Puntos clave
Alberto Ángel Fernández tomó las medidas de restricción de la circulación por el coronavirus luego de hablar largas horas por teléfono, zoom y Facetime con los ministros y gobernadores pero tuvo que definirlas en soledad, soportando el aislamiento que le impuso su propio contagio. Con traje color “azul de día” y una corbata Salvatore Ferragamo que le había regalado el viernes pasado para su cumpleaños la pareja presidencial, Fabiola Yáñez, el Presidente anunció el miércoles los detalles del decreto que publicó ayer mismo en el Boletín Oficial. ¿Cómo sigue esa historia? Este viernes, Fernández le mandó a su equipo que envíen funcionarios a observar el comportamiento y el “clima” entre la gente en las estaciones de Retiro, Once y Constitución con las nuevas medidas. Fernández quiere saber cómo impactaron las restricciones en esos tres lugares porque son los principales puntos de conexión entre el conurbano bonaerense y la Capital Federal, los dos lugares que volvieron a convertirse en las zonas calientes de la pandemia. El Gobierno incluso mandó a hacer encuestas para medir qué recepción podrían tener las medidas, y detectaron que buena parte de la población está dispuesta a aceptarlas.
Alberto Fernández en Olivos.
Luz, cámara, tapabocas...
Carla Vizzotti quiere tapaboca y nariz para todos y todas. La idea se consolidó en las últimas apariciones televisivas de la ministra de Salud, quien las afrontó con el barbijo puesto. Por eso, la encargada sanitaria de la administración de Alberto Ángel Fernández ya habló con sus colaboradores y con pares suyos del Gobierno para ver cómo instrumentar la medida, que promete polémica.
¿Cuál es el plan? Vizzotti quiere que en los programas de televisión donde haya varias personas en una misma mesa o panel, los periodistas o participantes usen barbijo. La idea es no solo para el cuidado de los asistentes a la tevé se cuiden sino como ejemplo para los millones de argentinos que miran noticieros, programas periodísticos o de debate. Para eso, la ministra ya hurgó en la industria para ver cómo podrían ser unos barbijos transparentes, de modo que se vea la boca -y la sonrisa- de conductores, invitados y figuras de la televisión local. Vamos al corte...
Ministra Carla Vizzotti / AFP
The Star-Spangled Banner
Como contó Clarín, esta semana pasó por Argentina el jefe del Comando Sur, el almirante Craig S. Faller, justo en medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y tras la conversación telefónica que mantuvo el canciller Felipe Solá con el secretario de Estado del gobierno de los EE.UU., Antony Blinken. El arribo del almirante Faller incluyó una reunión con el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y un recorrido por la Ciudad de Buenos Aires y por Ushuaia. El dato clave es que Faller es responsable de toda la cooperación de seguridad del Departamento de Defensa en las 45 naciones y territorios de América Central y Sur, y el Mar Caribe, o sea, un jugador clave de la geopolítica. Por eso, esta visita no pasó desapercibida en el Instituto Patria, desde donde asignan un rol especial a dos jugadores: en el búnker K "dicen" que Máximo Kirchner y Wado De Pedro estuvieron atentos a esta llegada. Y por algo destacan que, en la visita de Faller a Ushuaia, se vea con el intendente local camporista Walter Vuoto.
En el camporismo también siguen al minuto a otro visitante por venir, como es Juan González, encargado de América Latina y Caribe del Consejo Nacional de Seguridad, enviado de Joe Biden al país. Make Great La Cámpora Again...
El ministro de Defensa Agustín Rossi con el jefe del Comando Sur, Craig Faller
Al ruedo político
Juntos por el Cambio sumó, en la provincia de Buenos Aires, a un nuevo protagonista: se trata de Ariel Diwan, conocido en la localidad de Morón por sus actividades como productor teatral y agente inmobiliario, quien ahora decidió darle un giro a su vida para mostrarse como un jugador político. Diwan se muestra como un crítico del actual intendente de Morón, Lucas Ghi, y se referencia como parte del equipo de Martín Lousteau y de Emiliano Yacobitti.
Fueron pareja y durante un tiempo Diwan creyó que era el padre de Ian. Pero el hijo finalmente era de Francisco Delgado. Gisela ahora deberá pagarle dos millones de pesos por un juicio laboral que perdió contra el productor.
Para quienes no lo conocen de la política, el productor teatral protagonizó un culebrón mediático hace un tiempo, cuando el hijo que estaba criando como propio junto a la modelo Gisela Bernal no era suyo en realidad, lo que derivó en un estudio de filiación y un juicio millonario por el jaleo. Ahora, Diwan se quiere alejar de esa polémica y se muestra cerca de Lousteau y dentro de la fuerza donde conviven Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. ¿Se definirá como un halcón o una paloma del macrismo?
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