Lo atribuyen a las promociones, los congresos y los eventos deportivos. Admiten que aún falta infraestructura y mayor “cultura turística”.
Una mirada a la situación del turismo de Mendoza, comparando su evolución en 2012 con los dos últimos años, permite corroborar que el crecimiento sectorial es un hecho, pero también que falta mucho por hacer para convertirse en un destino que esté a la altura de los primeros del país o con una oferta permanente para toda época y estación.
Si bien hay avances en cuestiones estructurales, de servicios y difusión, siguen siendo cuentas pendientes las inversiones en infraestructura, el mejoramiento de accesos y rutas, la divulgación de virtudes locales (más allá del vino), sobre todo para el aprovechamiento de la temporada baja y la generación de una “cultura turística”, lo que se podría lograr, según los involucrados, con una estrategia que trascienda los tiempos de cualquier gestión, es decir, que se ejecute “como política de Estado”.
Es que la dinámica de la industria sin chimeneas implica el permanente acomodamiento a las tendencias globales, adecuando la oferta local a las cada vez más exigentes pretensiones de los visitantes, pero al mismo tiempo, teniendo en cuenta la necesidad del desarrollo sustentable del sector, para que definitivamente la provincia logre superar a otras provincias turísticas.
En el haber
En el Gobierno hay satisfacción por el desenvolvimiento turístico. Según cifras oficiales, en 2011 Mendoza recibió $ 5.000 millones de visitantes foráneos, y midiendo este año sólo hasta mayo, la cifra ya es de $ 3.000 millones, lo que hace ver a 2012 como un muy buen año.
“El turismo creció considerablemente en los últimos años”, subrayó el ministro del área, Javier Espina, al informar que de enero a mayo de 2012, “el ingreso creció 11% frente a igual período de 2011”.
Cecilia Gatta, directora de Planificación ministerial, informó que en los primeros cinco meses de 2012 entraron 1.207.614 pasajeros, frente a 1.086.610 que ingresaron en 2011 y a 1.005.075 de 2010, en el mismo período, demostrando la “fuerte tendencia al crecimiento”. En cuanto a los totales, los datos marcan que en todo 2011 llegaron 2.551.851 turistas, 21,7% más que los 2.096.838 ingresados en 2010.
Espina resaltó que entre el primer mes de este año y julio, la ocupación hotelera también mejoró, al promediar 54%. “En 2010, en ese período, la ocupación fue del 50%”, afirmó, y si bien en 2011, en ese tiempo, fue del 55%, hay que contemplar que en julio del año pasado, Mendoza fue sede de la Copa América de fútbol, con una afluencia extraordinaria de visitantes.
El gasto promedio de cada visitante también mejoró. Gatta informó que en 2011 promedió $ 350 por día por persona, lo que significó un incremento del 17% frente a lo gastado en 2010, con una tendencia también ascendente para este año.
La directora también resaltó que “más del 95% de los turistas” calificó positivamente a la calidad de los servicios de alojamiento, alimentación, compras y entretenimiento, mientras que “menos del 5% los calificó de regulares o malos”, en base a la encuesta de caracterización del turista de la Dirección de Estadísticas (DEIE).
Para las autoridades, fue acertada la diagramación de los feriados largos. “El 75% de los turistas proviene de otras provincias, por lo que la política de feriados ha permitido planificar y dar certeza a un sector económico emergente”, remarcó Espina, y añadió: “Hoy hay un calendario para desarrollar actividades que potencien al sector”.
Además, como valor agregado, la provincia ha logrado posicionarse muy fuerte en el “turismo de reuniones”, ponderado en ámbitos gubernamentales y empresariales.
“Mendoza es la segunda principal sede del país, detrás de Buenos Aires, según la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones”, informó Espina.
Por estas actividades cada semana llegan pasajeros con una estadía promedio de 3 días y un nivel de gasto diario superior al promedio y, según el ministro, “la mayoría manifiesta que volverá”.
“Todo evento deportivo, cultural o de congresos genera un movimiento positivo en la economía”, resaltó Fernando Barbera, vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros Gastronómicos (Aehga), quien ve a esto como una oportunidad para posicionar el polo turístico y ampliar la oferta hotelero-gastronómica.
Para Javier Agrelo, en tanto, de la Asociación de Agencias de Viajes, es “una de las mejores líneas” de acción, porque “ubica a Mendoza en el plano nacional e internacional”, además de repercutir en lo económico, ya que, “normalmente los congresos se realizan en baja temporada y el congresista gasta más que el turista vacacional”.
Barbera, además, agregó que con esto “se pueden generar eventos de jerarquía”, lo que desde su visión “atrae inversiones, decantando en mayores posibilidades de empleo”.
En el debe
A las cifras positivas, que alientan un futuro promisorio de éxitos para el turismo, es necesario contraponerle las falencias que todavía persisten, de acuerdo con la visión de todos los involucrados.
Espina informó que en lo que va de este año se han invertido más de $ 10 millones en campañas de promoción y más de $ 4 millones en participación en eventos y ferias.
Sobre esto, Jorge Segovia, secretario de Aehga y experimentado representante del sector, consideró que “hay que mejorar la oferta, pero también saber cómo se invierte en difusión”, y añadió: “No sólo hay que apuntar a promocionar el turismo.
