El senador fue acusado por un ex integrante del MPA de formar parte de una suerte de red de encubrimiento. El ex fiscal fue removido de su cargo por la Legislatura porque fue sorprendido cobrando coimas al juego ilegal. Traferri rechaza las imputaciones y ofrece pruebas. Señala presuntas contradicciones y muestra datos falsos del declarante (como el domicilio del senador), que logró cambiar sus condiciones de prisión.
Mediante un extenso escrito, el senador provincial Armando Traferri (PJ-San Lorenzo) se defendió de las acusaciones en su contra, vertidas por un ex fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Gustavo Ponce Asahad, que lo involucró en una suerte de red para proteger al juego ilegal a cambio de dinero.
En una declaración de motu proprio ante la justicia, Traferri acusa a Ponce Asahad de ser parte de una “conjura” de carácter político, que –según su interpretación- está instigada por el ministro de Seguridad, Marcelo Sain y por miembros del Ministerio Público de la Acusación entre los que incluye a su titular, el fiscal general Jorge Baclini.
Tiene once páginas y lleva la firma de su abogado José Luis Vázquez, el documento presentado por el legislador a los fiscales de la causa Ponce Asahad, cuya explosiva declaración (que involucra a altísimas figuras de los tres Poderes del Estado) la justicia luego envió a la Legislatura.
Más de la mitad del documento de Traferri, en primera persona, habla de los hechos que pretende sostener el fiscal removido que, a diferencia de su ex jefe, el ex fiscal regional Patricio Serjal que es parte de la misma causa, prefirió no renunciar a su cargo.
Como se sabe, el ex fiscal Ponce Asahad (que reconoce su militancia justicialista) fue removido de su cargo precisamente por ese delito: fue grabado pidiendo una coima a un empresario del juego, y la Legislatura –por unanimidad- lo expulsó del MPA.
“Una maniobra”
Traferri dice que se trata de “una maniobra política que surge nítida, a poco que se tenga la entereza de mirar y escuchar la grabación de las declaraciones de Gustavo Ponce Asahad, esto es, la política de la Provincia se muda de escenario y traslada el teatro de su realización, en un trasbordo institucionalmente peligroso, al ámbito del Poder Judicial y más precisamente, al ámbito del MPA”, involucrado “en una campaña de desprestigio que lleva a cabo Marcelo Sain, contra el Senado” y “en particular” en su contra.
Esta actuación, “por momentos desaforada, siempre falsa y continuamente ofensiva moralmente será objeto de otras acciones legales”, advierte.
Para Traferri, se “observa en modo diáfano la maniobra artera, el actuar impropio, la traición frontal a los juramentos funcionales, de los integrantes del Ministerio Público Fiscal, desde el Fiscal General, la Regional y los Fiscales Edery y Schiappa Pietra. Todos ellos alentados y guionados por Marcelo Saín”.
Subraya la intencionalidad política al decir que “cuando el declarante se refiere a Alejandra Rodenas, y lo hace mencionando un episodio ocurrido el 7 de diciembre de 2018 en la zona de islas frente a Rosario, y lo hace de un modo sibilino, sin aportar nada concluyente y con el solo fin de mencionarla pues la aludida, forma parte del espacio político que integro en el Partido Justicialista de Santa Fe”, dice Traferri.
“El objetivo era mencionar Traferri y vincularlo con una actividad ilegal, de lo demás se ocupa la prensa amiga de los fiscales”, afirma el senador.
En primera persona
“Creo haber conocido a Ponce Asahad, me parece, pues no lo tengo claro, en el MPA de calle Montevideo, ese día que el refiere de ser cierta la escena no es como la relata. Él estaba esperando al pie de la escalera y cuando llego allí, me saluda y me pide mi teléfono, no recuerdo en modo alguno para qué me entreviste con Serjal, sospecho que lo hice para preparar una reunión institucional y protocolar con todos los senadores la que se llevó a cabo ya en el nuevo CJP, también puede ser que haya sido para plantear dificultades con la cantidad de fiscales ya que una funcionaria que se desempeñaba en la Fiscalía de San Lorenzo, llamada Melisa Serena, al poco tiempo de asumir pidió una licencia médica , en ese momento teníamos más de tres mil causas por fiscal.
De lo que estoy completa y definitivamente seguro es que no fui a plantear pedidos en relación con Peiti y su familia. Después cuando lo vi, cuando nos reunimos con todos los senadores, estaba Eduardo Rosconi de Caseros, Danilo Capitani de San Jerónimo , Guillermo Cornaglia de Belgrano y Ruben Pirola de las Colonias, luego me invitó a un Centro Sirio de calle Dorrego estaba Serjal también, y me hicieron saber los problemas de funcionamiento del MPA quejándose que Baclini se había tomado un gran espacio físico del MPA para él y que tenían poco personal, también que los fiscales adjuntos hacían el mismo trabajo que el fiscal y cobraban un sueldo menor, otra vez en el mismo lugar me encontré con él para reclamar por denuncias que habíamos realizado y que no habían tenido trámite, también otra vez siempre por problemas institucionales y mi relación con él siempre fue institucional y protocolar y nunca el tema de conversación implicó otra cosa más que el funcionamiento del MPA, ello, ya que integro las comisiones de Juicio Político y el Tribunal de disciplina del MPA, desde el año dos mil quince”.
