En lo que constituyó una de las pocas acciones coherentes del intendente que acaba de finalizar su olvidable gestión, debe admitirse que tanto cuando llegó como cuando se fue lo hizo mintiendo. El doctor Carlos Arroyo llegó al despacho principal de la comuna prometiendo gobernar con 25 funcionarios, implementar un plan secreto, reducir las tasas y construir un jardín maternal por mes, entre otras cosas. Nada de eso se hizo realidad. Ahora, se despidió de los marplatenses y batanenses diciendo que se va del gobierno “más pobre de lo que llegué”. Lo dijo sin siquiera ponerse colorado, ante el mismo obispo de Mar del Plata, en el acto de bendición de las aguas. “Me voy más pobre de lo que llegué”, alegó el hombre que ganó diariamente el equivalente a una jubilación mínima, un sueldo bruto mensual de 426 mil pesos. ¿Se va más pobre después de cuatro años con este nivel de sueldos? Un cachetazo a los habitantes de la ciudad con el mayor índice de desocupación del país y un tercio de su población sumergida en la pobreza. Quizás Arroyo ya haya realizado cálculos y determinado que mucho deberá invertir en abogados a partir del duro camino judicial que le tocará atravesar en los próximos meses a propósito de las denuncias que en su contra comienzan a cobrar vida en los Tribunales locales.

El peor intendente de la historia de la ciudad -cuatro años de retrocesos en Mar del Plata en todos los campos- también con su accionar hizo añicos el slogan de “austeridad y honestidad” en el cual basó su campaña electoral, cuando se lo vendía como el “Pepe Mujica marplatense”. Se va Arroyo de la Municipalidad dejando familiares y amigos, muchos de ellos ascendidos en el último año -hijos, hijastros, sobrinos y nietas de su compañera, entre otros- que seguirán percibiendo sueldos del Estado, en uno de los casos de nepotismo más emblemático de los últimos tiempos. Se retira Arroyo preocupado. Invirtió cerca de 30 millones de pesos en publicidad en el último año -pese a haber explicado que perdió la reelección por no haber difundido su obra- pero deberá detallar por qué el dinero de los contribuyentes a los que les aumentó las tasas en más de un 400% durante su gestión, se destinó en gran parte a la publicidad política, en forma discrecional.

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En definitiva, al intendente que se va tras haber recibido en las urnas el rechazo de casi el 97% del electorado, lo esperan en Tribunales. Deberá fundamentar ante la justicia su inocencia ante varias denuncias, algunas de ellas penales. Muchas más se sumarán en los próximos días, al margen de lo que surja de la auditoría que el nuevo intendente, Guillermo Montenegro, ordenó realizar en cada una de las dependencias municipales. Es entendible, claro está, la preocupación expresada por el ex jefe comunal en las últimas horas ante lo que deberá afrontar, más aún sin ningún paraguas político. Días atrás citó en su despacho a representantes y titulares de distintos organismos de contralor de la comuna a quienes les pidió “clemencia” y ayuda en sus informes. Pero todo terminó a los gritos, según confió una fuente de la oficina privada del intendente. La misma fuente que ya le confió a un prestigioso abogado y a allegados a Montenegro, que está dispuesto a presentarse ante la justicia para contar “muchas de las locuras que vi y que se cocinaron acá adentro”, con lujo de detalles y aportando documentación.

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El acta acuerdo con la firma Playa Azul SA (la cochera de Playa Grande que autorizó para que funcione como boliche a través de un acta pese a que se violan todas las disposiciones habidas y por haber), el destino de millones de pesos de los contribuyentes para el pago de publicidad política, y la designación de personal y ascensos en la retirada, aparecen como cuestiones que preocupan, y mucho, al doctor Arroyo mientras en la Unidad Fiscal de Instrucción Nº10 de Delitos Económicos, comienzan a salir a la luz varios expedientes. Hay además una acción penal encarada por la Obra Asistencial Mutual (OAM) por una millonaria deuda en concepto de retenciones de aportes personales y patronales, otra de la empresa Rocma SRL por falta de pagos de una obra en la plaza del barrio El Martillo, que incluye al ex secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, y la que se inició tras una presentación del fiscal general federal de Mar del Plata. Juan Manuel Pettigiani por los últimos nombramientos que habrían tenido lugar en el final de su gestión. En el listado también aparecen las observaciones del Tribunal de Cuentas -la licitación de las obras de reparación de la plaza San Martín (a cargo de la empresa Pasalto) realizada cuando ya habían avanzado las tareas- y las decenas denuncias de docentes municipales afectados por el quite de la bonificación, debiéndose recordar que la Federación Provincial de Municipales reclamó que “lo paguen con su patrimonio los funcionarios municipales involucrados”.