La marca Mendoza sirve para promocionar desde el petróleo hasta el vino, pasando por los envasados o el aceite de oliva”.
Además, intentó reflejar la situación local con un ejemplo exitoso.
“No es lo mismo salir en 20 medios donde a uno no lo ven, hay que hacer lo que hizo Salta, cuyo slogan (“Tan linda que enamora”) aparece hasta en los escalones del subte, en Buenos Aires”, dijo.
La cuestión macroeconómica también afecta al turismo. “El sector tiene dos problemas: la crisis financiera internacional combinada con la inflación interna, lo que hace que haya bajado la cantidad de turistas internacionales”, analizó Barbera, quien agregó: “Por otro lado, los alojamientos informales, que no tienen habilitación y no facturan, impactan negativamente en el mercado, por ser competencia desleal para los hoteles debidamente registrados”.
Sobre esto, Pablo González, gerente de Aehga, destacó que los establecimientos ilegales “vulneran los derechos de los trabajadores y generan condiciones inseguras para el turista”, añadiendo que esa situación contribuye a dar “una imagen poco profesional”.
Aparte de los mencionados, la discontinuidad en la gestión aparece como un serio inconveniente.
Para Segovia, los cambios no resuelven los problemas del sector, y ensayó una explicación: “Nosotros vendemos a futuro. Todo lo que hacemos hoy repercute en 2013 o 2014. En ese sentido, que haya cambios en la cabeza de la gestión en Turismo no nos favorece, porque entre una personalidad y otra y las formas de generar las cosas, puede haber descompensaciones”.
En ese sentido, el hotelero mostró que una pretensión “es lograr que al frente de la gestión de Turismo haya un profesional”. Y volvió con el ejemplo salteño: “Salta contrató a un experto para instrumentar las tareas de marketing turístico y logró un verdadero éxito”.
Además, adujo que “falta un hilo conductor para impedir que con cada cambio de gobierno o de gestión haya que volver a empezar”.
Barbera coincidió con el planteo, alegando que el turismo debe encararse “como política de Estado a corto, mediano y largo plazo, fomentando eventos de gran envergadura, atrayendo inversiones y capacitando continuamente al sector”, para “lograr trabajo, inclusión social e integración económica del comercio, la construcción y la agricultura”.
Espina reconoció el problema. “Salta se basó en la tarea de un gobernador que estuvo 8 años al frente de su provincia”, dijo, y trasladó la situación a Mendoza: “A veces las políticas de Estado tienen continuidad, pero no es lo mismo la visión que uno tiene gestionando el área cuando un gobernador está ocho años, que cuando está cuatro”.
Finalmente, Segovia añadió otro déficit, desde lo cultural: “A los mendocinos les falta involucrarse y saber que un turista, transitoriamente puede dejar dinero por hospedaje y gastos, pero su estadía puede influir en la búsqueda de nuevos negocios y en desarrollar un futuro que no tiene límites”.
Percepciones sectoriales
“Llega mucha gente pero en el mostrador no la vemos”, fue la afirmación que hizo en junio pasado Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica, cuando se hizo la cumbre del Mercosur, en alusión a que los turistas “no compraron en los comercios céntricos”.
Precisamente ese es un sector que ha sufrido los contratiempos económicos y que no ha percibido los beneficios del turismo.
Para Adolfo Brennan, de la Cámara de Comerciantes del Centro (Cecitys), “es cierto que el turismo puede movilizar la actividad”, aunque a su entender, con las condiciones actuales “no se favorece al comerciante, porque cada vez hay menos turismo internacional”.
Y dio un ejemplo. “Cuando a los chilenos les convenía el cambio, llegaban y prácticamente hacían un tour de compras”, enfatizó, en alusión a algo que ahora no se cumple.
El escenario internacional es recurrente. “Si se compara con otros años, el turismo ha caído alrededor del 15%, sobre todo por la merma en la llegada de extranjeros”, indicó Segovia, quien consideró que “se ha visto una baja de los mercados internacionales, sobre todo de Europa y EEUU”, situación que atribuyó a la crisis económica de aquellos países.
“Incluso hay merma de Chile y Brasil, donde hemos hecho mucho por incursionar en lo turístico y en lo comercial”, añadió.
De igual modo opinó Norma Cudina, secretaria de la Cámara de Turismo, quien consideró que hay cierta “alarma” entre los hoteleros, y habló de la principal fecha turística.
“Este año, en Vendimia el movimiento estuvo mermado”, dijo, y recordó que “antes se sabía con anticipación del lleno total, pero ahora hay que esperar a último momento para conocer la ocupación”.
Y recalcó el freno internacional. “Del exterior no viene casi nadie; hay una merma notable, sobre todo en baja temporada”, observó.
Ante esto, Segovia pidió mayor acción promocional en baja temporada, para mantener la oferta durante todo el año.
Agrelo, en tanto, alertó sobre otra variable. “En las agencias estimamos una merma cercana al 20% del turismo vacacional”, expresó, al tiempo que también mostró el panorama de los extranjeros, al que consideró “estable”, con menos visitantes de Brasil, Chile manteniéndose y algunas variaciones en el turismo extra Mercosur.
El agente pidió “más inversión en promoción directa e indirecta” y si bien consideró como “muy bueno” lo hecho en diversificación (congresos, rutas alimenticias, enoturismo, aventura), advirtió que “todo producto necesita fondos para una mejor promoción”.
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