El portazo que el edil Del Pino pegó en el amayismo volvió a colocar en ventaja numérica a los acólitos de la Casa de Gobierno Pese a la alianza electoral entre el radical José Cano y el peronista Domingo Amaya, el alperovichismo continúa siendo mayoría en el Concejo Deliberante de la capital. No obstante, la oposición logró sumar siete bancas contra las nueve que ostentan los acólitos de la Casa de Gobierno, sin contar los aliados extrapartidarios que podrían sumar dos votos más
La firma del Acuerdo por el Tucumán del Bicentenario que rubricaron el diputado radical José Cano y el intendente Domingo Amaya había modificado la composición histórica del Concejo Deliberante, donde el oficialismo alperovichista siempre fue mayoría. Pero esa modificación fue momentánea. El alejamiento del amayismo por parte del concejal Eloy del Pino retrotrajo el tablero político del cuerpo legisferante a su estado natural y el balance de las fuerzas políticas continúa como antes. Con la incorporación de Del Pino a la bancada alperovichista, los acólitos de la Casa de Gobierno vuelven a se mayoría con nueve integrantes: Ramón Santiago Cano, María Elena Cortalezzi, Ernesto Nagle, Ignacio Golobisky, Javier Morof, Luis Marcuzzi, José Ramos, Elsa Arias y ahora Del Pino. Pero si se alían los extrapartidarios Claudio Viña (bussista) yEsteban Dumit (massista), el alperovichismo podrá contar con diez voluntades que se le servirá para imponer proyectos o rechazar iniciativas que provengan desde la sede de la Intendencia municipal.
Ocurre que Viña fue y es un acérrimo opositor a la gestión de Amaya. Y, en el caso de Dumit, el edil massista es socio político del legislador Gerónimo Vargas Aignasse, también un férreo crítico de la gestión de Amaya y del secretario de Gobierno, Germán Alfaro. “Tengo convicciones que no voy a abandonar en función de una alianza por cuestiones de cargos. Aquí hay cuestiones políticas de fondo que no lo dicen porque mienten. Por eso yo no voy a acompañar. Me parece que sería un retroceso enorme apoyar a (Mauricio) Macri como lo están haciendo. Si la discusión es Macri o el Frente para la Victoria, yo lo tengo bien claro. No dudo de eso. Sé bien dónde tengo que estar. No creo que el neoliberalismo sea la solución para nuestra provincia”, había cuestionado Del Pino hace dos semanas, cuando decidió pegar el portazo en el amayismo.
Por estas horas, es un misterio qué es lo que resolverá el amayista y dirigente mercantil Oscar Cano. El dirigente gremial del SEOC milita en el amayismo desde hace muchos años. No así el secretario general de ese sindicato y legislador, Roque Brito. El titular del gremio que nuclea a los empleados de comercio ya conformó una sociedad política con el ultraalperovichista Marcelo Caponio. Según se comenta en los pasillos del Concejo Deliberante, Cano estaría recibiendo presiones desde el sindicato para que no sea candidato a legislador en los comicios del 23 de agosto. De todas maneras, el dirigente mercantil sigue manifestando en privado que no se alejará de las filas del intendente capitalino.
La porción de concejales que responde a Amaya y a Cano quedó conformada por siete concejales: los amayistas José Franco, Christian Rodríguez y Cano, los radicales José Luis Avignone y Roque Mendía, el macrista Roberto Ávila y Sandra Manzone, quien representa aElisa Carrió en la provincia.
La nueva composición
Son seis los dirigentes que poseen un importante armado electoral que mostraron interés en ingresar al Concejo capitalino en octubre de este año. Rolando “Tano” Alfaro (actual legislador),Carlos “Alito” Assán (fue electo legislador pero ocupa un cargo en el PE), Beatriz Ávila (cumple su tercer mandato en la Cámara), Ricardo Bussi (cumple su tercer mandato en la Cámara),Armando “Cacho” Cortalezzi (fue electo legislador dos veces consecutivas) y Carolina Vargas Aignasse (fue electa legisladora dos veces consecutivas) no tienen otra alternativa que pelear por una banca en la capital, ya que la mayoría transita por su segundo o tercer mandato como representante del pueblo en la Legislatura. Depende qué hagan ellos y cómo evolucionen las alianzas fuera y dentro del recinto, el Concejo Deliberante podría ofrecer otras sorpresas en cuanto al balance de fuerzas.
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