En la reunión de bloque hubo una muestra de unidad después de la polémica votación en por el veto a la reforma jubilatoria de Milei. Por decisión mayoritaria los diputados continuarán en la bancada. Picat, con respaldo local, no participó del asado anoche en Olivos.
Por Carolina Biedermann.
Rodrigo De Loredo activó el operativo unidad para el bloque radical en la Cámara de Diputados. Como lo contó Alfil, anoche se reunieron todos los miembros para discutir lo ocurrido la semana pasada, cuando cinco miembros del bloque cambiaron su voto a favor de la postura del presidente Javier Milei de vetar la nueva reforma jubilatoria propuesta, en principio, por la misma UCR.
La reunión, que fue bastante acalorada, fue impulsada con el fin de calmar las aguas y lograr llegar a buen puerto, mostrando un gesto de unidad en el bloque. Cabe destacar que por fuera de la mirada de la opinión pública ante un voto que ayudó al Presidente en el recorte jubilatorio, el bloque de la UCR es el único, de los más grandes, que aún continúa sin dispersiones. Incluso en la mayoría de los espacios hubo disparidad al momento de votar.
Aunque, cierto es que la novela radical post votación abrió varios capítulos. Uno de los más polémicos fue la decisión del Tribunal de Ética de la Unión Cívica Radical de suspender la ficha de afiliación de cuatro de los miembros de la Cámara baja que votaron en discordancia, temporalmente. Gastón Manes, con la carta orgánica del partido en la mano impulsó la sanción, generando ruido interno no sólo en el bloque, sino también en el partido.
De Loredo respaldó la decisión de los diputados diciendo "no tiene ningún efecto directo sobre el bloque de diputados nacionales de la UCR". Manes no tardó en responder la ofensiva y se despachó con un posteo diciendo que entregaron a los jubilados por algún beneficio propio y mandó al cordobés a leer la carta orgánica partidaria.
Sobre este punto, cabe destacar las intenciones del hermano del presidente del Tribunal de Ética de la UCR, el diputado Facundo Manes, de desplazar a De Loredo de la presidencia del bloque y quedarse con ese lugar. Intenciones que ya no circulan por lo bajo. El desafío del diputado cordobés es continuar sosteniendo la unidad de sus correligionarios, esquivando los ataques y estrategias del fuego amigo para dividirlos y derribar al cordobés.
La jugada de los hermanos Manes es arriesgada. Gran parte de los correligionarios nacionales tildan a la dupla de haber cerrado un acuerdo con Axel Kicillof en provincia de Buenos Aires. De comprobarse este arreglo podrían ser arrastrados por el propio partido al mismo tipo de sanciones por cerrar individualmente pactos con el kirchnerismo.
En tanto, entre los cuatro miembros sancionados está el cordobés Luis Picat. Quien anoche participó de la reunión de bloque vía Zoom y decidió no formar parte del asado al que invitó el propio Milei en Olivos. Cita a la que, el único integrante del bloque radical que asistió fue el tucumano Mariano Campero.
Picat, por su parte, recibió apoyo público de boinas blancas provinciales. Uno de ellos fue Javier Bee Sellares, el dirigente que emitió un comunicado en el que encabezó diciendo “La UCR como partido debe respetar las diferencias”, y agregó “no comparto el camino elegido de suspender dirigentes nacionales, es tiempo de unidad. Bee Sellares responde al gobernador de Corrientes Gustavo Valdés. Precisamente, la línea de los gobernadores radicales se expresaron en contra de la resolución de la Comisión de la UCR. Como también lo hizo el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, de los más críticos con la conducción porteña del partido y quien, en Córdoba, se referencia en la también diputada nacional, Soledad Carrizo.
Asadito federal
Además de las reuniones institucionales en Buenos Aires, hubo tiempo para unos buenos bifes en territorio local para pararse en la vereda del frente de la medida tomada por los correligionarios porteños, sobre el cordobés Picat y los otros diputados sancionados.
Los conflictos nacionales entre Unitarios y Federales continúan sin resolverse. El periodo de la historia desde 1825 en adelante se vuelve a reescribir. La falta de igualdad entre Buenos Aires y el interior sigue siendo una lucha por parte de los gobernadores de las provincias que volvió a florecer con más fuerza desde que asumió Javier Milei a la presidencia, y el modelo se replica en los partidos políticos. Lucha que tiene una parte del PRO que pide menos verticalismo y escucha al interior, y a la que se enfrenta en este momento la UCR.
Javier Fabre, dirigente y concejal de la capital, visitó este martes al mediodía a Luis Picat en Jesús María y posteó en X: “Ante las persecuciones unitarias: desobediencia y radicalismo de verdad, radicalismo federal”. Postura rebelde ante un partido que desde nación baja línea unidireccional y dictatorial para los dirigentes del interior. Además pidió que las nuevas autoridades partidarias de la UCR cordobesa, que asumirán el próximo 30 de septiembre, se expresen sobre el mandato porteño por sobre su diputado radical.
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