La difícil digestión mutua de una convivencia entre demócratas y socialistas y entre el Pro y Libres del Sur; las diferencias entre massistas y macristas y el carácter 'innegociable' de la fórmula radical Cornejo-Montero, aparecen inicialmente como las primeras dificultades a superar en la conformación del pretendido frente opositor con el que la UCR aspira a arrebatar la provincia al PJ en las adelantadas elecciones.

Las heterogéneas fuerzas políticas a las que el precandidato a gobernador Alfredo Cornejo les propone que conformen junto a la UCR un frente de oposición en Mendoza para competir electoralmente contra el oficialismo, empezaron mostrando una actitud inicial permeable a la iniciativa.

Pero también exhibieron condicionamientos contrapuestos que hacen inevitables los cortocircuitos entre los invitados. La conformación de un frente opositor en la versión 'extralarge' del cornejismo (del PD al PS) se muestra difícil de llevar a la práctica, aunque por el momento es difícil saber cuáles fuerzas políticas terminarán cerrando un entendimiento y cuáles se alejarán disconformes.  

Durante la presentación de la fórmula radical 'innegociable' para gobernador y vice Alfredo Cornejo-Laura Montero, el intendente de Godoy Cruz hizo hincapié en buscar la mayor amplitud en la conformación de un frente que -pretende- tenga su centro en la UCR.

Los posibles aliados van desde el Pro, el PD y el Frente Renovador (por derecha) a la Coalición Cívica-ARI, Libres del Sur y el Partido Socialista por izquierda.

En principio, de los seis partidos que sumarían, al menos tres de ellos terminarán adoptando una postura final mediante congresos o plenarios en los primeros días de febrero: el PD, el PS y Libres del Sur.

El senador Gustavo Cairo del Pro fue claro: “No vamos a ser parte de una alianza que también integre el Frente Renovador porque representa más de lo mismo, la continuidad del peronismo en el poder con distinto ropaje”, disparó oponiéndose a la presencia del massismo.

En cambio desde el Frente Renovador se afirmó que “lo vemos con buenos ojos. No es descabellado un frente de este tipo. Está en línea con la esencia de la conformación del propio Frente Renovador”.

El propio Daniel Cassia remarcó que “no somos excluyentes de nadie”, con lo que dejó abierta la puerta a compartir espacios con el Pro (pese a los rechazos de Cairo). La decisión final sobre la actitud en Mendoza será adoptada por el propio Sergio Massa con la comisión política nacional del Frente Renovador.

“No hemos previsto  discutir y explorar la posibilidad de  articulación de una alianza o Frente Por Mendoza con el Partido Socialista o Libres del Sur”, confiesa el presidente del PD, Richard Battagión. Recuerda que los demócratas tendrán su convención el próximo 6 de febrero, momento en el que se terminará de definir la política de alianzas.

"Con el Pro el diálogo es natural pero estamos dispuestos a hablar con todas las fuerzas anti K”, agrega Bataggión. “El tema de la fórmula es central”, deja caer, lo que hace presumir roces con la UCR por el carácter 'innegociable' de Cornejo-Montero.

“La condición principal (para el frente) es la defensa de la autonomía de Mendoza y un cambio diametral de modelo para volver a hacer viable y sustentable a Mendoza”, remata.

En tanto, en el ala izquierda del pretendido frente opositor también hay consideraciones: “Nos hace un poco de ruido la presencia del PD, el Pro y el Frente Renovador. No es de lo más cómodo. Pero en términos generales vemos bien a este frente que venimos charlando”, confiesa el titular de Libres del Sur en Mendoza, Ernesto Mancinelli.

“Tenemos la confianza de que la impronta será de la UCR y Cornejo es una garantía de gestión progresista como la que ha hecho en Godoy Cruz”, agrega Y compromete la presencia de Libres del Sur “en la medida en que esté reflejada en las listas”.

Por su parte, desde el Partido Socialista, el dirigente Sebastián Melchor remarca que “el PS tiene como socios naturales a la UCR, a la Coalición Cívica-ARI y a Libres del Sur”. En la medida en la que estos tres protagonistas “sean la columna vertebral del frente”, se permite dejar una puerta abierta a la presencia de partidos ubicados en veredas ideológicas distintas como el Pro y el PD.