En cuanto al tema Playa Grande, Arroyo sorprendió en sus últimas horas como intendente, cuando decidió plasmar en un decreto ese acuerdo que ya lo hizo acreedor a una denuncia penal. Incorporándose ese decreto ya a la causa judicial, pudo establecerse que se firmó pese a tener observaciones de distintos organismos de contralor municipal que desaconsejaban su impulso. Trascendió que pese a que un informe de puño y letra del contador municipal se elevaba a la secretaría Legal y Técnica de la comuna, haciendo hincapié en las normas que violaba el intendente con ese acuerdo, Arroyo firmaba al tiempo que extrañamente también era refrendado por el ex secretario de Educación, Luis Distéfano (¿qué injerencia puede tener en ese tema?), y ningún otro secretario. “Ni siquiera El Inmolado (por Alejandro Vicente, ex de Gobierno) se atrevió a poner la firma en semejante mamarracho”, reconocían ayer en la municipalidad. El equipo de Montenegro, enterado de este sorpresivo decreto, tomó rápida intervención. Fue enviado a estudio a Legal y Técnica pero lo señalado por Guillermo Montenegro en conferencia de prensa es más que contundente con respecto a lo que piensa de la nueva gestión. “La firma de un decreto la noche anterior a irte no es algo muy normal”, sentenció. ¿Será verdad que el mismo hijo del intendente, Guillermo Arroyo, le advirtió a su padre ante testigos que era inconveniente firmar ese decreto ante las consecuencias judiciales que acarrearía? En las próximas horas seguramente también desde la comuna se determinarán los pasos a seguir en relación a tan vidrioso tema.

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La soledad del final. Acompañado apenas por un puñado de funcionarios en sus últimos actos -mutiló la carrera política de muchos de ellos y de hecho sólo uno seguirá durante el gobierno de Montenegro, tal el caso del futuro titular del Emvial, el joven Mariano Bowden- Arroyo siente en estas horas lo que significa la soledad de quien deja el poder. Tuvo en su gobierno a funcionarios que lo denostaban, se reían a su espalda y se esmeraban en contar “la última de Arroyo” pero que jamás tuvieron la dignidad de renunciar, priorizando el cobro de sueldazos (en algunos casos hubo hombres, abogados o arquitectos, de los dos lados del mostrador en forma simultánea) a abandonar el gobierno que criticaban. Pasó Arroyo por la Municipalidad local dejando a un sólo concejal (su ex yerno Mauricio Loria, a quien le restan dos años de mandato) y perdiendo 167.742 votos entre el 2015 y 2019, casi cinco votos por hora, incluso aquellas dedicadas para el descanso. Toda una radiografía. Un balance más que pobre que no podrá soslayarse cuando se analice el paso, sin pena ni gloria, del doctor Arroyo por la intendencia de una ciudad a la que defraudó en todo sentido, en estos cuatro años lamentablemente perdidos en todo sentido.

En las ultimas horas, el ex intendente mantuvo diálogos informales con la prensa. Ayer, al abandonar para siempre su despacho, abordado por los periodistas insistió en que seguirá participando en política, intentando “provincializar” su partido, Agrupación Atlántica, con la colaboración, dijo, de Patricia Léniz, su hijo Guillermo y su ex yerno, el concejal Mauricio Loria, el único edil que le queda a su fuerza. De hecho resaltó que “somos distintos al resto, somos más tipo familiar”, lo cual va en coincidencia con la cantidad de votos cosechados en la última elección. Admitió Arroyo que la decepción más grande la vivió “con las internas, y lamentablemente las provenientes de mi mismo partido” y volvió a quejarse porque en 2017, siendo el intendente de una de las principales ciudades del país, en Cambiemos, cuando se armó la lista de candidatos a concejales “me pusieron solamente a uno y en sexto lugar (por Loria), algo que es imperdonable”. Demasiado tarde para lágrimas.

