El juego electoral es conocido por la mayoría de los aspirantes pero la incertidumbre en la Provincia de Buenos Aires está clavada en las reglas de competencia. Desdoblar o mantener el esquema histórico. Esa cuestión define nombres y candidaturas, y es un poder que ostenta la gobernadora Vidal.
Independientemente de ese pequeño detalle, Leonardo Cóppola ratifica sus intenciones de pelear la interna en CAMBIEMOS y llegar al sillón de Asconapé 51: “Todavía no está claro el contexto político a nivel provincial y nacional, me refiero a si habrá elecciones desdobladas y con boleta única, por ejemplo. Hay que ver si se respeta la PASO o no, de tal modo hasta que no se defina esto es complicado hablar de internas. No obstante nuestro equipo está preparado para competir en una interna ya que consideramos que es muy importante como visibilización dentro de un proyecto político y es algo muy saludable porque hace que se puedan debatir ideas, proyectos y representatividades. Después puede ocurrir que se decida que no haya internas entonces se pasa a discutir los acuerdos eleccionarios, pero reitero que este equipo está preparado para disputar una interna en el espacio de CAMBIEMOS, pero también está preparado para gobernar los destinos de todos los morenenses”.
¿Considera probable que con las políticas de Macri y sus efectos CAMBIEMOS puede ganar la elección local en este 2019? En ese escenario, ¿pesa mucho la gestión Festa?
En estos años se hicieron ajustes de política económica, de obra pública a nivel nacional y provincial, que impactan mucho en los distritos más humildes como es el caso de Moreno que desde hace muchos años carece de obras, inversiones estructurales, desarrollo social y generación de laburo genuino. En ese contexto hay que marcar una gran falencia del gobierno local. En 2015 Festa era una esperanza porque le había ganado a un Barón del Conurbano y a la vieja política, pero la verdad es que muchos morenenses, me incluyo, puso un granito de arena más allá de las diferencias ideológicas pensando que la gestión pública podía cambiar. Lamentablemente en estos tres años y un mes que tiene la gestión local, se demuestra que Moreno fue decayendo, no solo se mantuvo lo malo de Mariano West sino se empeoró, comparando para ello las gestiones y resultados en distritos vecinos. Uno ve la decadencia que tiene Moreno, no hace falta que un política la cuente. Vivo en La Perlita y ayer no pude cruzar a realizar una compra por la cantidad de barro que había en una calle principal como lo es Martín Fierro. Moreno cada vez está peor, por eso creo que es un momento oportuno para poder cambiar.
¿Puede puntualizar a quién y por qué refiere a la vieja política?
Hay gente que hace muchos años viene ocupando cargos legislativos a nivel local, provincial o nacional, algo que ocurre en varios partidos y espacios políticos. En mi caso tuve dos mandatos pero cuando tuve la posibilidad de tener una persona de confianza, con voluntad de volcar todo su conocimiento y de aprender, di un paso al costado pidiendo una licencia. Creo que Gisele Agostinelli está haciendo un trabajo muy importante. Creo que un dirigente debe comprender y aplicar las medidas para que la renovación política sea una realidad en pos de generar esos cuadros políticos. No estar en el Concejo Deliberante no solo no me cambia sino que me fortalece, pero ese recambio en algunos dirigentes políticos no solo no se ve sino que pueden poner un pie arriba cuando alguien comienza a crecer. Por eso trabajo todos los días para ser intendente de Moreno porque siento que tengo la capacidad de gestión para transformar los destinos de los morenenses.
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