Con muchas novedades de infraestructura y tecnología aplicadas exitosamente, "la exportación de arándanos es buena”, detalló el secretario de Comercio Exterior del IDEP, Fernando Martorell, quien, no obstante calificar de positiva la campaña para la actividad arandanera de Tucumán, admitió que no fue la esperada. Esto tiene que ver puntualmente con diferentes situaciones que están causando demoras en las partidas desde Ezeiza y en el puerto de Buenos Aires. Es por eso, que el objetivo principal es que la producción local y también la regional, dependa cada año, menos del aeropuerto porteño. Con el objetivo planteado este año, la incorporación de más vuelos y la puesta en funcionamiento de la cámara de frío en el aeropuerto permitió mejorar, no solo la calidad de la fruta de exportación, sino también la capacidad de carga y la incorporación de nuevos mercados. En este sentido Martorell anticipó que seguirán trabajando para condicionar, estructuralmente, al Aeropuerto Benjamín Matienzo, de manera que cada año la provincia, vaya incrementando la cantidad y los volúmenes de fruta. “La provincia ya exporta la ¾ partes de arándanos de Tucumán y Salta, el último año salieron más vuelos desde Tucumán, que desde Ezeiza”, afirmó el funcionario.