Tras una extensa cumbre, la cúpula de la UCR no pudo definir una postura orgánica sobre el pliego de Lijo

Tras una extensa cumbre, la cúpula de la UCR no pudo definir una postura orgánica sobre el pliego de Lijo

La mesa nacional del partido discutió un posicionamiento sobre el candidato de Milei para la Corte, pero no hubo acuerdo; hubo una fuerte presión para reclamar la incorporación de mujeres al tribunal; el encuentro pasó a cuarto intermedio hasta la próxima semana

 

Matías Moreno

El titular de la Unión Cívica Radical (UCR), Martín Lousteau, abrió esta tarde una discusión interna en el centenario partido para analizar un eventual posicionamiento sobre los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, los candidatos que impulsa el presidente Javier Milei para ocupar las vacantes en la Corte Suprema de Justicia.

Después de dos horas de debate, los altos mandos de la fuerza no pudieron consensuar una postura orgánica y decidieron pasar a un “cuarto intermedio”. Ante las diferencias internas que provoca la figura de Lijo, hubo intentos de explorar una salida intermedia, un atajo para no agrietar aún más al partido: la posibilidad de reclamar formalmente que se respete la paridad de género y se incorporen mujeres, ya que Milei impulsa a dos hombres para reemplazar a Elena Highton y Juan Carlos Maqueda, quien se retirará en diciembre cuando cumpla 75 años. No obstante, la idea perdió fuerza con el correr de la reunión y se optó por abrir una serie de consultas con los cinco gobernadores de la fuerza y el foro de intendentes.

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Dos de los principales detractores del juez dentro del ecosistema de la UCR son los vicepresidentes del comité nacional: el formoseño Luis Naidenoff y la riojana Inés Brizuela y Doria. Ambos presionan para que la conducción nacional de la UCR le recomiende al bloque de senadores del partido que rechacen el pliego de Lijo. Brizuela y Doria puso énfasis en reclamar la incorporación de mujeres al tribunal y denunciar que la propuesta de Milei incumple el requisito de diversidad de género en la composición del cuerpo.

A lo largo de la cumbre se debatió la posibilidad de instruir o aconsejar a los senadores para que se opongan a Lijo a la hora de votar. Recordaron que la conducción de Lousteau motorizó comunicados para recomendar el rechazo a medidas o proyectos de Milei o pedir a los diputados nacionales que soliciten la “máxima sanción” a los legisladores libertarios que visitaron a los represores en Ezeiza. Finalmente, se inclinaron por actuar con premura. “¿Para qué vamos a pronunciarnos ahora si no sabemos si Milei va a retirar el pliego de Lijo? Hay que dar libertad para votar”, comenta uno de los referentes que participaron de la reunión.

Presión interna

Frente a la creciente presión de sus adversarios en el universo radical para que la fuerza precise su postura, sobre todo, en el caso de la postulación de Lijo, el presidente de la UCR encabezó esta tarde una reunión virtual de la mesa nacional del partido para debatir qué hacer con el pliego del controvertido juez de los tribunales de Comodoro Py. El temario, además, incluyó cuestiones vinculadas al financiamiento universitario, la recomposición de las jubilaciones y las polémicas declaraciones del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona sobre la diversidad sexual.

El encuentro terminó alrededor de las 19 y pasó a un “cuarto intermedio” hasta la semana próxima, según indicaron fuentes radicales. Por esa razón, no hubo una declaración de la mesa nacional con las conclusiones de la cumbre. Cerca de Lousteau aseguran que la reunión fue “positiva”, ya que se logró ”un alto nivel de acuerdo” entre los distintos sectores sobre los temas que se discutieron.

Hubo consenso, por caso, en torno a la idea de voltear en el Senado el decreto de necesidad y urgencia con el que Milei le asignó 100 mil millones de pesos en fondos reservados a la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE), que ya fue rechazado por la Cámara de Diputados, e insistir con la ley que recompone en un 8,1% los haberes jubilatorios y que contiene una nueva fórmula de actualización, una vez que el Presidente vete la normativa. Sin embargo, los integrantes de la cúpula del radicalismo postergaron una definición sobre el asunto más espinoso: la candidatura de Lijo.

Las razones del silencio

La UCR activó la discusión interna sobre los pliegos en momentos en que los delegados del kirchnerismo en el Senado presionan a la Casa Rosada para que acelere la negociación y selle un acuerdo sobre la eventual ampliación de la Corte Suprema. Es la solicitud que hace Cristina Kirchner para garantizar el aval de los espacios peronistas en el Senado. Dado que controla 33 bancas, el PJ es la llave que tiene el oficialismo para alcanzar los dos tercios de los votos y destrabar el proceso parlamentario. En un sector de la UCR están atentos a la evolución de esas tratativas y de los diálogos de Macri con Milei. Por eso, creen que es conveniente dilatar un pronunciamiento institucional de la fuerza sobre Lijo para reducir las chances de ser marginados en un futuro cercano de la discusión un acuerdo más amplio para ocupar puestos clave en la estructura de la Justicia.

