El ex árbitro renunció a su candidatura a concejal de La Matanza por el partido de De Narváez luego de que su manager, Silvio Klein, le pidiera 780 mil pesos al Colorado. El dirigente de Camioneros, amante de la noche, ya había sido trompeado tras gastarse la plata para fiscalizar las primarias.
Como anticipó LPO, Castrilli, que era candidato a concejal del Colorado en La Matanza y Klein, que integraba la lista de diputados nacionales, se fueron echando leña al denunciar un pacto entre el Gobierno nacional y De Narváez.
Otro de los argumentos fue que trabajarían de ahora en adelante con Sergio Massa. Pero el intendente de Tigre se enteró de la maniobra por los portales de noticias.
Pero la razón real del renunciamiento de estos candidatos fue la que hoy deslizó De Narváez sin dar demasiadas precisiones.
Pese a que el Colorado les pagaba los fiscales y los carteles de publicidad, Klein, que ofició de manager de Castrilli en la campaña, le pidió 780 mil pesos puesto que tenía “muchos gastos” y amenazó con bajar su candidatura y la del ex árbitro. El Colorado lo sacó carpiendo.
Klein ya se había gastado el dinero que le había dado Hugo Moyano para fiscalizar las primarias y por eso habría recibido unas cuantas trompadas por parte de Luis Velázquez, otro dirigente matancero de Camioneros. En ese entrevero, pocos días después de las elecciones de agosto, Castrilli ligó una cachetada.
El dirigente de Camioneros ya está acostumbrado al escándalo: en su momento fue pareja de Nadia Epstein, una chica que saltó a la fama por el reality Gran Hermano y también participó en varias obras de teatro de revistas (entre ellas una del periodista Luis Ventura), fue panelista en el programa de tv de Marcelo Polino y grabó un disco de tangos y boleros.
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