También el ex intendente de Mar del Plata anunció que va a escribir un libro. Seguramente tendrá prólogo de Alejandro “El Inmolado” Vicente, el ex secretario de Gobierno que lo acompañó durante toda la gestión. Un libro que ya genera expectativas, con capítulos que no deberían faltar si se pretende generar buenas ventas. Por ejemplo “Cómo irse ganando un sueldo de más de 420 mil pesos bruto y decir que me voy mas pobre”, “Cómo nombrar a toda la parentela y ascenderlos sin problemas”, “Cómo perder 170 mil votos en cuatro años, o cinco por hora” o “Como beneficiar con la pauta publicitaria a los amigos y terminar obteniendo 15 mil votos”, recomendaban, aburridos, un par de colegas mientras esperaban el acto de jura de Montenegro. Los editores seguramente también querrán incluir el capítulo, ironizaban, con datos sobre “Cómo pelearse con la gobernadora, los empresarios, los productores teatrales, los concejales, los clubes, los radicales, los docentes municipales y la Sociedad Rural y no morir en el intento”, “Cómo ganar una elección prometiendo un plan secreto y la reducción de tasas” o “Cómo firmar acuerdos con privados como si fuese el dueño de la ciudad y luego enfrentar a la justicia”. El capítulo de obras se eliminará, por cuestiones obvias. Al tiempo que por haber sido ya usado por un marplatense, Osvaldo Soriano, que lo convirtió en una de las grandes perlas de la literatura argentina, se descarta un nombre. No se llamará “Triste, solitario y final”. Aunque merecería ese título…

Llegó el 10 de diciembre de 2019 y Arroyo pasó a ser historia. Arranca un nuevo gobierno con todas las expectativas, con la responsabilidad, por parte del equipo liderado por Guillermo Montenegro, de volver a poner a Mar del Plata de pie luego de cuatro años de retrocesos en todos los campos. A favor de las nuevas autoridades juega que la vara ha quedado muy baja. Claramente. Lo poco que se haga en lo inmediato marcará diferencias con la gestión arroyista. Empero, las expectativas de los marplatenses y batanenses son altas, lo cual no deja de preocupar a Montenegro, quien ya avisó que no pueden esperarse todas las respuestas en los primeros días de gestión. En lo inmediato se realizará la auditoría de cada una de las dependencias y se intentarán poner en marcha los programas prioritarios. De hecho, ya hay gestos del nuevo intendente que buscan diferenciarse claramente de lo que se fue. Ayer, volvieron a estar abiertas de par en par las puertas de la Municipalidad, clausuradas en la gestión Arroyo, al tiempo que Montenegro, tras haber jurado en el Concejo, recorrió todo el edificio saludando personalmente a cada empleado municipal. Muchos parecían sorprenderse. Es que en cuatro años jamás habían intercambiado siquiera un saludo con el ex intendente, quien recluido en su despacho parecía aislado de lo que se vivía en el mismo edificio municipal.

Arranca Montenegro su gestión con un gabinete “variado”, al que le reclamó compromiso y trabajo. En las ultimas horas, en tanto, se conocieron los nombres de sus candidatos para presidir los entes descentralizados, que deberán ser aprobados por el Concejo Deliberante. La pulseada grande, como se preveía, la ganó el diputado provincial Maxi Abad, quien logró que el concejal Ariel Martínez Bordaisco fuese elegido presidente de ese cuerpo deliberativo. Abad, quien viene trabajando codo a codo con Montenegro, tuvo un súper lunes, ya que por la tarde fue reelegido presidente del bloque de diputados de Juntos por el Cambio, convirtiéndose en el líder de la oposición legislativa en la provincia. “Se viene un tiempo de empujar para el mismo lado, con una intendencia con experiencia y capacidad de gestión y con todo nuestro apoyo en el ámbito provincial”, resaltó uno de los “ganadores” en lo que respecta al reparto de cargos en el plano local.

Otro radical estaba feliz en las últimas horas, y no solo por los festejos de River, el club de sus amores. Daniel Katz, el ex intendente, también supo tender un puente con el flamante intendente, consciente de que tras el pésimo gobierno que acaba de finalizar su gestión, Mar del Plata necesita del esfuerzo de todos. Y será su hermano, Carlos Katz, quien volverá a manejar Obras Sanitarias Sociedad de Estado. También responde a Katz el secretario de Obras, Jorge González, quien tiene previsto trabajar en tandem con Katz para no repetir errores del pasado, cuando se paralizaban obras por discrepancias entre ambas dependencias. No fue fácil para Montenegro la decisión sobre Obras Sanitarias teniendo en cuenta las presiones recibidas por parte de algunos sectores que lindaron con la extorsión con el fin de lograr sus objetivos. Pero en política, dicen los que saben, todo, a la corta o a la larga, se paga. Sólo es cuestión de paciencia.