Martín Lousteau, durante la exposición de García MansillaRicardo Pristupluk - LA NACION

En las distintas líneas del radicalismo hay lecturas contrapuestas sobre el pliego de Lijo. Al juez lo apoyan Emiliano Yacobitti, referente de Evolución Radical y principal consejero de Lousteau, Daniel Angelici, Martín Ocampo y Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes. En cambio, Naidenoff, que impugnó la candidatura de Lijo por haber beneficiado a Gildo Insfrán en la causa Ciccone, Brizuela y Doria, los senadores Carolina Losada y Pablo Daniel Blanco o los diputados Karina Banfi (Buenos Aires), Fernando Carbajal (Formosa), Pedro Galimberti (Entre Ríos), Manuel Aguirre (Corrientes) y Marcela Coli (La Pampa) se oponen a la propuesta del Gobierno. La mayoría de ellos considera que carece de “idoneidad o ejemplaridad” para ocupar una silla en el máximo tribunal del país y reclaman espacios de representación equitativos en la Corte.

Otros representantes de la UCR, como Ricardo Gil Lavedra, Jesús Rodríguez o Juan Manuel Casella, también resisten la idea de Milei de designar a Lijo en la Corte Suprema. “No se trata de una opción, es una exigencia constitucional respetar la paridad de género”, remarcó semanas atrás Gil Lavedra, titular del Colegio Público de Abogados de la Capital, durante un acto de Adelante Radicales, un grupo de dirigentes críticos de la conducción de Lousteau y Yacobitti, aliados de Angelici.

Hasta ahora, Lousteau eludió un pronunciamiento con el argumento de que pretendía esperar a que finalizara el proceso de audiencias públicas en el Senado. “Voy a analizar con todo un bloque y después tomaré mi postura. Va a ser independiente y va a ser de acuerdo a lo que creo”, sostuvo en una de sus últimas declaraciones sobre el pliego de Lijo. Fue antes de que llegara a la presidencia de la Comisión Bicameral de Inteligencia tras un pacto que selló Yacobitti con el kirchnerismo.

El jefe de la UCR no es el único referente del centenario partido que evitó definirse. El dilema que plantea la nueva integración de la Corte y, sobre todo, el posicionamiento de la UCR ante el caso de Lijo, quien fue denunciado por su patrimonio o por su accionar al frente de causas sensibles para el kirchnerismo y recibió más de 300 impugnaciones, provoca escozor y temores en aquellos dirigentes radicales que ocupan cargos de gestión o tienen ambiciones políticas. Por eso, caminan con pies de plomo y manejan el tema con extrema cautela. “Lijo es un hombre del sistema. Da la sensación que les cierra todos. Además, si no llega a la Corte, va a seguir siendo juez de Comodoro Py”, grafica uno de los dirigentes radicales que participaron de la cumbre virtual.

Por caso, los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe), socio de Lousteau en el mapa nacional, no anticipan su posición. En las últimas horas, Cornejo, que cuenta con dos dirigentes de su confianza en la bancada de senadores -Rodolfo Suárez y Mariana Juri-, admitió que la decisión de Milei de apalancar a Lijo, una propuesta que le acercó Ricardo Lorenzetti al Presidente, según confirmó anoche Cuneo Libarona, produjo “confusión” entre los aliados de la Casa Rosada. “Nos genera confusión la candidatura de Lijo, pero no tenemos una posición definida para hacerla pública todavía. Con lo cual no vamos a dar una respuesta de una posición pública, aunque tenemos varias ideas al respecto”, puntualizó Cornejo, según consignó el diario Los Andes, de Mendoza.

Los gobernadores , Gustavo Valdés (Corrientes), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Leandro Zdero (Chaco)

El mandatario provincial y referente de la UCR comentó que pretende coordinar la estrategia no solo con los altos mandos del radicalismo, sino con el bloque de Pro, que preside Luis Juez. Al igual que Mauricio Macri, Juez ya anticipó que no acompañará el pliego de Lijo. “Nosotros creemos que la Corte nacional ha sido buena hasta aquí, y todo lo que trasciende es que esa Corte también ve con malos ojos la postulación de Lijo”, detalló Cornejo.

Hasta ahora, apenas tres de los trece senadores de la UCR vetarán la propuesta de Lijo. Se trata de Losada, Eduardo Galaretto y Blanco, quien la semana pasada fue sorpresivamente desplazado de la Comisión de Acuerdos antes de que expusiera el controvertido juez de Comodoro Py. Blanco fue reemplazado por Eduardo Vischi, jefe de la bancada del radicalismo y dirigente cercano a Valdés. La jugada fue leída como un intento de favorecer a Lijo, que requiere nueve de diecisiete firmas para alcanzar el dictamen mayoritario.

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