestión provincial y el frente que encabezó el Justicialismo ganó y se hizo de dos bancas. El oficialismo local tuvo una dura derrota, pero logró una bancada.
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