Por Macarena Ramírez

Las negociaciones entre el oficialismo y la oposición en la provincia de Buenos Aires por diversos cargos en organismos públicos entran en etapa de definiciones y, con ello, cada contendiente tensa más la cuerda para obtener mayor rédito político. En el centro de la escena se encuentra la presidencia del Tribunal de Cuentas bonaerense, un cargo vitalicio para el que el gobernador Axel Kicillof propone a su incondicional Federico Thea. Con la apetencia de sillas en el directorio del Banco Provincia y en diversas comisiones de la Legislatura, Juntos objeta al extitular de la Secretaría General, aduce que le “faltan de pergaminos” y arroja sobre la mesa de discusión otros tres nombres para el cargo, mientras el Ejecutivo insiste con su postulante y blande la hoja de un pacto no escrito.

Más de media docena de legisladores y referentes de Juntos en la provincia de Buenos Aires con los que dialogó Letra P coinciden en la crítica al hombre elegido por Kicillof para ocupar el estratégico sillón del Tribunal de Cuentas que deja Eduardo Grinberg. Aducen falta de experiencia, poca predisposición al diálogo y su vínculo con el gobernador; Thea es, en efecto, uno de los hombres que goza de su mayor confianza.

“La negativa está principalmente en su falta de recorrido dentro de la administración pública, va a auditar cosas que nunca hizo”, afirmó a este medio un legislador de Juntos metido en la rosca por la designación de cargos. Otro, con silla en la Cámara de Senadores, describió al extitular de la Secretaría General como “alguien que no conoce la gestión” y tiene “un estilo de poco diálogo”. Un funcionario con despacho en un municipio del conurbano gobernado por Juntos remarcó que se necesita que la persona que ocupe ese cargo sea “ecuánime” y que Thea es “un soldado de Kicillof que no tiene otros pergaminos”.

Ante la consulta de Letra P, fuentes del ejecutivo bonaerense fueron contundentes: explicaron que en la reunión que el oficialismo mantuvo con la oposición en diciembre en la que destrabaron el tratamiento del Presupuesto y la modificación a la ley de reelecciones se acordó la aprobación del pliego de Thea conjuntamente con el reparto de las sillas del directorio del Banco Provincia. En aquella reunión, según afirman en Todos, por la oposición estuvieron el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y el presidente del bloque de Juntos en Diputados y titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad.

Según un dirigente de diálogo cotidiano con Kicillof, en aquella reunión se acordó posponer la designación de Thea en el Tribunal de Cuentas como garantía de que los pliegos de tres directores de la oposición para el Bapro se tratarían en marzo. Como publicó Letra P en su momento, el retraso de los nombramientos de los directores en representación la oposición se debió a que ésta no logró acordar internamente. Aún hoy sigue la paritaria en Juntos para determinar con cuánto se queda cada tribu.

“En primera instancia, no nos vamos a mover de nuestra propuesta. Nuestro candidato es Federico Thea”, sentenció alguien con despacho en el edificio gubernamental de La Plata. En paralelo, desde la oposición aseguran que Thea está buscando canales de diálogo con intendentes y legisladores de Juntos para empujar su postulación.

Pero en la oposición no se limitaron sólo a cuestionar la propuesta de Kicillof, también se animaron a proponer muletos. Un legislador del PRO mencionó al actual ministro de Justicia, Julio Alak. Otros dirigentes consultados por este medio ratificaron las virtudes del exintendente de La Plata. “Tiene el perfil necesario; pasaría sin problemas (la votación); fue intendente, conoce la administración pública, es un hombre de diálogo, le cae bien hasta a los nuestros”, concedió. De una ronda de consultas en Juntos, surgieron otros dos nombres para reemplazar al chico Kicillof: los diputados Carlos Moreno y Rubén Eslaiman.

El próximo lunes 28 de febrero, Grinberg deberá dejar el cargo que ocupa desde 1987. Esta semana no habrá sesiones, por lo que la silla quedará vacante hasta tanto haya acuerdo entre oficialismo y oposición, algo que llevará más tiempo, según reconocen en ambos campamentos. Si bien la aprobación del pliego es por mayoría simple, el oficialismo necesita alcanzar el consenso para un cargo de semejante peso. Busca, además, evitar exponer a la vicegobernadora Magario en un desempate. Cabe recordar que en la Cámara alta bonaerense el Frente de Todos y Juntos cuentan con 23 bancas cada uno.