A Trump lo votan pero no lo acompañan

A Trump lo votan pero no lo acompañan

Las grandes figuras políticas, las empresas y las figuras del espectáculo tuvieron gestos contrarios al candidato por temor a ofender a los hispanos, las mujeres o los musulmanes, objetos favoritos de los insultos del millonario.

Donald Trump llega a la Convención Republicana de Cleveland, Ohio, arropado por el mayor número de votos en primarias de la historia del partido, pero abandonado por las grandes figuras políticas, empresas y artistas. Cleveland reforzó ayer su seguridad por el temor a que se realicen protestas. La muerte de los tres policías de Baton Rouge apuntó a incrementar el nivel de alerta en la pequeña ciudad del norte del país, donde las autoridades levantaron un círculo de acero alrededor del epicentro del encuentro republicano.

Una convención como la que comienza hoy en el estadio Quicken Loans es un espectáculo político y de masas en el que se congregan grandes marcas, músicos, artistas y ex presidentes. Todos ellos en mayor o menor medida han hecho desplantes a Trump. Empresas financieras o de telecomunicaciones, que suelen aprovechar el evento como gran escaparate, declinaron patrocinar a Trump por el temor de ofender a inmigrantes hispanos, mujeres o musulmanes, objetivos favoritos de los insultos y ofensas lanzados por el millonario.

Según la publicación Político, por la cancelación de patrocinios de FedEx, Visa, Pepsi o Coca-Cola los organizadores del cónclave republicano quedaron con una deuda de seis millones de dólares con el billonario y donante republicano Sheldon Adelson. Trump, un showman y empresario que nunca fue elegido para cargo público alguno, intentó reunir al mayor número posible de dirigentes republicanos.

Por Cleveland declinaron pasar el senador Marco Rubio, apodado por el magnate “El Pequeño Marco”; el ex gobernador de Florida Jeb Bush, o “Baja Energía”, mote elegido por Trump; o el senador Rand Paul, a quien simplemente llamó “Feo”. Trump tampoco contará con el apoyo de ex presidentes, como es tradicional, ya que George W. Bush no irá a la cita, al igual que todo el clan Bush (incluido el patriarca, George H. W.).

Ni siquiera el gobernador del estado de Ohio y rival de primarias, John Kasich, aclaró si pasará por el evento más importante de su partido en cuatro años y, por ende, la celebración más destacada del estado este verano, que congregará unas 50.000 personas.

“Probablemente en 40 por ciento de los que intervienen en la convención vienen del sector privado. Tenemos atletas y personas del entretenimiento”, explicó Eric Trump, hijo y mano derecha del magnate, durante la campaña de la semana pasada, en entrevista con Fox Business.

Otras figuras republicanas mantienen una distancia estratégica de Trump porque se juegan la reelección, como el candidato presidencial de 2008 y senador, John McCain, a quien el empresario neoyorquino criticó por dejarse capturar cuando era piloto en la guerra de Vietnam.

Otros, sin nada que perder, tal es el caso del candidato a presidente de 2012, Mitt Romney, no dudaron ni un segundo en calificar a Trump como el mayor error de los conservadores estadounidenses, por ser un farsante que “disminuirá las posibilidades de un futuro próspero”.

El coro de pretorianos de Trump se concentrará en torno del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; el ex presidente del Congreso Newt Gingrich o el gobernador de Florida, Rick Scott, además de su compañero de fórmula, el gobernador de Indiana Mike Pence. También hay artistas que rechazaron actuar en Cleveland, como el cantante de country Ted Nugent o la banda de country cristiano The Oak Ridge Boys. Las que sí recibirán a Trump en Cleveland serán cien mujeres desnudas, convocadas por el artista Spencer Tunick, como demanda del poder de la mujer, o el experimento musical de protesta “Prophets of Rage”, integrado por Rage Against The Machine, Public Enemy y Cypress Hill.

Todo indica que la coronación de Trump será un espectáculo tanto para opositores como para simpatizantes y acapara el centro de todas las miradas tanto para los que ignoran al magnate como para aquellos que lo ven como el próximo presidente.

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