Tras apoyar al nuevo ministro, qué consiguieron y qué esperan los gobernadores de Massa

Tras apoyar al nuevo ministro, qué consiguieron y qué esperan los gobernadores de Massa

Buscan una reunión para conocer detalles del impacto del ajuste sobre las provincias; quieren preservar subsidios al transporte y obra pública; hubo designaciones de secretarios que son un gesto

 

 

Por Gabriela Origlia

Los gobernadores peronistas, después de muchos intentos, lograron pesar en la decisión de Alberto Fernández de designar a Sergio Massa ministro de Economía, en un intento más por superar la crisis que no hizo más que ahondarse en los últimos meses. También entre ellos, según un sondeo de LA NACION, esta podría ser la última carta para mejorar las chances en las elecciones que vienen. Como “gesto”, hay integrantes del equipo económico que vienen de provincias allegadas a su jefe.

No era necesariamente Massa el nombre que pedían los mandatarios que querían acelerar cambios para frenar el descascaramiento del gobierno nacional y el impacto que eso tendría sobre sus propios destinos, además de mantener un representante de las provincias en el gabinete. Tres semanas antes habían salido en apoyo de Silvina Batakis, quien después les advirtió que perderían recursos.

¿Logran evitar ese ajuste con Massa? Según indican las fuentes consultadas en distintas provincias oficialistas -igual que otros sectores de la economía-, todavía se esperan con ansiedad los detalles. Saben que el reparto de fondos por fuera de la coparticipación (que sube) ya viene cayendo, pero esperan definiciones respecto de los subsidios al transporte y de la obra pública asignada a sus distritos.

En el caso de los subsidios al transporte -por el que las provincias vienen reclamando desde comienzos de año-, la Cámara de Diputados aprobó en comisión la declaración de “emergencia” del sistema para aumentar $23.000 millones el monto asignado y llevarlos a $59.000 millones. Ahora, seguramente, no seguirá adelante y tendrán que esperar el próximo presupuesto. Alexis Guerrera continuó siendo ministro y no pasó a secretario, precisamente, porque está pendiente la definición. La suba del 40% del boleto en el AMBA es un ahorro en ese reparto, pero no cambia la ecuación de las provincias.

Para los subsidios eléctricos, el director de Edelarsa -la distribuidora estatal riojana-, Carlos Gianello, hizo punta reclamando que se contemplen “las situaciones particulares de las provincias”. En declaraciones a Riojavirtual, afirmó “solo miran el AMBA, no están tomando en cuenta las asimetrías y desigualdades”. Massa, en sus anuncios en Twitter, dijo que se contemplarán esas diferencias.

Del presupuesto de Obras Públicas ya se ejecutó el 49,7%. A mediados del mes pasado Fernández aseguró que no habría recortes y desde el Ministerio ratifican esa idea. Los gobernadores -por propia experiencia- saben que cada vez que hay que ajustar se arranca por los ladrillos.

El interés es que no se frene lo que hay en marcha porque da empleo y permite “tener para mostrar” en meses electorales. “Veremos cuánto se ahorra en subsidios energéticos, eso es clave para ver qué pasa con el resto”, afirman desde la región centro. Las estimaciones anuales para el recorte en esos aportes del Estado es de unos $500.000 millones.

Apoyos y pedidos

Los mandatarios peronistas esperan tener pronto una reunión con Massa para despejar dudas y, a la vez, hacer sus planteos. Hace dos meses -cuando desde el Frente Renovador echaron a rodar la posibilidad de que el actual ministro dejara la presidencia de Diputados-, se alertaron y le hicieron llegar su preocupación. No querían que la alianza gobernante perdiera a uno de sus integrantes.

En algún momento, ante el veloz desgaste de Juan Manzur, pensaron en él como “intermediario” con la Casa Rosada, pero no había homogeneidad porque a varios Massa no le generaba suficiente confianza. Ahora directamente tendrán que negociar con él.

Omar Perotti (Santa Fe), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gustavo Sáenz (Salta) y Mario Arcioni (Chubut) fueron los primeros cuatro gobernadores en salir a apoyar la designación de Massa en Economía. Salvo el primero, el resto tenía más vínculo con él. La designación de Juan José Bahillo en Agricultura es vista como un “gesto” al entrerriano y a los dirigentes del interior.

El salteño Saénz militó en el massismo en 2015, cuando ganó la intendencia, aunque después sumó una alianza con Mauricio Macri para llegar a la gobernación y luego se acercó a Fernández. Conservó siempre sus vínculos con el actual ministro e incluso hizo algunas gestiones para poner a una dirigente suya en el área de Minería, ocupada por una referente del catamarqueño Raúl Jalil. A los dos mandatarios peronistas los une el interés por la explotación del litio con el radical jujeño Gerardo Morales, a quien Massa también apoyó para que llegara al poder. El minero, generador de divisas, es un sector con el que Economía busca tener buenas relaciones. Al final, Saénz logró que Flavia Royón asumiera en Energía.

Desde hace años, Arcioni mantiene un vínculo personal y político con Massa, a quien siempre le agradece su “acompañamiento” -incluso desde la Cámara de Diputados- en los momentos más críticos para las finanzas de esa provincia.

¿Suba de impuestos?

Horas antes de la asunción de Massa, la comisión de Presupuesto del Senado aprobó el dictamen del Consenso Fiscal que habían firmado en diciembre pasado Fernández y los gobernadores. Fue luego de que las provincias insistieran con la posibilidad de denunciarlo, ya que, en caso contrario, los contribuyentes podían demandarlas por no reducir las alícuotas como estaba previsto en el Consenso Fiscal convertido en ley en 2018, que solo rigió un año. Solo CABA no adhirió a la última versión del pacto.

Por ese texto, la mayoría de los distritos pueden subir Ingresos Brutos (que llega a representar el 80% de los ingresos propios) ya que tienen alícuotas por debajo de los topes fijados para la docena de actividades contempladas.

El pacto también renueva el objetivo de actualizar las valuaciones fiscales, punto sobre el que volvió Batakis y que, aunque existe desde 2018, nunca se avanzó ni en la actual gestión ni en la macrista. Otra puerta que abre el Consenso es el de crear un “impuesto a la herencia”.

En ese aspecto puntual, en diciembre pasado la mayoría de los gobernadores rechazó la idea, a tal punto que se cambió el imperativo inicial por la expresión “proponer”. En esa última versión -que se discutió con Batakis en Interior-, la matriz de baja de alícuotas quedó fija, y no tiene escalones de bajas por año. Es decir, no se vuelve periódicamente a la primera escala que rigió 2018. En 2019 se usó para reducir Ingresos Brutos y no para sellos. Y desde que está Fernández, está suspendido el proceso de rebaja.

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