Tras declinar su candidatura, el gobernador reclamó que la Corte levante la cautelar con la que suspendió las elecciones para que "en la primera quincena de junio el pueblo tucumano vaya a las urnas". Juntos por el Cambio planea seguir la disputa en la Justicia para postergar los comicios hasta agosto.
Por Felipe Yapur
"Soy el jefe. El peronismo en Tucumán soy yo", bramó el gobernador Juan Manzur, en las escalinatas de la Casa de Gobierno provincial. Los vítores, aplausos y bombos tapaban su voz y se esforzó aún más: "Soy el jefe y voy a llevar a Osvaldo Jaldo a la victoria", gritó al límite de su garganta. Lo flanqueaban Jaldo y Miguel Acevedo, el flamante candidato a vicegobernador del Frente de Todos, con el que Manzur buscó dejar abstracta la intromisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La cautelar que suspendió los comicios, solicitada por el candidato de JxC Germán Alfaro, sigue vigente pero la movida de Manzur, con el alto costo político que tiene para él, todavía no tuvo efecto y por eso gritó: "Que la Corte levante la cautelar, y en la primera quincena de junio el pueblo tucumano va a estar votando en las urnas de nuevo”. Sin embargo, JxC ya anunció que quiere continuar la disputa en el terreno judicial. Ahora planea ir a la Justicia para reclamar que las elecciones sean en agosto y no en junio como pretende el FdT.
La algarabía y la promesa de triunfo del mediodía tal vez le hicieron olvidar algunos agradecimientos al gobernador. Más temprano, Cristina Fernández de Kirchner reclamó que "dejen votar a los tucumanos y las tucumanas en paz YA". Antes advirtió que los jueces de la Corte "ya se salieron con la suya" al suspender los comicios tucumanos y los de San Juan para tapar los desaguisados del supremo Horacio Rosatti que se ventilan en la Comisión de Juicio Político de Diputados.
Es cierto, CFK no lo nombró a Manzur. Pero el tucumano tampoco agradeció el mensaje de Alberto Fernández: "Manzur privilegió el derecho del pueblo a votar antes que sus legítimas aspiraciones políticas. Es un gesto de grandeza que valoramos", señaló el Presidente pero tal vez los nervios, la emoción y los gritos le provocaron al tucumano un olvido momentáneo.
Vínculo con Bussi
Acevedo, el instrumento con el que se busca destrabar la elección, comenzó a dejar su bajo perfil y durante la mañana dio una entrevista al canal de streaming de La Gaceta. Allí agradeció la designación y reconoció que se había enterado minutos antes de la conferencia de prensa donde Manzur anunciaba que renunciaba a ser candidato. No lo consultaron, le avisaron.
Según el relato del propio Acevedo ante los periodistas, su vida política tiene mucho de acatar órdenes. Recordó que durante la gobernación del genocida Antonio Bussi era un técnico del Ministerio de Economía. El entonces ministro lo convenció de aceptar ser el subsecretario de Hacienda por su ascendencia sobre intendentes y delegados comunales. Aceptó, pero el día que fue a asumir le dijeron que no iba a ser subsecretario sino secretario. Poco después vendría la suspensión de Bussi en la gobernación tras el descubrimiento de cuentas no declaradas en el extranjero. En ese momento en reemplazo del genocida asumió el vicegobernador, Raúl Topa, quien no sólo lo confirmó en el cargo sino que lo ascendió a ministro. "Le dije que no era del partido", aseguró Acevedo que le dijo a Topa, pero ocupó la cartera de Economía.
Las notas a la Corte
En la noche del jueves, el fiscal de Estado tucumano, Federico Nazur, envió un escrito a la Corte donde ponía en conocimiento la renuncia de Manzur y advertía que, al desactivarse lo que había provocado la presentación judicial, entonces "la cuestión ha devenida abstracta".
Lo que espera el gobierno tucumano es que la Corte confirme la caída de la cautelar, en el mientras tanto comienzan a hacer los preparativos para el nuevo llamado a comicios. Manzur anunció que sería en la primera quincena de junio a pesar de que Jaldo presionaba para que fuera durante el mes de mayo. Pero es muy difícil que eso ocurra. Hay que volver a poner en marcha el proceso previo a las elecciones que no solo incluye la impresión de las nuevas boletas, la distribución de las urnas y otras tareas que hacen a la previa de una elección.
Jaldo y Manzur confían que la intromisión de la Corte puede jugarles a favor. En ese sentido, Jaldo dijo que "despertaron a un elefante dormido", por el peronismo tucumano, y anticipó que el triunfo será más contundente. La lectura tiene una cuota de razón. Hasta ahora no habían logrado despertar en la militancia esa pizca de mística que se necesita para enfrentar con mejores posibilidades una elección. La Corte, siente el dúo tucumano, les otorgó ese plus que les faltaba.
La oposición
Roberto Sánchez y Germán Alfaro, la fórmula de JxC, festejó en su momento la cautelar, pero no esperaban que Manzur llegara a renunciar a su candidatura dejando atrás la maniobra de la Corte que los benefició. Ahora, con el cambio que produjo el renunciamiento de Manzur, decidieron continuar batallando a través de la Justicia. Al fin y al cabo les resulta favorable, siempre y cuando sea la nacional. Un dato relevante es que el caso lo lleva Alberto Fernando Garay, el presidente del Colegio de Abogados de la calle Montevideo --un reducto del establishment y del conservadurismo porteño--. Garay suele tener cartas ganadoras en la Corte, como la que provocó la reforma de facto del Consejo de la Magistratura y la entronización de Rosatti como presidente de ese organismo y del máximo tribunal.
En la presentación que había realizado Alfaro --con el patrocinio de Garay-- incluía, además del pedido de suspensión de las elecciones del 14 de mayo, que todo el proceso se detenga hasta que haya una sentencia definitiva o hasta el 28 de agosto próximo. La fecha no es antojadiza: según la Constitución de Tucumán, el nuevo gobierno debe asumir el 28 de octubre y las elecciones deben realizarse hasta 60 días antes. Este plazo es el que pretende JxC discutir también ante la Corte. Si los supremos aceptan discutir el texto de la Constitución tucumana e interpretarlo, la intromisión en cuestiones provinciales se transforma casi en una intervención de los poderes de la provincia.
Ahora bien, el anuncio de Manzur de llamar a elecciones en la primera quincena de junio tiene una razón que puede jugar a su favor. Los comicios de 2019 se realizaron un 9 de junio y nadie se quejó. Por lo tanto, el antecedente lo beneficia. De todas formas la disputa, al menos en el ámbito de los supremos, parece no haber finalizado.
Comentá la nota