Todo parecía indicar que una mayoría de concejales iba a aprobar una propuesta de Vercelli Hnos que planteaba un incremento del 18% en las tarifas de todos los pasajes. Sin embargo, el massismo pidió un cuarto intermedio y reunión de presidentes de bloque. Allí se rompieron los acuerdos mínimos y el asunto quedó sin tratamiento. Vaticinan conflicto social.
Finalmente, en la sesión extraordinaria que el Concejo Deliberante celebró ayer quedó sin tratamiento el pedido de la empresa Vercelli Hnos, concesionaria del transporte público de pasajeros que desde noviembre de 2014 viene solicitando una actualización del cuadro tarifario que rige para el servicio. El desenlace de la cuestión resultó sorpresivo, puesto que minutos antes de iniciado el encuentro deliberativo existía un acuerdo (no unánime, aunque sí mayoritario) para aprobar un cuadro tarifario que la propia prestataria había alcanzado al Palacio Legislativo ayer mismo, bien temprano por la mañana.
Sin embargo, tras un breve cuarto intermedio solicitado por el bloque del Frente Renovador, fue evidente que ese acuerdo había quedado quebrado: tan es así que una vez reincorporados a sus bancas, ninguno de los concejales pidió el tratamiento (ni siquiera el ingreso) de la propuesta tarifaria presentada por la empresa. El asunto no se trató. ¿Qué pasó en el medio? Hubo tres explicaciones para un mismo hecho, según de qué lado se contaba la cosa. En lo que sí coincidía la mayoría, era en la posibilidad de que la situación desemboque en un conflicto social que todos reconocieron como indeseable.
Primero los hechos, en orden cronológico. Al menos, los más recientes. El miércoles se habían reunido los presidentes de los diversos bloques y espacios políticos para, entre otras cosas, intentar determinar si el tema del boleto se trataba o no en la extraordinaria del día posterior. Allí no habían aparecido certezas, por lo que los integrantes de la reunión acordaban volver a juntarse en la mañana de ayer, minutos antes de la sesión. Ahora todo parece indicar que en aquel momento ya conocían lo que -en cuestión de unas pocas horas más- iría a suceder.
Y lo que sucedió fue que la propia empresa Vercelli Hnos decidió cortar por lo sano para destrabar el punto que mantenía la situación estancada. Más allá de los reiterados pedidos de la prestataria (con los cuales se conformó el expediente que obra en el Concejo Deliberante), lo que no existía era un proyecto concreto para ser votado: un cuadro tarifario con valores que reemplacen a los de las tarifas vigentes. Ningún bloque quería cargar con la antipática etiqueta de ser el “impulsor” de los aumentos. Sobre todo, si ni siquiera existía una mayoría que pudiese respaldar ese proyecto.
Finalmente, fue la propia empresa la que presentó el eventual nuevo cuadro tarifario. La nota llegó bien temprano al Palacio Legislativo, proponiendo incrementos del 18% por ciento a todas las tarifas. Así, el pasaje local que hoy cuesta 5,90 pesos treparía hasta los 7,00. Y los diferenciales para estudiantes y jubilados pasarían a 0,80 pesos desde los 0,50 actuales.
Qué hacer con aquéllo, era el motivo central de la reunión que los presidentes de bloque ya habían dejado pautada en la víspera. Según lo que trascendió de ese encuentro celebrado minutos antes del inicio de la sesión extraordinaria, existía un acuerdo para tratar y aprobar ese cuadro tarifario.
Sesión abierta
Recién entonces se abría la extraordinaria, con 19 concejales en las bancas y otros tantos vecinos detrás de la barra, quienes exhibían pancartas contra el aumento del boleto (en su mayoría, convocados por el Movimiento Evita y por la Multisectorial por el Transporte Público). El concejal ausente era Carlos Mantelli, integrante del bloque del Frente Renovador.
Desde el estrado presidencial se daba lectura al decreto de convocatoria, se aprobaban las declaraciones de Urgencia e Interés Público de los asuntos que eran motivo de la extraordinaria (entre los cuales no figuraba el cuadro tarifario del transporte) y se daba ingreso a los otros expedientes contenidos en el orden del día. Lo que se imponía entonces, en virtud del acuerdo logrado en la reunión de presidentes, era el ingreso de último momento de la nota remitida por Vercelli Hnos, para que pasara a engrosar el expediente cuyo tratamiento sería solicitado por alguno de los concejales.
Se hizo entonces un breve pero notorio silencio, que fue roto por Luciano Pastocchi, presidente del bloque del Frente Renovador. El massista pedía un cuarto intermedio y una nueva reunión de presidentes de bloque. Al cabo de cuatro minutos, todos egresaron de la oficina de la Presidencia y dieron continuidad a la extraordinaria. En los 40 minutos que demandó la continuidad de la sesión, nadie pidió tratar el delicado asunto del boleto. El tema quedó pendiente, acaso hasta el próximo 9 de abril, fecha en que el Concejo Deliberante celebrará su primera sesión ordinaria del período 2015 (a menos que antes de eso se convoque a una nueva extraordinaria).
Las explicaciones
Cerrada la sesión extraordinaria, el interés giraba en torno a qué fue lo que sucedió durante el cuarto intermedio. Los presidentes de bloque se habían reunido a puertas cerradas y resultó evidente que allí se produjo el quiebre que determinó que el cuadro tarifario para el transporte público no fuera tratado.
Fueron tres las explicaciones ensayadas por los concejales consultados por EL NORTE.
Algunos indicaron que el acuerdo previo consistía en una aprobación por parte de 18 concejales. Los dos que no habían accedido a ese acuerdo, eran Omar Vera y Teresa Verón, concejales del Movimiento Evita que ya habían adelantado que votarían por la negativa. Pero cuentan que después se sumaron a ellos los dirroquistas Tomás Petacci, Jorgelina Glorio y Alejandra Ziehm, y los del Frente Progresista Cívico y Social, Adriana González y Pablo Armanino.
No obstante, del otro lado todavía quedaban doce votos capaces de sancionar favorablemente el proyecto. Aquí comienza la segunda de las explicaciones, esgrimida por concejales del Frente Renovador que, según parece, no confiaron en la palabra de los justicialistas Ernesto Onchalo y Juan Manuel Martínez. Argumentaban que si éstos a último momento decidían virar su estrategia hacia una posición de rechazo o de abstención, se alcanzaban sólo diez votos positivos: un escenario que -debido a la ausencia de Mantelli- obligaba al Presidente del Cuerpo (massista él) a definir la votación con su voto doble, una posición nada envidiable en términos políticos.
En tanto, la tercera de las explicaciones que intentaron dar cuenta de lo sucedido en la breve reunión de presidentes de bloque, apuntó contra el Frente Renovador. En concreto, señalaban que un propio massista no estaba convencido de votar por la afirmativa y que, para no desnudar en público esa “ruptura en el bloque” (así lo interpretaron los tributarios de esta tercera explicación), sus compañeros de bancada decidieron que no pedirían el tratamiento del cuadro tarifario.
Las razones no se excluyen necesariamente unas a otras. Un poco de verdad ha de haber en cada una de ellas. Lo que sí fue evidente es que más que la cuestión técnica, intervino la cuestión política.
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