Las cooperativas de reciclado como la que funciona desde hace años en Gualeguaychú es un modelo a seguir.
En lo que va del año, el Municipio de Gualeguaychú vendió material recuperado de su planta de tratamiento por 19 millones de pesos. Fueron en total 120 toneladas vendidas que implicaron ese importante ingreso a las arcas del gobierno gualeguaychuense.
A otra escala (pero igualmente valedero como ejemplo) Viale recuperó y vendió hace unos días, vidrio, cartón y metales por 3 millones de pesos. En el caso de Viale, todo lo recaudado se distribuye entre los integrantes de la planta de tratamiento.
En el primer trimestre de este 2024, Crespo vendió 36.277 kilogramos de residuos inorgánicos.
A través de su biodigestor, la localidad de Cerrito transforma en gas la totalidad de los residuos orgánicos del pueblo. Con ello abastece a una escuela, a la planta de tratamiento y a un Centro Comunitario.
Tabossi y Seguí son otras de las ciudades donde se recupera una parte de los residuos a través de sus plantas, se destacó en un informe divulgado en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral).
Sin embargo, así como hay localidades donde la separación en origen (domiciliaria) y la tarea posterior de los recuperadores son importantes, hay otras ciudades en las que falta mucho camino por recorrer.
“Le pedimos a la gente que separe los residuos”
Claudia Villagra es titular de la Cooperativa Nueva Vida, una de las tres empresas de la economía social paranaenses dedicadas a la recuperación de los residuos.
La entidad, que en pocos meses cumple diez años de vida, está integrada por 72 operarios divididos en dos turnos. Entre todos, logran recuperar por semana unos 5.000 kilos de vidrio, 1.500 kilogramos de plástico y 1.000 de cartón.
“Los residuos llegan todos mezclados. No hay separación diferenciada. Le pedimos a la gente de Paraná que separe la basura. No es tan difícil; se resuelve con dos tachitos. Lo seco en uno y lo húmedo en otro”, describe y aconseja.
Todo lo que recupera la entidad es vendido a empresas de otras ciudades: el cartón y el plástico se vende a una firma de Buenos Aires; el soplado a una empresa de Rosario del Tala y el vidrio se lleva a la ciudad de Rosario.
“La conformación de la cooperativa nos cambió la vida. Nosotros éramos ‘cirujas’ del Volcadero y allá nos mojábamos o pasábamos frío. Ahora, en este predio tenemos techo, baño, oficina, material de trabajo y elementos de seguridad”, cuenta.
Política pública y hábito diario
Para el integrante de la Fundación Eco Urbano, Horacio Enríquez, el tratamiento de los residuos es dispar en las diferentes localidades entrerrianas. “La situación se presenta muy dinámica, ya que hay municipios que tienen continuidad desde hace años. Depende mucho de la política pública de esa localidad. Federal fue una referencia durante años en la materia y luego se discontinuó. Y así sucede con otras ciudades. No es algo estático. Además, las ciudades más grandes tienen una complejidad mayor. Sucede Paraná y su Volcadero. Por el tamaño de su población, es más difícil que ese vecino separe en origen, y esa separación domiciliaria es el paso fundamental para que una gestión integral e inclusiva funcione bien. Es primordial la participación ciudadana en ese pequeño hábito diario como lo es el de separar los residuos”.
Basurales a cielo abierto, un problema de larga data
El director general de Ambiente y Cambio Climático de la provincia, Maximiliano Gómez, reconoció a “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) que Entre Ríos acarrea desde hace varios años diversos problemas referidos al tratamiento de los residuos, especialmente con la disposición final de los mismos. “No se realiza en su mayoría de manera adecuada y de acuerdo a la legislación vigente”, explicó.
“Hay que destacar el compromiso que públicamente ha asumido el gobierno entrerriano, ya que entiende que la erradicación de los basurales a cielo abierto es prioritaria. Y esto requiere indefectiblemente un trabajo articulado con los gobiernos locales, teniendo en cuenta que el tratamiento y gestión integral de los residuos sólidos urbanos es una responsabilidad, tanto de los Municipios como de las comunas”.
Sobre la judicialización de distintos reclamos por basurales a cielo abierto que se han dado estos últimos años en diversas localidades entrerrianas, Gómez sostuvo: “La justicia ha requerido a esta Secretaría la colaboración y el asesoramiento técnico para contar con información actualizada sobre cada trámite en particular. Además, generó instancias para que podamos articular trabajos conjuntos con los Municipios”.
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