La Cámara Federal de Casación Penal designó a los jueces que deberán juzgar nuevamente a Elda Balla, acusada de regentear un kiosco de venta de drogas en su domicilio.
En 2013 había sido absuelta, pero la sentencia fue anulada y se ordenó un nuevo juicio.
La madre del narcotraficante paranaense Gonzalo Caudana volverá a ser juzgada, en una causa donde se la acusa de haber montado un kiosco de venta de drogas en su domicilio junto a otro de sus hijos. Elda Liliana Balla había sido absuelta en primera instancia, pero luego la Cámara Federal de Casación Penal anuló la sentencia, ordenó realizar un nuevo juicio y apartó a los integrantes del Tribunal Oral Federal de Paraná. Está acusada por.
El segundo juicio todavía no tiene fecha, pero sí a los magistrados que tendrán a su cargo el nuevo debate oral y público: Ricardo Vázquez, Otmar Paulucci y Jorge Venegas Echagüe, que actualmente se desempeñan en tribunales rosarinos, fueron designados para integrar el tribunal ad-hoc que la juzgará por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, que prevé una pena de entre 4 y 15 años de prisión, según pudo saber Página Judicial.
Lo primero que hicieron los magistrados fue convocar para el próximo lunes al fiscal José Ignacio Candioti y el defensor Jorge Qüesta a una audiencia preliminar donde se fijarán algunos criterios de cara al nuevo juicio, en los términos previstos por una acordada de la Cámara Federal de Casación Penal que establece reglas para agilizar causas complejas.
Las “reglas” apuntan a evitar la repetición de pruebas de un juicio a otro, la exposición reiterada de los testigos y la reedición de discusiones ya saldadas sobre hechos indiscutidos. Según pudo saber Página Judicial, el objetivo de esta “audiencia preliminar” es acordar entre las partes cuestiones operativas del juicio, como la fecha del debate, la prueba que se admitirá, si se reproducirán las declaraciones de aquellos testigos que testimoniaron en el primer juicio o hasta la posibilidad de admitir la reproducción de videos y medios audiovisuales que se encuentren incorporados en otros debates, por ejemplo.
El kiosco de droga
Elda Liliana Balla, de 51 años, había sido absuelta en septiembre de 2013, en un juicio en el que resultó condenado uno de sus hijos, Kevin Andrés Gómez, a cuatro años y seis meses de prisión, por tener un kiosco de droga en su casa de calle Gobernador Febre, entre Avenida Almafuerte y Lucio Mansilla, de la capital entrerriana.
La mujer y su hijo fueron detenidos el 8 de julio de 2012, en un procedimiento que duró más de diez horas, en el que efectivos de la Dirección de Toxicología de la Policía de Entre Ríos incautaron 26 bochas de cocaína (55 gramos en total) en distintas partes de la casa: 25 distribuidas en tres recipientes en una alacena de la cocina y 1 en la habitación de Gómez, donde también se halló un cuchillo con restos de droga.
En la vivienda también se encontraron bolsitas de nylon vacías similares a las que contenían el estupefaciente, dos balanzas de precisión, teléfonos celulares, chips, nueve armas de fuego y una gran cantidad de proyectiles, lo que también motivó otra causa penal que está en trámite en la Justicia provincial.
El operativo se concretó después de tres meses de investigación, a partir de un estado de sospecha, e incluyó tareas de vigilancia, filmaciones y tomas fotográficas que mostraban movimientos de gente “a toda hora, especialmente de noche”. Durante el juicio los policías que participaron de esa pesquisa hicieron hincapié en que la vivienda mostraba un desfile de personas por la casa, especialmente en horarios nocturnos.
De hecho, minutos antes del procedimiento la Policía interceptó a dos personas que salían de la casa y tenían entre sus ropas cocaína de la misma calidad y acondicionamiento que la hallada luego en el interior de la vivienda.
Sin embargo, el tribunal integrado por Lilia Carnero, Roberto López Arango y Noemí Berros condenó a Gómez, pero descartó la culpabilidad de Balla, basado en que la mujer estaba enferma al momento del procedimiento y utilizando la figura de la “excusa absolutoria”, en orden de privilegiar los vínculos familiares entre madre e hijo.
Ello a pesar de que los informes de inteligencia mostraban que la mujer también participaba de la comercialización de los estupefacientes que se encontraron en su domicilio y que en las filmaciones se advierten hechos concretos en los que la propia Balla entregaba la droga a las personas que llegaban hasta su casa cuando su hijo no estaba presente. De hecho, así ocurrió con las personas que fueron interceptadas antes del procedimiento.
Además de Kevin Gómez, Elda Balla es la madre de Gonzalo y José Oscar Caudana, ambos cumpliendo penas por tráfico de estupefacientes. Es también hermana de Carlos y Oscar Balla. El primero, ex integrante del grupo parapolicial Comando Paraná, que era el brazo entrerriano de la Triple A, y condenado a reclusión perpetua por el crimen del escribano Rubén Calero, perpetrado en 1991; el segundo, ex titular de la Dirección Provincial del Trabajo en los últimos gobiernos peronistas.
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