Con aliados en el PRO, el libertario podría pelear por la presidencia en Diputados. En el peronismo creen que Massa impondrá al sucesor de Otermin.
El resultado de la elección del domingo puede disparar una feroz disputa entre el peronismo, los libertarios y la coalición Juntos por la poderosa presidencia de la Cámara de Diputados de la provincia.
Desde 2020, al frente de la Cámara está Federico Otermin, un diputado que responde a Martín Insaurralde. Habrá que ver el impacto del escándalo de Insaurralde en la elección de Lomas de Zamora, pero Otermin -el candidato del Unión por la Patria- quedó bien posicionado en agosto para gobernar ese municipio.
Con Otermin abocado al distrito, asomaba la posibilidad de que la presidencia de la cámara quede para Juan Pablo De Jesús. El problema es que el diputado del Partido de la Costa quedó demasiado pegado a la polémica en torno a Insaurralde.
Otro diputado que podría escalar a la presidencia es Mariano Cascallares, quien pelea por la reelección en Almirante Brown. Sin embargo, desde su entorno aseguran que Cascallares se enfocará en gobernar su distrito y descartan que pelee por la Cámara.
En La Plata coinciden en que es probable que la presidencia se discuta entre Máximo Kirchner y Sergio Massa. Hay un dato interesante: La Cámpora nunca quiso ocupar el asiento formal de la presidencia de Diputados.
En 2022, cuando José Ottavis encabezó el desembarco de legisladores de la agrupación ultrakirchnerista, la presidencia quedó para Horacio González. Sin embargo, La Cámpora se quedó aquella vez con buena parte del reparto de cargos.
En La Plata coinciden en que es probable que la presidencia se discuta entre Máximo Kirchner y Sergio Massa. Hay un dato interesante: La Cámpora nunca quiso ocupar el asiento formal de la presidencia de Diputados.
En 2019, la agrupación también podría haber peleado por la presidencia, sin embargo, el lugar quedó para el grupo de intendentes y legisladores que lideraba Insaurralde.
¿Qué pasa con Axel Kicillof? El gobernador no participó de la negociación por las listas seccionales (los nombres se digitaron entre Máximo e Insaurralde). Axel tiene dos diputados propios: Cuto Moreno y Lucía Iañes, una diputada que responde a Julio Alak.
En este escenario, el nombre que se baraja en el peronismo es el de Rubén Eslaiman, un diputado que lidera el grupo de legisladores massistas en la compleja Legislatura bonaerense.
Eslaiman ganó poder en los últimos cuatro años. Es quien encabeza la negociación con la oposición por las comisiones de trabajo y supo tejer puentes sólidos con los diputados de La Cámpora.
Detrás de una eventual elección de Eslaiman como presidente de Diputados, asoma el poder que puede consolidar Massa después de la elección. Son públicas las tensiones entre Kicillof y Máximo y el líder del Frente Renovador puede ser quien articule los consensos en el peronismo. "Para Axel, pelearse con Massa puede ser el peor de los escenarios", dicen en la Legislatura.
Aunque el asiento de presidente de la Cámara es el premio mayor, el esquema de en Diputados también le trasfiere poder al vicepresidente debido a un reglamento de firmas cruzadas que supone que ningún expediente interno avance sin la firma de ambos.
La doble firma se impuso tras la elección de 1999, cuando el peronismo pierde la elección nacional pero retiene la provincia. Allí se acuerda que Alejandro Mosquera (Frepaso) presida la cámara y Osvaldo Mércuri (PJ) sea el vice, pero con firmas cruzadas.
Si Milei llega a la presidencia y Kicillof consigue la reelección, puede emerger en Diputados un intento por parte de los libertarios para quedarse con la cámara baja. 'Eso haríamos nosotros', dicen en el peronismo.
Ese caso marca un antecedente de que no necesariamente el gobernador y el presidente de Diputados tienen que ser del mismo signo político. En 1999 el gobernador era Carlos Ruckauf y la cámara la presidía el Frepaso.
Fuentes legislativas aseguran que si Javier Milei llega a la presidencia y Kicillof consigue la reelección, puede emerger en La Plata la idea de un desafío al gobernador por parte de los libertarios. "Eso haríamos nosotros", dicen en el peronismo.
Desde Juntos muestran cierto pesimismo y dudan de que el resultado electoral los posicione para pelear por la presidencia de la Cámara. No descartan en cambio, la posibilidad de que un sector de los amarillos cierre filas con La Libertad Avanza para llegar al número mágico de 47 diputados.
Sin embargo, algunos advierten complicaciones en esa eventual estrategia de los libertarios. Una es la injerencia que Massa pueda tener sobre el bloque libertario. Quienes advierten esto aseguran que el líder del Frente Renovador controla a varios de los candidatos que ocupan los primeros lugares en las listas de Milei.
También señalan que una elección similar a la PASO de agosto dejará al líder libertario con unos 15 o 17 diputados. Eso lo obliga a conseguir unos 30 aliados que acompañen la movida. Un sector del PRO puede acompañar, pero encontrará seguramente un obstáculo en el radicalismo.
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