En medio del histórico conflicto que tanto los usuarios como el Municipio y el Círculo Médico mantienen con IOMA, ayer hubo una reunión en el recinto del Concejo Deliberante en el marco de la Comisión de Salud para intentar acercar posiciones que contribuyan a destrabar el encono. De la instancia de diálogo participaron los afiliados autoconvocados, autoridades de la obra social estatal, los referentes del Sistema Integrado de Salud Pública, el representante del Círculo Médico de Tandil y concejales de las distintas fuerzas políticas.

El concejal de Juntos por el Cambio, Luciano Grasso, en contacto con el Eco de Tandil, valoró que la reunión fue “compleja” pero rescató como positivo la posibilidad  de que todos los actores se sentaran a dialogar sobre los problemas existentes.

“La conversación fue horizontal y se trataron los problemas que se han agudizado en el marco de la crisis sanitaria. Hubo coincidencias en la gravedad del asunto y la urgencia en solucionarlo”, dictaminó.

Aunque no se llegó a ninguna resolución efectiva, el encuentro sirvió para acordar mesas de trabajo específicas en el corto plazo para abordar cada uno de los frentes de conflicto, dejando de lado las cuestiones político partidarias.

Las demandas 

Ante la escucha atenta del director regional de la obra social, Santiago González, los tres sectores en disputa expusieron sus demandas. Por un lado lo hicieron los afiliados, que desde hace meses ven resentida la atención en distintas especialidades  y centros médicos. La plantilla de IOMA asciende en la ciudad 25 mil usuarios que mes a mes observan cómo se deteriora el acceso a las prestaciones.

En tanto, el referente del Círculo Médico de Tandil, el cirujano Diego Macagno, reiteró que hay una gran cantidad de prácticas  médicas cotidianas que no forman parte del nomenclador y que por lo tanto los profesionales no pueden facturar. Además, reclaman  la actualización de los valores de las prestaciones y una pequeña deuda  por gastos administrativos.

En relación a esos puntos  hubo un encuentro previo en el que se abrió la posibilidad de que la prestadora  acepte incorporar  en un anexo esas  prácticas para que se puedan facturar y dejaron un canal abierto para seguir negociando.

Otro de los temas que preocupaba a la entidad profesional es la eventual apertura de un  policonsultorio de IOMA en Tandil, en  respuesta a  la falta de atención de ciertas  especialidades  médicas que rescindieron los convenios con la prestadora bonaerense.

Al respecto, Grasso aseguró que “quedó claro que no es así, porque los consultorios son una propuesta de IOMA pero no hay precisión  de cuándo ni cómo se implementarían y sólo incluye  atención primaria con médicos clínicos y medicina general, no otras especialidades”.

“El diagnóstico es claro y González reconoció que la única forma de avanzar es generando compromisos de trabajo a corto plazo para resolver cada uno de los puntos críticos”, agregó.

Asimismo, el legislador detalló que aunque había varios inconvenientes  para tratar, la presencia de los afiliados resultó  muy acertada para  que tuvieran la oportunidad de exponer sus pedidos y plantear lo que viven en primera persona. La merma de atención de los profesionales a los usuarios de la obra social, ha volcado cada vez a más personas al sector público, un aspecto nada menor en tiempos de pandemia, por  el nivel de stress que el sistema ostenta.

“Esta ha sido  la forma de intentar resolver los problemas; sentarse cada cara, rendir cuentas y asumir compromisos.  No era una reunión para irse con soluciones definitivas pero sí para redoblar los esfuerzos en este momento tan difícil para la salud de los tandilenses”, cerró.

La deuda con el Municipio 

El tercer eje de conflictividad que se abarcó en el encuentro es el que sostiene la mutual provincial con el Sistema Integrado de Salud Pública, que reclama desde hace meses una deuda que en este momento es de 12 millones de pesos y también puja por el incremento de los valores de las prestaciones  que se abonan en el ámbito estatal,  cuyos rangos permanecen congelados desde 2016 y guardan una gran diferencia con el sector privado.

Con la presencia de las autoridades del ente sanitario, Gastón Morando y Matías Tringler, las partes decidieron continuar trabajando de forma puntual para dar curso a estas demandas. Si bien en marzo IOMA abonó poco más de dos millones de pesos de la deuda total, no hubo más movimientos en esa dirección.

En este punto, Morando expuso que “no soy muy optimista después de la reunión pero que haya encuentros donde se aborden los distintos temas fue positivo porque se socializaron los reclamos” y aventuró que  “IOMA tendrá que avanzar en las negociaciones para ponerse al día con todos”.