Ocurrió en la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal. El “traspapeleo” fue el argumento que se dio para la demora que tienen las investigaciones, que alcanzan más de cuatro años sin resolución
Los 45 expedientes se encontraban en una biblioteca a la vista de todos en una secretaría de la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal. Estuvieron así durante más de cuatro años sin que hayan sido ingresados oficialmente al tribunal. Eran expedientes de casos de corrupción, algunos de ellos muy resonantes. Pero oficialmente las causas estaban "traspapeladas".
El "traspapeleo" fue la argumentación formal que dio la presidenta de esa sala, la jueza Ana María Figueroa. Así consta en uno de los oficios a los que accedió Infobae.
"Señora Presidenta: Informo a V.E. que las presentes actuaciones fueron recibidas en fecha 23 de noviembre de 2012, según cargo de fs. 109 vta, hallándose traspapelada sin proveer", sostiene uno de los escritos que se repitió en los otros casos. Lleva la firma también del secretario Javier Reina de Allende, sobre quien recayó toda la responsabilidad: se le abrió una investigación administrativa y que está en licencia.
Figueroa fue consultada para esta nota pero la magistrada se excusó de hacer declaraciones y atender las consultas porque, explicó, la investigación administrativa iniciada al secretario Javier Reina de Allende está bajo secreto de sumario.
"Se pueden traspapelar dos, tres fojas de una causa. Eso pasa en un sistema donde está en escrito", coincidieron funcionarios, jueces y fiscales consultados por este medio. "Pero no una causa completa y menos 45", agregaron.
En abril de este año se encontraron en la secretaría de Reina de Allende esos expedientes.
Una de las causas era la llamada "mafia de los medicamentos" que había llegado a Casación en mayo de 2010 cuando el sindicalista bancario Juan José Zanola, su esposa Paula Aballay y otras personas estaban detenidas. La resolución del tribunal llegó semanas atrás cuando los acusados estaban en libertad desde diciembre de 2011.
También había expedientes contra el banquero Raúl Moneta, el Banco General de Negocios (BGN) y el ex juez de la Cámara del Crimen Alfredo Barbarosch, entre otros. No eran sentencias definitivas, sino incidentes de las causas. Cuando se resolvieron, muchos de los planteos ya eran abstractos.
Por el "traspapeleo" la responsabilidad recayó en el secretario Reina de Allende, un hombre con mucha experiencia en tribunales. Se le inició un sumario administrativo y desde julio pasado ingresó en una licencia médica de largo tratamiento.
Antes de comenzar la licencia, el funcionario llegó a comentar que él informaba a los jueces de la existencia de esas causas. El secretario todavía no declaró en el sumario en su contra que lleva el presidente de Casación, Alejandro Slokar. Reina de Allende se jubila el año que viene y todos apuestan a que esa situación llegará antes que su declaración.
En los últimos años la Sala I de Casación fue un tribunal con conflictos y mucho recambio de jueces. Desde 2011 tiene dos vacantes por las renuncias de Juan Fégoli y Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso, lo que obliga a la constante designación de subrogantes. La Sala es presidida desde 2012 por Figueroa –excepto en 2015 cuando fue titular de la Cámara– y por el tribunal pasaron en los últimos años Eduardo Riggi, Gustavo Hornos, Juan Carlos Gemignani, Luis María Cabral y los conjueces Norberto Frontini, Robert Boico y Marcelo Vázquez, nombrados por la mayoría del kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura.
Algunos ven que ese contexto generó un desorden en el tribunal que llevó al llamado "traspapeleo". En esa sala estuvieron durante cuatro años sin resolverse las condenas contra los barras de River Alan y William Schlenker y contra Mario Segovia, "El Rey de la efedrina", que fueron confirmadas este año.
Desde principio de 2016, la Sala I está integrada por Figueroa, Hornos y Mariano Borinsky.
¿Por qué decir que una causa está traspapelada cuando en rigor no lo estaba? "Es un cliché que se usa", responden en Casación.
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