“La cita se producía en ese lugar pues no estaban en condiciones de llevarlas a cabo en el MPA. A Serjal lo he visto, la vez que réferi y por motivos institucionales para preparar el encuentro con los senadores”.
(…) “Tengo registrada densa cantidad de llamados telefónicos y textos de watts up, por parte de Ponce Asahad, la mayoría de ellos, desde su teléfono hacia el mío y gran parte de ellas relacionadas con favores que me solicitaba, relativos a conseguir que lo recibieran algunos políticos, otros vinculados al MPA y los más para invitarme a actos partidarios en los que tomaba parte” (Ponce Asahad es militante justicialista).
“Cuando las llamadas partían de mi teléfono oficial, el único que poseo, se vinculaban a pedirle información sobre investigaciones donde estaban mencionadas personas del partido y con el solo fin de averiguar el estado de las mismas. Nunca hable de otros asuntos ni recibí ni emití comunicaciones de otro tipo”.
“Leonardo Peiti, hace un tiempo pretendía mediante un convenio interprovincial, explotar juegos de azar en locales de la lotería de Santa Fe, presentó una carpeta con el proyecto y las autorizaciones de otra provincia. Le encomendé a un ex diputado provincial, Dario Scataglini, que se encargara de atenderlo. De allí, proviene mi conocimiento de su persona. Y los contactos habidos, siempre tuvieron que ver con esa cuestión. Pero evidentemente eso lo conocen los fiscales que haciendo de la realidad veraz una deformada mentira, llevan con su guion a conseguir de Ponce Asahad que se verá, en días, continuará su detención en modo domiciliario; llevándolo a vincular a Peiti conmigo pero en un contexto diametralmente diferente”.
Jamás, solicite que los fiscales recibieran a Peiti, esa afirmación es falsa de toda falsedad. Y cualquiera que conozca los pasillos del MPA sabe definitivamente que cualquier ciudadano puede anunciarse en las oficinas de los fiscales y ser atendido. Con lo cual la falacia, se descompone como tal.- El desparpajo del mentiroso, llega cuando menciona una bolsa, con una caja dentro, que según el falaz, entregaba Peiti para Serjal, y que luego de tocarse el zapato, si, hace eso mide el peso del zapato, le contesta al Schiappa Pietra,que si podía pesar como un par de zapatos.
Cerca de lo desopilante, a años luz de la verdad, la construcción de la anécdota, pasa por decir “el pipi sabe”. Sigue la trama irreal, mencionando que Anibal Porri le dijo que Peiti, había ido a la casa de Traferri en San Lorenzo, cuando es claro y archiconocido que hace veintiséis años vivo en la Comuna de Ricardone”.
(…) “No he tenido que recuerde ninguna reunión con Ponce Asahad en la Sede Gobierno de Rosario, pero si tengo definitivamente presente que no hable jamás de Peiti con él. La malicia increíble, la mala fe señera, pasa por afirmar que se iba a usar el rol de Scataglini para encubrir y justificar. La carpeta existe y el proyecto de Peiti también. Y así fue. Como expresión nítida de lo infantil de la conjura, afirma que “Traferri es uno, pero hay varios” y no nombra nadie más, todas las otras referencias a personas de la política y la función pública, son inoficiosas, relleno inconsistente, para intentar darle lugar a la mención de mi nombre.
Es cierto que he invitado a un asado en mi casa a Serjal y Ponce Asahad, lo hice cumpliendo con mis objetivos políticos, en una comida donde concurrieron otras personas, vinculadas a la justicia y la función pública. Por fin es mentira que le haya manifestado a Ponce Asahad que no iba a defender a Serjal. Esa comunicación jamás existió y debe tenerse presente, que es ilógico, imposible y demencial, que un legislador pueda intentar la defensa de alguien que hubiera realizado la conducta referida por el primero”.
(…) “Cuando al finalizar la audiencia, Ponce Asahad pide la recompensa por su actuación convenida, esto es, la detención domiciliaria, sus defensores -si, sus defensores (¿Que hará el Tribunal de Ética del Colegio de Abogados?), le tapan el discurso y uno de ellos ya en las postrimerías de la grabación, lo amonesta dedo en ristre. No existe allí sonido, pero colegimos que le dice: ‘Imposible ahora, si te la dan dejamos la maniobra al descubierto, esperemos unos días’. Esto es lo que tengo para decir y manifestar, volver a repetir que estamos ante una actuación vergonzosa del MPA local, y que cualquiera que tenga la infinita paciencia de agotar la vista del video y escuchar lo que se dice, caerá en la cuenta de estar frente a un folletín de baja estofa. Una página oprobiosa en la historia del Poder Judicial de Santa Fe”.
Por Luis Rodrigo
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