Humahuaca (c).- La jornada del martes pasado podría constituirse en el broche de un antes y un después en la historia política de Humahuaca en este incipiente siglo XXI, tras los violentos sucesos vividos el 5 del mes en curso por la frustrada toma de tierras en la zona alta de esta ciudad, por el asesinato de Luis “Pato” Condorí y por el desplazamiento del cargo que ocupaba Roberto Lamas al frente del Departamento Ejecutivo.
Ni la delegación de funcionarios de primera línea encabezada por el ministro Oscar Insausti, enviado por el gobernador Fellner, pudo mantener el “statu quo” establecido por el jefe comunal saliente. “Hay que resolver si o sí el problema de los cesanteados por Lamas”, consideraba la diputada provincial Mirna Abregú en la previa de las deliberaciones con los distintos estamentos en conflicto en Humahuaca, como los remiseros, la familia Condorí en situación de vulnerabilidad, los planteos de la Organización de Barrios del Sur (OBASUR), la interminable problemática de las tierras tanto en su demanda como en la ocupación irregular, y por sobre todas las cosas, fortalecer la institucionalidad política. Como un preludio este último tema irresuelto y agravador por la disconformidad de los cesanteados, desbarató todo el gesto de buena voluntad esgrimido a partir de las 10, en un salón de la Prelatura de Humahaca. “Todos los cesanteados reclamaron a viva voz la inmediata incorporación a planta permanente y el pago retroactivo, lo que no fue aceptado por las autoridades provinciales. Además exigían el alejamiento de Lamas en forma incondicional. Consideramos la inviabilidad de todo lo actuado. Nos retiramos y consideramos que era un deber sesionar, como ediles de la ciudad, para tratar la renuncia de Lamas, cosa que lo hicimos ya la aprobamos por unamidad”, expresó Aldo Cruz, el flamante presidente del Cuerpo Deliberativo.
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