Uno de los ejes más publicitados de todo candidato es la generación de fuentes de empleo y la noción de volver a la "cultura de trabajo”, para salir adelante como país, sin embargo este mensaje puede caer en la nada si quien lo dice no es participe efectivo de la idea.

Este parece ser el caso del Senador Juan Carlos Romero, que figura entre los tres legisladores que más faltaron a las sesiones durante el 2014 y este no fue un año atípico, sino que por se segundo año consecutivo el exgobernador integra la lista de los que menos asistieron a las deliberaciones en la Cámara Alta.

Según los registros parlamentarios, la lista de los que más faltaron a las sesiones del Senado de la Nación se integra con la correntina Josefina Meabe, con 29 inasistencias, Carlos Menem con 17, Juan Carlos Romero con 8, y Adolfo Rodríguez Saa con 7.

De acuerdo a la información, la mayoría explicó que no concurrieron a sesionar por cuestiones de salud, excepto Menem y Romero, quienes tienen, además el récord absoluto de inasistencias sin justificar, en la Cámara Alta de la Nación.

Y cuando de trabajo se trata, tiene a su haber la mayor política de desempleo de la historia de Salta. Con su reforma del Estado, dejó en la calle a cinco mil personas, creando una clase social única y aterradora en Argentina: Los excedentes, mucho de los cuales cayeron en profundas depresiones y suicidios.

Abocado a una campaña electoral para ganar el gobierno de la Provincia, para aplicar las mismas recetas que aplicó por espacio de 12 años, no duda en condenar la reelección del gobernador, cuando fue él quien modificó la Constitución Provincial para ejercer un tercer mandato, ni hablar de corrupción, cuando durante su gestión se eliminaron los controles administrativos lo que permitió oscuros negociados.

Hoy salir adelante como provincia y como país, exige trabajo, honestidad y liderazgo. Sólo hay que ver quién pudo en su momento demostrar que tenía estos tres requisitos.