Elecciones en los Estados Unidos. El magnate enfurecido con los altos dirigentes partidarios que le dan la espalda, los acusó de desleales y celebró irónico que le hayan "quitado los grilletes" para manejarse a su manera. Hillary, entre tanto, amplia su ventaja según las encuestas
White Plains, Estados Unidos, AFP y Clarín
Donald Trump abrió un nuevo frente de ataque contra el partido Republicano, al que acusa de torpedear su campaña, mientras Al Gore, el ex vicepresidente de Bill Clinton, saltaba a la arena electoral en apoyo a Hillary Clinton, a cuatro semanas de los comicios en Estados Unidos.
Trump acusó de "desleal" al influyente republicano Paul Ryan -presidente de la Cámara de Representantes- luego de que éste anunciara el lunes que ya no lo defendería, por temor a que el partido pierda no solo las llaves de la Casa Blanca sino el control del Congreso. "Me sacaron los grilletes", bramó irónico y provocador el magnate contra sus correligionarios republicanos.
Desde el inicio tensa, la relación entre Trump y la dirigencia partidaria se deteriora aceleradamente a medida que Clinton sube en las encuestas y no dejan de surgir escándalos que ensucian al multimillonario. La gota que derramó el vaso para algunos potenciales electores y figuras del partido fue la difusión de una conversación -grabada en 2005 sin su consentimiento- en la que Trump se jactaba de su condición de celebridad para abusar sexualmente de mujeres.
El candidato intentó en el debate del domingo reponer los pedazos rotos de semanas de controversias. No tuvo suerte. Para su competidora, ese choque le dio otra victoria. Y sólo queda otro encuentro de los candidatos antes de las presidenciales.
La campaña por los comicios del 8 de noviembre se torna cada vez más difícil, como reconoció el propio Trump este martes, acusando a su propio partido: "es difícil hacerlo bien cuando Paul Ryan y otros ofrecen cero apoyo". Incluso señaló que los demócratas "son más leales entre ellos" que los republicanos.
Clinton marcha en una pendiente ascendente: tiene 6,5 puntos de ventaja según el promedio de sondeos de Real Clear Politics, y lidera en casi todos los estados clave de los comicios. Como la elección es indirecta y define el colegio electoral, los analistas ven que además del voto mayoritario, la demócrata tendría ya fuerte ventaja en esa instancia definitiva.
La respuesta de Trump ocurre un día después de que Ryan comentara en una teleconferencia con otros legisladores que ya no podía "defender" al candidato republicano y que la prioridad del partido ahora era mantener su control del Congreso. El millonario reaccionó con una falsa alegría de que le "sacaran los grilletes". "Ahora puedo luchar por Estados Unidos de la manera que yo quiero", escribió desafiante .
En una señal de mal agüero para los republicanos preocupados por un apocalipsis político, Trump no parece dispuesto a abandonar el tono que le ha dado a la campaña pese a las consecuencias. E incluso acusó a los "desleales" dentro del partido de ser "más difíciles" que Clinton. "Te atacan desde todas partes. No saben cómo ganar - Les enseñaré", afirmó.
También acusó de "grosero" al senador republicano John McCain, ex candidato presidencial en 2008, por abandonarlo tras los "comentarios de vestuario" del video en el que usa un lenguaje grosero sobre las mujeres. El legislador es una de las figuras más importantes de una amplia legión de republicanos que anunciaron que no apoyan a Trump.
El republicano parece decidido a dar batalla. Un duro anuncio televisivo difundido el lunes muestra a Hillary cuando estaba enferma con neumonía el pasado mes, tosiendo y tratando torpemente de subirse a su vehículo. "Hillary Clinton no tiene la fortaleza y la energía para liderar en nuestro mundo", relata la voz del narrador.
"Una especie de guerra civil se está desatando en el partido Republicano, pero pienso que Donald Trump no se convirtió en el candidato de su partido por si solo", dijo la portavoz de Clinton, Jennifer Palmieri aprovechando la crisis para ganar terreno en el legislativo. La vocera acusó a los dirigentes conservadores de "legitimar" a Trump y expresó su esperanza en que los votantes les pasen factura en las elecciones para el Congreso.
El conflicto interno en el partido conservador contrasta enormemente con la unidad en la familia demócrata. Al Gore saldrá de su cuasi retiro político para hacer campaña con la candidata. Gore se convirtió en un adalid de la lucha contra el cambio climático, una pieza de la plataforma demócrata y un tema importante para los votantes jóvenes. También el presiente Barack Obama volvió a hacer campaña con ella.
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