Dirigentes vinculados a Axel Kicillof y Ricardo Quintela, con quienes la ex presidenta tuvo cortocircuitos, se sumaron a la campaña para acusar a la Justicia de un intento de proscripción
Por Joaquín Múgica Díaz
“Ningún peronista va a avalar que otro peronista vaya preso”. Con esa frase sencilla y corta, una legisladora del interior del país definió los movimientos tácticos del peronismo en la jornada de ayer, en la que la Cámara Federal de Casación ratificó la condena contra Cristina Kirchner en la causa Vialidad. Seis años de prisión e inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos. La ex mandataria apelará ante la Corte Suprema.
Ayer el peronismo cerró filas para defender a la ex presidenta. Los leales, los críticos, los que están cerca y los que están más lejos. Todos se alinearon en un solo discurso: la causa no tiene sustento, hay una persecución judicial y la justicia quiere proscribir a CFK para que no pueda ser candidata en los próximos años.
“Un juicio armado por el Partido Judicial sin una sola prueba, una condena escrita de antemano y anunciada con antelación por el periodismo cómplice. La farsa jurídica en la llamada causa Vialidad entristece, pero no sorprende, es la misma metodología utilizada en Brasil y en otros países. Lawfare de manual para disciplinar y proscribir a los dirigentes populares que garantizaron derechos y bienestar a sus pueblos”, escribió Axel Kicillof en las redes sociales.
El caso del gobernador bonaerense es emblemático. Está atravesando el peor momento de la relación con Cristina Kirchner. No se hablan y no hay fecha para que lo vuelvan a hacer. La desazón y el enojo, los reproches y los cuestionamientos dan vuelta sobre ese vínculo que supo ser maternal y hoy es gélido. En ese contexto, el economista no dudó en realizar un fuerte apoyo público a la ex mandataria. La guerra fría tiene límites.
También se expresaron los integrantes del círculo político más chico que tiene Kicillof y que son los principales apuntados por el camporismo, en lo que entienden que es una rebelión contra la conducción de la ex vicepresidenta: los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada), y los ministros bonaerenses Carlos Bianco y Andrés “Cuervo” Larroque.
“El único objetivo del sistema judicial es querer silenciar a Cristina, como lo quisieron hacer más de una vez con el peronismo, afectando fuertemente a la democracia. No pudieron matarla físicamente y ahora la matan penalmente proscribiéndola”, indicó Secco en su intervención en redes sociales. Los argumentos utilizados fueron similares en las expresiones de varios dirigentes.
Es un tema en el que no hay críticas de los distintos sectores del peronismo. Todos respaldan a la ex jefa de Estado. Un claro ejemplo de eso son las caras que estuvieron presentes en el Instituto Patria, luego de que CFK realice una recorrida por Moreno casi en simultáneo al momento en que los jueces confirmaban la condenada del tribunal de primera instancia.
En diálogo con Infobae, la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, aseguró que la ratificación de la condena “fortalece el liderazgo” de CFK y resaltó que “hay una persecución judicial en su contra muy marcada”. “Cristina es muy fuerte. Seguramente la debe afectar este momento, pero está tranquila. Sin enojos, sin odios”, resaltó.
Además, agregó una descripción de cómo percibe la situación nacional desde el lugar que gobierna y que CFK decidió visitar en un día clave para su futuro judicial. “La situación está muy mal. La gente no tiene para comer o para pagar los medicamentos. Hay gente que no tiene trabajo o que no tiene la plata para pagar el alquiler. La situación es inviable. En algún momento la gente se va a acordar que cuando estaba mejor, gobernaba Cristina”, sostuvo.
La ex presidenta junto a Mariel Fernández durante su recorrida por Moreno
En el encuentro del Patria hubo representantes de distintos sectores de Unión por la Patria (UP). Estuvieron tres representantes del Frente Renovador de Sergio Massa. El presidente del partido, Diego Giuliano; la diputada nacional Cecilia Moreau, que es parte de la conducción del bloque peronista en la Cámara baja, y la legisladora Micaela Morán. También se acercaron legisladores que son parte del peronismo federal, como el tucumano Pablo Yeldlin o el riojano Sergio Casas.
Uno de los nombres significativos fue el de Fernando Rejal, el senador de La Rioja que responde al gobernador Ricardo Quintela, el último adversario político que tuvo la ex presidenta. También estuvieron presentes dos sindicalistas muy cercanos a Kicillof como Roberto Baradel (Suteba) y Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores). Señales políticas de distensión después de varias semanas de reproches cruzados.
“En la larga historia de proscripciones que sufrió el peronismo, Cristina es el último eslabón. Pero el pueblo no abandona a quienes defendieron sus intereses”, escribió el histórico dirigente gremial. Yasky siempre estuvo cerca del kirchnerismo, pero en esta última etapa, donde se cruzó una línea entre el cristismo y el kicillofismo, decidió colocarse del lado del gobernador bonaerense.
En el Instituto Patria resaltaron la diversidad de apoyos que recibió la ex mandataria. “Es muy positivo que, ante una situación que afecta a la democracia, como esta causa inventada, exista un pronunciamiento en conjunto para solidarizarse con Cristina”, explicó uno de los dirigentes más cercanos a la ex presidenta.
Las fisuras del espacio político se taparon por un día y la interna entró en pausa. No hubo especulaciones a la hora de defender a la flamante presidenta del PJ Nacional. Dentro del universo peronista parece no haber lugar para miradas diferentes respecto a la causa judicial por la que CFK fue condenada en segunda instancia. No hay matices explícitos. Lo único evidente es el silencio de algunos dirigentes. En todo caso, esa fue la mejor forma que encontraron de diferenciarse sin quedar demasiado expuestos.
Comentá la nota