Trump ganó los cinco estados en disputa por márgenes de más de 20 puntos en cada distrito. Hillary logró triunfos en Maryland y Delaware, y al cierre de esta edición se imponía a Sanders en el crucial estado de Pennsylvania.
Los electores estadounidenses de cinco estados votaron en las primarias presidenciales, donde la demócrata Hillary Clinton quedó cerca de darle el golpe de gracia a su oponente Bernie Sanders, mientras el republicano Donald Trump contrarrestó con holgura una inusual alianza de sus rivales Ted Cruz y John Kasich.
Trump ganó los cinco estados en disputa por márgenes de más de 20 puntos en cada distrito, superando la cifra de 900 delegados y quedando más cerca de los 1237 necesarios para asegurarse la nominación de su partido. Sanders, que venía de una dura derrota en Nueva York, necesitaba un triunfo contundente en los cinco estados del noreste que votaron ayer, estados cercanos o vecinos de Vermont, al que el candidato representa en el Senado estadounidense. Sin embargo, la ex primera dama logró triunfos en Maryland y Delaware, y crucial estado de Pennsylvania, yse encaminaba a una victoria en Connectucut mientras Sanders se impuso a Clinton en Rhode Island, el estado más pequeño del país. Si bien matemáticamente la ex Secretaria de Estado y el magnate neoyorquino no tenían chances de cruzar ayer el umbral necesario de delegados para obtener la investidura de sus partidos, a seis semanas del fin de las internas, el gran número de delegados obtenidos los acercó a su meta.
Favorita en todas las contiendas, según los sondeos, Clinton luchaba anoche por darle un golpe fulminante a su rival, Sanders, ampliando aún más su ya casi inalcanzable ventaja y quedar más cerca de la nominación demócrata, un paso monumental en su cruzada por convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos. “Vamos a trabajar muy duro hasta que las urnas cierren”, había dicho la ex primera dama anteayer en un foro de la cadena MSNBC en Filadelfia, la principal ciudad de Pensilvania.
La jornada empezó temprano en Connecticut, donde las mesas de votación se abrieron a las seis de la mañana (hora local), seguidas una hora después por Delaware, Maryland, Rhode Island y Pennsylvania. Todos los centros de votación cerrarán a las ocho de la noche (hora local).
La votación era fluida en Maryland. “Por ahora luce bien”, dijo Lucy Freeman, una directiva del capítulo demócrata local de 79 años, en un centro electoral en Chevy Chase, en los suburbios de Washington. Freeman apoya a Sanders, pero cree que eventualmente se decantará por Clinton. “Ella va a ganar y la apoyaré en noviembre”, afirmó.
Las victorias que Clinton obtuvo ayer dejan contra las cuerdas a Sanders, el intempestivo orador que logró movilizar a las urnas a la juventud demócrata con su mensaje antisistema y anti Wall Street. “No conseguí la nominación todavía”, alertó Clinton, evitando cualquier festejo prematuro. Con 1241 delegados al comenzar la jornada, Sanders venía lejos de los 1954 con los que contaba Clinton, y ayer no pudo acortar la distancia. Se requieren 2383 delegados para obtener la candidatura presidencial demócrata en la convención que tendrá lugar del 25 al 28 de julio en Filadelfia.
Pero el senador por Vermont no muestra señales de tirar la toalla y ha prometido luchar hasta el 7 de junio, cuando California distribuirá 576 delegados en sus primarias. “No contemos los pollos antes de nacer”, dijo Sanders ayer en una entrevista con MSNBC. El senador se mostró convencido de que, a pesar de la desventaja con relación Clinton, aún tiene posibilidades de conseguir la nominación partidaria. “No acepto la idea de que no tenemos un camino a la victoria”, afirmó.
Favorito en los sondeos, Trump también amplió ayer su fabulosa ventaja en la carrera por la nominación republicana, incluso a pesar de que sus rivales Ted Cruz y John Kasich tejieron una improvisada y ya deshilachada alianza para bloquearlo. Kasich acordó no hacer campaña en Indiana, que vota el 3 de mayo, y Cruz devolverá el favor luego en Nuevo México y Oregon para tratar de quitarle triunfos a Trump en esos estados. Pero horas después de la sorpresiva tregua, Kasich la minimizaba admitiendo que no está diciendo a sus seguidores que no voten por él en Indiana: “¿Cuál es el problema?”, apuntó.
El anuncio de la alianza desencadenó la furia de Trump, que acusó al dúo de rivales de montar una estrategia desesperada que describió como una “colusión” en su contra. En la red Twitter, Trump afirmó ayer que la alianza entre Cruz y Kasich era “un chiste que se cae a pedazos, no es respetada y está prácticamente muerta. ¡Muy estúpido!” Con triunfos en los cinco estados, Trump obtuvo un importante impulso en su intento por acercarse a los 1237 delegados necesarios para declarar victoria absoluta en la convención republicana, que se celebra del 18 al 21 de julio en Cleveland. El coordinador de la campaña de Trump, Corey Lewandowski, dijo ayer a la red CNN que “nos sentimos muy bien con relación a nuestras posibilidades después de esta jornada”.
Para Cruz y Kasich, la única estrategia es detener a toda costa al magnate inmobiliario antes de ese umbral fatídico, con el fin e provocar un escenario no visto desde 1976: una convención “abierta”, en la cual los delegados deberán votar, tantas veces como sea necesario, hasta alcanzar una mayoría absoluta. “No veo a Trump obteniendo los 1237 delegados (...) así que probablemente decidiremos en la convención y espero que sea así porque no me gusta Donald Trump”, dijo Preston Cooper, un elector republicano en Bethesda, Maryland. Antes de sus victorias de ayer, Trump contaba con 846 delegados, según CNN. Después de la votación de ayer, en las que sumó 90 delegados más, el emprendedor inmobiliario quedó a un paso de la nominación.
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