Encabezó una cumbre en Ezeiza con intendentes y tropa legislativa. Jugará a fondo y se pondrá al hombro la campaña. Por qué no hay que separar los comicios.
Por José Maldonado
Cristina Fernández de Kirchner dejó este domingo a la noche frente a intendentes y la tropa legislativa alienada a La Cámpora una definición en formato ultimátum: si Axel Kicillof avanza con el desdoblamiento electoral por cuenta propia, no habrá retorno y el gobernador tendrá que armar sus propias listas y no contará con los votos del kirchnerismo para suspender las PASO en la Legislatura.
La expresidenta está decidida, además, a ponerse la campaña al hombro en la provincia de Buenos Aires para apuntalar a los candidatos del kirchnerismo. En las últimas horas, incluso, circularon versiones sobre una posible candidatura suya a legisladora bonaerense por la Tercera sección electoral. En su entorno nadie lo confirmó.
CFK fue la figura central de la mesa que compartieron en un restaurante de Ezeiza su hijo Máximo Kirchner, los alcaldes del conurbano alineados con el jefe del PJ bonaerense y los titulares de los bloques de Unión por la Patria (UP) en la Legislatura. Fue este domingo por la noche, en el arranque de una semana de máxima tensión con Kicillof, quien el jueves podría anunciar el desdoblamiento electoral.
El encuentro fue convocado por Máximo Kirchner después de que quedara expuesta a cielo abierto la fractura con el gobernador por la estrategia electoral en la provincia. La semana pasada, el kirchnerismo presentó en el Senado un proyecto firmado por Teresa García para suspender las primarias y llamar a elecciones concurrentes con las nacionales, para el 26 de octubre, como plantea la expresidenta.
Fue en respuesta a la movida del axelismo, que pretende solo suspender las PASO y dejar a Kicillof la potestad de convocar en una fecha adelantada los comicios bonaerenses.
La mesa de CFK
Cristina se sentó en la larga mesa junto a Teresa García y Facundo Tignanelli, titulares de los bloques en el Senado y Diputados del peronismo, y su hijo Máximo. Además, estuvieron la intendenta Mayra Mendoza (Quilmes) y sus pares Gustavo Menéndez (Merlo), Leo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan Ustarroz (Mercedes) y Marisa Fassi (Cañuelas), además del local Gastón Granados, entre otros.
Cristina compartió su lectura del escenario económico a nivel nacional y el futuro del Plan Caputo y se explayó sobre el tablero electoral en la provincia de Buenos Aires, del que hizo un “análisis puntilloso”, contó a Letra P un asistente. Casi sin nombrar a Kicillof, CFK se ocupó de “desarmar uno por uno los argumentos a favor del desdoblamiento” que esgrimen en La Plata y que defienden los intendentes alineados con el gobernador.
En la mesa del kirchnerismo se habló de la posibilidad de que Kicillof anuncie, el próximo jueves en La Plata, el desdoblamiento electoral por decisión propia. Las versiones cobraron más fuerza este lunes, después de que el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, y Teresa García se trenzaran en una discusión pública sobre si el gobernador tiene la atribución de fijar la fecha de elección o si le corresponde a la Legislatura.
El kirchnerismo analiza la posibilidad incluso de que Kicillof establezca el domingo 14 de septiembre para los comicios bonaerenses.
Cristina Fernández de Kirchner, en contra del desdoblamiento
En la cena del domingo, CFK volvió a hablar en contra del desdoblamiento. “Que alguien ponga un argumento sobre la mesa de por qué es conveniente adelantar la elección bonaerense para unas semanas antes de la nacional”, fue una de las frases que se escucharon.
Cristina repite que si el plan económico del gobierno sufre un colapso en los próximos meses, esa idea que corre entre los intendentes del axelismo de una campaña centrada en lo local o la gestión bonaerense no tendrá sentido. “El país se puede prender fuego y hay algunos que quieren hacer campaña con el cordón cuneta”, chicaneó uno de los asistentes a la cena.
En la mesa de Ezeiza hubo espacio para alguna chicana contra Kicillof por el tema del adelantamiento electoral. “En 2027, si es candidato a presidente, ¿también va a defender que Buenos Aires adelante la elección?”, se preguntó una de las asistentes.
Si Kicillof acelera y anuncia el desdoblamiento por su cuenta, entonces ya no habrá posibilidad de encauzar la discusión por la suspensión de la PASO en la Legislatura, dicen en el kirchnerismo.
“Está claro que la discusión electoral es integral. Y tiene que ser fruto de un acuerdo político, como ocurrió hasta ahora. No se puede discutir sólo la suspensión de las PASO, como quiere el gobernador”, es el argumento que se puso sobre la mesa en la cena del domingo. “Los bonaerenses tendrán que ir a votar tres veces. No va a estar muy contenta la gente”.
CFK no lo dijo el domingo, pero la ruptura tendría como consecuencia un enfrentamiento en las urnas, un escenario de internas que todos parecen querer evitar, pero que cobra cada vez más fuerza. “Cristina está dispuesta a ponerse la campaña al hombro y eso lo dejó bien claro el domingo -contó uno de los asistentes-. Quiere acompañar y apuntalar a todos nuestros candidatos”.
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