“Nos tienen que escuchar antes de que hagan esta barbaridad”, dijo a Letra P Ricardo Lasca, del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial. Transitar la traza ida y vuelta costaría $180.
La expansión de la estatal AUBASA por fuera de los límites de la autopista Buenos Aires-La Plata ya es un hecho con la firma del decreto de la gobernadora María Eugenia Vidal a partir del cual la Provincia se hace cargo de la concesión de la ruta 6. Pero el proyecto que el Ejecutivo bonaerense tiene para esta traza, fundamentalmente en lo que refiere al sistema de peajes, despertó una marcada resistencia de entidades como el Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial (CONADUV). Su coordinador, Ricardo Lasca, detalló a Letra P que la administración vidalista prevé instalar tres estaciones de peaje en distintos puntos de los escasos 180 kilómetros de extensión que tiene la mencionada autovía, algo que no dudó en calificar como “un disparate”.
“Vidal nos tiene que escuchar antes de que hagan esta barbaridad”, remarcó para enfatizar que han solicitado audiencias con la mandataria provincial en reiteradas ocasiones pero los “derivan a funcionarios de cuarta línea”.
Bajo este escenario, Lasca comentó que días atrás se reunieron con la coordinadora de la Unidad de Análisis Económico Regulatorio de Concesiones Viales de la Provincia, Guillermina Cinti, quien les adelantó la instalación de estas tres estaciones de peaje a una tarifa que oscilará, cada uno y según el porte del vehículo, entre 25 y 30 pesos. “Transitar la traza ida y vuelta va a costar hasta 180 pesos”, alertó con indignación el hombre de CONADUV.
ADUANAS INTERIORES. Al argumentar la oposición del organismo que representa a este mecanismo para tarifar la ruta 6, Lasca apuntó: “Esta concesión es claramente antieconómica por el bajo caudal de tránsito y es inconstitucional porque no hay camino alternativo”. Por esto, consideró: “No son peajes, son aduanas interiores. El peaje es una contraprestación, está concebido cuando uno construye y con camino alternativo libre de pago, sino termina siendo una cabina de impuesto”.
Tras insistir en lo “inviable” del proyecto, pidió que no se tome “de rehén por 27 años” al usuario vial, al tiempo que alertó sobre “el costo de las garitas y costos operativos” de este sistema.
CON LA RECETA DE AUSA. En este sentido, el coordinador de CONADUV advirtió que en trazas donde ya existen estaciones de peaje, “el 65% de la recaudación va para la masa salarial, para el camino sólo el 12%, por eso no se ven obras”.
Mientras la Provincia busca avanzar también sobre la obtención de las concesiones en las rutas balnearias 2 y 11, Lasca afirmó que con AUBASA se busca “replicar el modelo de AUSA”, empresa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que orbita las autopistas porteñas, tarifando las trazas para sólo abocarse “al mantenimiento” de las mismas, ante lo cual advirtió: “A la larga trabajan los privados”. Por esto, puso en duda que el pase a la órbita provincial de la ruta 11 represente un avance hacia la finalización de la doble vía en la traza (sólo un 25% se concretó).
Por otro lado, Lasca cuestionó “la indiferencia total” de la Legislatura bonaerense ante los planteos que vienen realizando los usuarios viales ante esta situación ya que sólo mantuvieron una reunión con el titular de la Comisión de Obras Públicas de Diputados, César Torres. También, detalló que se comunicaron con el vicegobernador Daniel Salvador y con el ministro de Coordinación y Gestión Pública, Roberto Gigante, pero que ninguno hizo lugar a las demandas de la entidad. “Tenemos un gran malestar, estamos desilusionados por no ser escuchados por la gobernadora Vidal y el ministro Cenzón”, remató Lasca.
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