Los concejales de la Capital no reflejaron en sesión la cercanía política que desde las celebraciones del Bicentenario alimentaron el intendente Germán Alfaro y el gobernador Juan Manzur.

Ediles del interbloque Acuerdo para el Bicentenario -ApB, afín a la Municipalidad- y de Tucumán Crece -cercano al Gobierno provincial- se cruzaron con munición gruesa. Mientras que el bloque manzurista arremetió contra la tarea del titular del Plan Belgrano,José Cano, y denunciaron que el ApB evita tratar sus proyectos; los alfaristas defendieron la gestión del intendente. Ricardo Bussi y Eduardo Verón Guerra, de Fuerza Republicana (FR), se enfocaron en enumerar promesas incumplidas por Alfaro.

Luego de 90 días desde el anterior debate en el recinto (la última sesión fue el 28 de abril, aunque el 5 de julio hubo una sesión homenaje por el Bicentenario en la Casa Histórica), la discusión política no estuvo en el tratamiento de los 45 proyectos incluidos en el orden del día, sino en las iniciativas que quedaron fuera: el proyecto de adhesión a la ley provincial Alcohol Cero, y la iniciativa de blanqueo de los peones de taxi. Casi la mitad de las seis horas de sesión se insumió en el conflicto político. Mas de veinte proyectos eran de repavimentación, cordón cuneta, perfilado de calles de ripio, colocación de semáforos, limpieza de barrios o colocar basureros en las paradas de colectivos. 

José María Franco (ApB) pidió la palabra a las 9.20, apenas empezó la sesión, para recordar a Eva Duarte por un nuevo aniversario de su muerte. Bussi pidió la palabra antes de que finalice el homenaje. “Hace poco se cumplieron nueve meses de gestión del intendente. Se ha consumido el 20% del mandato de Alfaro. El plazo de gracia de la nueva gestión finalizó. El servicio de transporte público a pesar del tarifazo es un espanto. Los taxis de la ciudad están entre los peores del país. El 20% de la ciudad no tiene cloacas, y la suciedad de barrios enteros es tremenda”, enumeró Bussi. Reclamó que Alfaro no inició ninguna medida de fondo para solucionar problemas vecinales. “Después de 12 años de alperovichismo y amayismo las calles parecen Kosovo”, cuestionó. 

Dante Loza (Tucumán Crece) se ocupó del siguiente golpe. “Lamento que muchos funcionarios estén enfocados en otra agenda distinta a la de la gente en la calle, que no llega a fin de mes por los tarifazos”, disparó Loza solapadamente contra Domingo Amaya, que formó parte del alperovichismo 11 años y ahora integra el gabinete del presidente Mauricio Macri. El vicepresidente primero del cuerpo, Raúl Pellegrini, salió a defender la gestión municipal. Mizrahi pidió de inmediato la palabra al presidente Javier Aybar para responderle al radical. 

“Al fin tenemos un municipio con autonomía económica. Tal como dice la Constitución Nacional. Tenemos sentado a un intendente que gobierna para la ciudad, puede cometer errores pero tiene muchos aciertos. Tenemos un intendente con todas las letras por cuatro años, y no sé si más”, salió al cruce Pellegrini. 

“Hay mucho tema que no llegó al recinto después de tres meses sin sesionar. La modificación al sistema del Sutrappa, mal llamado blanqueo, y la adhesión a la ley de Alcohol Cero. Parece que hay un pecado original de la firma: los dos proyectos fueron presentados por nuestro bloque hace más de cuatro meses pero duermen en una comisión (Peticiones y Poderes) en la que no tenemos integrantes”, reclamó Mizrahi.Sandra Manzone (ApB), presidenta de esa comisión, arqueó las cejas. 

Manzone acomodó los papeles en su banca antes de responder: “jamás se ha cajoneado nada, no ha quedado proyecto sin tratar. Trataremos el proyecto de adhesión a la ley de Alcohol Cero y le daremos dictamen con correcciones, para perfeccionar los controles. La iniciativa ingresó en abril, justo cuando el intendente rescindió un convenio, que se extendió por una década, por el que la Provincia realizaba controles de tránsito y las multas las debía recaudar la Municipalidad. Sin embargo nunca ingresaron fondos”, levantó el tono de voz. Para Manzone, el acuerdo incumplido significó una pérdida de $15 millones a la Intendencia. “La mitad del orden del día tiene dictámenes de mi comisión, sin importar la bancada que los presentó”, se defendió. Mizrahi la miraba de refilón desde su banca. 

Aybar le dio la palabra a Agustín Romano Norri (ApB). El radical sostuvo en alto un voto del año pasado que incluía a Daniel Scioli, a José Alperovich y a José López. “El otro día me encontré con esto. Hay que hacerse cargo del pasado y tener memoria. El plan Belgrano no traerá el cordón cuneta de López, porque es un plan de infraestructura. Ahora aparecen los bolsos, no nos olvidemos. Me sorprende lo que sucede con los taxistas, porque seguro que en las 6.000 unidades del Sutrappa hay alguna oveja negra, como pasó en el FpV”, disparó el hijo del ex legislador Federico Romano Norri. 

Transcurridas tres horas de sesión, finalmente se pasó a tratar el temario. Los 45 proyectos se aprobaron con los votos de los tres bloques: ApB, Tucumán Crece y FR. Entre las ordenanzas sancionadas, se destacaron la creación de un Banco de Elementos Ortopédicos, el programa de Reducción de Daños (campaña de prevención en adicciones), y una licencia de cinco días a todas las mujeres que trabajen en la Municipalidad y hayan sido víctimas de violencia doméstica (la licencia se suma a la prevista en la ley nacional de Protección Integral de Mujeres). También se aprobó la creación de un Consejo de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, entre otros.

El conflicto político volvió al recinto pasadas las 15. Terminados los asuntos del día, el concejal Juan Luis Pérez (Tucumán Crece) pidió tratar sobre tablas su proyecto de adhesión a la Ley de Alcohol Cero. La bancada no alcanzó los 12 votos necesarios (dos tercios del cuerpo) para tratar la iniciativa. “No puedo creer que les interesen tan poco las muertes de accidentes de tránsito”, disparó al aire el manzurista. Roberto Ávila (ApB) también presentó sobre tablas una iniciativa para reducir las bolsas plásticas en los comercios. El manzurismo evitó acompañar. Manzone, Mizrahi, Pellegrini y Bussi volvieron a pedir la palabra para repetir los argumentos de la discusión de la mañana. Franco levantó las manos y dijo con sarcasmo: “oh, creo que vivo un deja vú”.