Mariano Bowden se convertirá en el único funcionario de Arroyo que continuará durante la gestión Montenegro. El joven tendrá la responsabilidad de conducir el Emvial. Hoy en los talleres de esa dependencia no hay siquiera un tacho de basura para reemplazar, las camionetas están destrozadas y es más lo que falta que lo que existe. En tanto, llegará al Emsur un hombre del riñón del diputado Juan Aicega. Se trata de Sebastián D’Andrea, quien cumplió tareas en el PAMI. Es el Emsur una dependencia sensible para el PRO, que tiene como una de sus misiones el cuidado y embellecimiento de los espacios públicos. En tanto, la gran sorpresa aparece en relación al Emtur. El postulado para dirigir una de las dependencias más importantes de la ciudad, la que rige nada más y nada menos que la actividad turística, fuente de ingresos económicos para miles de marplatenses, es el joven Federico Scremin, desconocido por los sectores relacionados con el turismo. Ex miembro de la embajada de Estados Unidos, profesor de Derecho y relator de Transporte, Puertos e Intereses Marítimos de la Cámara de Senadores de la Provincia, llegará al Emtur de la mano del senador provincial Lucas Fiorini. Una apuesta fuerte sin dudas para un espacio clave.

Ayer mismo comenzaron los contactos entre funcionarios locales y quienes tendrán responsabilidades en el gobierno bonaerense. Con expectativas se aguardaban las designaciones del gabinete de Axel Kicillof especialmente en material de Seguridad, ya que en estas horas deberá comenzar a definirse el Operativo Sol, pero además instrumentar el operativo de Seguridad a desarrollarse el viernes en Mar del Plata cuando Rácing y Tigre se enfrenten en el Mundialista, con entradas agotadas, por el Trofeo de Campeones. “Es un alivio ya saber quiénes son los ministros, con los cuales habrá que tender puentes para nuestra tarea”, admitían en la secretaría de Gobierno local.

Quien estará el viernes en Mar del Plata para alentar a su equipo será el flamante presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa. Seguramente, lo hará acompañado por algunos marplatenses que trabajarán junto a él en esta nueva etapa, tal el caso de Juan Manuel Cheppi, quien acaba de ser designado prosecretario de la Cámara de Diputados de la Nación, un puesto nada menor en lo que respecta al manejo administrativo de la Cámara. No se descarta que otros marplatenses se sumen al equipo de Massa, quien también tendrá injerencia en las conducciones de otras importantes dependencias del Estado.

Se hizo realidad lo que se anunció en estas mismas páginas, en las horas posteriores a la realización de los comicios locales. La ex candidata a intendenta por el Frente de Todos, Fernanda Raverta, será ministra de Desarrollo de la Comunidad. Ardua tarea le aguarda a Raverta, para dar contención a los sectores más desprotegidos. Su designación se recibió con beneplácito en el equipo del flamante intendente Montenegro. En la ciudad que lidera el ranking de la desocupación, con un tercio de su población sumergida en la pobreza, tener a una marplatense al frente de ese vital ministerio abre las puertas a una relación fluida y directa, más aun teniendo en cuenta la excelente relación que mantienen Montenegro y Raverta.

Raverta estuvo el fin de semana en Mar del Plata y reunió a toda su tropa. Estuvo junto a quienes conformarán el bloque del Frente de Todos en el Concejo y los instó a trabajar con cohesión y responsabilidad. “Será desde el Concejo Deliberante donde deberemos mostrarle a los marplatenses y batanenses nuestro compromiso con la ciudad, con una tarea profesional en todos los aspectos”, se escuchó en el encuentro. Allí también circularon versiones sobre marplatenses a ocupar cargos en las dependencias locales de entidades y reparticiones provinciales y nacionales, aunque nada está definido. De todos modos Anses, PAMI, IOMA y AFIP son nombres codiciados por muchos hombres y mujeres del kirchnerismo local que esperan “cobrar” por el trabajo realizado en la campaña.

A propósito del Concejo, con Horacio Taccone, que decidió quedarse en Mar del Plata, y Paula Mantero, Acción Marplatense se prepara para encarar una nueva etapa, donde ambos ediles tendrán un rol clave teniendo en cuenta el equilibrio de fuerzas en el cuerpo deliberativo entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. “Son dos votos que pueden inclinar la balanza para un lado u otro. El otro día me decía Gustavo (por Pulti), que moriría por estar jugando de concejal en esta etapa que se viene”, reveló un histórico de AM que reconoció haber sido tentado por gente de Montenegro para ser parte del gobierno municipal.