El socio principal de Claro & Cia. renunció la semana pasada a Invercap, la última mesa que integraba. "Sintió que había cumplido una etapa", cuenta Juan Enrique Rassmuss, controlador de Invercap. Eyzaguirre ha estado en una decena de compañías -entre ellas SQM, Walmart, Latam Airlines, Embotelladora Andina, Komax y Toesca- y ahora, por primera vez en dos décadas, no está en ninguna. Siempre electo por sus clientes, suele estar en las empresas con fecha de término y con propósitos transitorios.
José María Eyzaguirre Baeza cerró otro ciclo en una empresa y renunció la semana pasada al último de los directorios de empresas en los que estaba: Invercap. El abogado, cabeza del estudio Claro & Cia., ha combinado desde hace años su rol como director con el de abogado de empresas, experto en asuntos corporativos, uno de los especialistas en fusiones y adquisiciones más requeridos por el mundo empresarial.
Eyzaguirre, egresado de la Universidad de Chile en 1984 como el mejor alumno de su promoción, estaba en el directorio de Invercap desde abril de 2017, pero había asesorado al controlador de la compañía, Juan Enrique Rassmuss Raier, desde al menos 2010, cuando asesoró al empresario en una de las antiguas disputas que lo enfrentaron a Mitsubishi, accionista de CAP, y a la familia de Roberto De Andraca, accionista de Invercap, una friccionada relación que ya se recompuso.
Eyzaguirre renunció a Invercap el 2 de julio y, con ello, por primera vez en dos décadas ya no estará en un directorio. Su salida de Invercap fue, como dice su controlador, Juan Enrique Rassmuss, el cierre de un ciclo. “Él sintió que había cumplido una etapa y que siendo abogado de un estudio, la mejor forma seguir apoyándonos es desde fuera del directorio”, dice el vicepresidente de Invercap. Eyzaguirre, agrega Rassmuss, es un amigo cercano que seguirá como uno de los asesores del grupo familiar. “En esta etapa completamos una exitosa transición donde mejoramos sustantivamente el gobierno corporativo, mejoramos dramáticamente las relaciones entre los accionistas y llevamos a Invercap a consolidar su posición como controlador de CAP. En todo esto José María fue un actor clave”, cuenta Rassmuss.
La intervención del abogado de 59 años en el directorio de Invercap replica, así, las razones de sus otras incorporaciones en los directorios de empresa. Aporta la visión legal cuando hay transiciones complejas. La más larga no fue una transición, sino un aterrizaje complejo. Al directorio de SQM llegó en diciembre de 2001, en representación de la canadiense PCS, una multinacional que entonces amenazó el poderío de Julio Ponce. Aunque las relaciones con Ponce eran hostiles en esos tiempos, más tarde se restauraron.
Eyzaguirre fue director de SQM por casi 15 años, hasta marzo de 2015, cuando renunció junto a los otros directores de PCS molesto por como enfrentó la empresa el caso de los pagos irregulares el sistema político. Casi al mismo tiempo de entrar a SQM, Eyzaguirre fue director suplente en otra empresa chilena a la que entró una multinacional: Gener, tras la compra de la estadounidense AES. Aquello se repite: su estudio de abogados es uno de los más activos en adquisiciones y por ello suele acompañar a sus clientes en la fase de instalación. Aquello ocurrió con Walmart, por ejemplo. Cuando el gigante del retail compró el control de la entonces D&S a la familia Ibáñez, la que se mantuvo un tiempo como socio minoritario y en el directorio, Eyzaguirre también entró a la mesa. En Walmart estuvo entre 2010 y 2014 y si la estadounidense lo eligió a él como director, Ibáñez puso a otro abogado, un estrecho asesor suyo, Alberto Eguiguren, en el mismo directorio.
Eyzaguirre ha dicho a sus cercanos que su presencia en directorios es transitoria y con propósitos definidos. Años atrás, en una de sus escasas entrevistas, resaltaba una condición de ese rol. “Cuando un abogado entiende el negocio que está detrás de la transacción, puede ser muy gravitante, no sólo en el tema legal, sino en todas las cosas ligadas a un negocio”, reflexionaba en La Tercera en 2013. Aunque admitía que podía haber conflictos de interés, afirmaba que al llegar a un directorio pasaba a representar a todos los accionistas. “No asumo el rol de director para defender en un directorio a mi cliente”, aseguraba.
Además de esas multinacionales, el abogado ha estado en varias otras empresas chilenas. Fue director suplente de Embotelladora Andina, donde asesoraba a los Said; estuvo en el Gasoducto del Pacífico; presidió el Club de Golf Valle Escondido y la administradora general de fondos Toesca, de los ex dueños chilenos de Celfin, hoy BTG, y por casi una década estuvo en Komax, la empresa de Arístides Benavente que representa en Chile a Polo Ralph Lauren, Brooks Brothers, GAP y The North Face, entre otras. A Toesca y Komax renunció en 2019. “Tengo la mejor impresión de él. Fue un gran aporte en el tema legal, sobre todo en una época en la que sumamos y negociamos con muchas marcas”, recuerda Benavente.
El abogado de las fusiones
Otra gran compañía en la que estuvo fue Latam Airlines, lo que también derivó de un gran negocio. Entró al directorio de nueve integrantes en septiembre de 2012, una vez acordada y firmada la fusión con la brasileña TAM, y salió en 2015, cuando la integración ya había concluido. Dejó la mesa, pero siguió siendo el asesor legal de Latam. Desde mayo de 2020 Eyzaguirre dirige desde Chile el chapter 11 al que se acogió en Estados Unidos la aerolínea. En ese rol, recuerda un exdirector de Lan, sus opiniones eran más de índole legal que sobre el desarrollo estratégico de los negocios. La fusión Lan-TAM, que fue elegida el negocio del año en 2012, no fue la única gran operación que ha dirigido: también la fusión de Scotiabank y BBVA Chile, la de Corpbanca e Itaú (donde asesoró a las dos contrapartes, algo poco frecuente en el foro), la venta de Transelec a Brookfield y la disputa entre Anglo American, a la que representó, con Codelco por Los Bronces.
Eyzaguirre cursó un master en derecho en la Universidad de Nueva York en 1987 y entre ese año y el siguiente, como casi todos los abogados que pasan por esa ciudad, trabajó en un bufete de Manhattan: Shearmen & Stearling, el mismo estudio al que muchos años después SQM le encomendaría la investigación externa del escándalo de las platas políticas. Entró al bufete que dirigía su padre en 1982, pero se hizo socio diez años después en 1993. Hoy es el socio principal de un estudio fundado en 1880, que tiene 21 socios y 89 abogados. No requiere un cargo, porque en el estudio reconocen su liderazgo. Pero en las declaraciones que ha prestado en el caso de Latam en Estados Unidos, se presenta así: “Soy socio y presidente de la firma Claro & Cia.”.
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