La próxima campaña triguera arranca con un combo de buenas noticias y la continuidad de otras que mantienen la incertidumbre.

Los datos positivos lo aportan la buena disponibilidad de humedad que acumulan los perfiles (la mayor durante las últimas siembras en la provincia) y la cotización esperada para enero, que permite elaborar una estrategia de cobertura. Lo malo sigue siendo la falta de previsibilidad comercial, en un mercado doméstico que ya lleva ocho años (desde 2006) bajo intervención oficial.

Esta sensaciones encontradas son las que se percibieron entre los asistentes a la Jornada Trigo 2014, convocada por la Bolsa de Cereales de Córdoba y organizada por el programa televisivo Agroverdad, con el apoyo de La Voz del Interior y La Voz del Campo.

“No sólo el clima decide la siembra de trigo. Se necesitan reglas comerciales claras”, sostuvo en la apertura de la jornada Juan Martín Buteler, presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba.

El directivo está convencido de que Córdoba puede recuperar parte de la superficie triguera perdida en las últimas campañas, en un escenario de previsibilidad comercial. Para ello reclamó la eliminación del Registro de Operaciones de Exportación (ROE) y de los derechos de exportación.

En un intento por estimular la siembra del cereal, el Gobierno provincial estudia la implementación de una línea de financiamiento promocional a través del Banco de Córdoba. El crédito contaría con un subsidio del 50 por ciento de la tasa de interés y un plazo de cancelación de 270 días.

“El área sembrada con trigo en la provincia no debería bajar de las 600 mil hectáreas y el año pasado apenas se sembraron 170 mil”, comparó el ministro de Agricultura de la Provincia, Julián López.

El funcionario también reclamó al Gobierno nacional “reglas claras, para que los productores de trigo no se conviertan en la variable de ajuste”, en momentos en que se están acordando valores máximos para el pan. La cartera agropecuaria trabaja además en la confección de una Mesa Provincial de Trigo, un ámbito en el que se articularán temas vinculados con el financiamiento para la producción, cuestiones sanitarias y técnicas y de elaboración de propuestas para la Nación.

Clima y precios

Mientras esperan intensificar el ritmo de la cosecha de granos gruesos en los próximos día, los productores comienzan a diagramar la posibilidad de incluir al trigo en la rotación agrícola de la futura campaña. Muchos tienen toda la intención, pero el freno sigue siendo el aspecto comercial.

No obstante ello, las expectativas iniciales son de un mayor interés por el cultivo. “Se espera poder superar a nivel nacional los cuatro millones de hectáreas”, afirmó María Sol Arcidiácono, analista de mercado de la firma Intagro, de Rosario.

Con el perfil bien provisto de humedad, las condiciones agronómicas para incluir al cereal de invierno en la rotación son las mejores en buena parte de la provincia.

Inclusive, hasta el precio a cosecha brinda buenas oportunidades. “La posición enero en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) cotiza a 209 dólares por tonelada. Una opción para el productor es comprar un PUT de 202 dólares la tonelada, que tiene una prima de seis dólares, que permitiría no sólo asegurar costos sino también un piso de cotización. Cualquier suba por arriba de 196 dólares es más ganancia”, sostuvo Arcidiácono.

Desde el hemisferio norte, donde se origina el 87 por ciento de la exportaciones trigueras, no llegan buenos reportes. A la conflictividad desataca entre Rusia y Ucrania (devenidos en grandes jugadores del mercado del cereal) se le suman los interrogantes respecto a la salud de los trigos invernales en Estados Unidos.

El Departamento de Agricultura de ese país (Usda) difundirá el próximo 7 de abril un informe sobre el desempeño del cultivo, aunque las informaciones preliminares anticipan que la condición de los lotes no es buena luego del invierno.

“El frío intenso habría afectado al cultivo que se encontraba en estado de latencia debajo de la nieve. Para colmo, ahora se suma una sequía que afecta la etapa final de su ciclo”, destacó la analista de Intagro.

Bajo estas condiciones, el estado de entre “bueno a excelente” del cultivo se habría reducido a la mitad.

El escenario de beligerancia en el Mar Negro y la incertidumbre que genera el estado de los trigos estadounidenses ya fueron procesados por el mercado. El resultado, el trigo mayo en Chicago subió 60 dólares por tonelada. Que Estados Unidos, el principal exportador mundial del cereal, tenga problemas con su producción es un dato alcista para las cotizaciones.

Los fondos especulativos tampoco se quedaron quietos. La posición vendedora que tenían meses atrás (a la espera de una baja en la cotización) se revertió en un comportamiento comprador. “De los 53 mil contratos vendidos que tenían pasaron a tener 10 mil en condición comprador”, comparó Arcidiácono.

Durante la última campaña, Estados Unidos fue el principal proveedor de trigo a Brasil. Hasta los puertos del vecino país llegaron seis millones de toneladas del grano estadounidense. Desde Argentina sólo se embarcaron un millón.

Del saldo exportable de la pasada campaña, sólo quedan 500 mil toneladas de trigo argentino por embarcar. Los envíos se realizarían en los próximos meses y sólo involucrarían a los puertos del sur de Buenos Aires, la única zona donde aun queda el cereal 2013/14.

Producción

720 millones de toneladas fue la cosecha de trigo a nivel mundial durante la pasada campaña.

Exportación

500 mil toneladas de trigo argentino son las que aún quedan por autorizar. El saldo estaría reservado al sudeste bonaerense.