El intendente Gustavo Bevilacqua encabezó el acto, presentó la flamante bandera de la ciudad y tomó como referencia el ejemplo del Papa Francisco. También remarcó la necesidad de trabajar en conjunto entre oficialismo y oposición. El ministro Cristian Breitenstein se hizo presente con una carta
En su discurso de poco más de diez minutos, el intendente Gustavo Bevilacqua alentó a trabajar de manera comunitaria "en favor del progreso y de los sueños de la ciudad".
"Somos parte de un pueblo, lo cual significa que compartimos valores, experiencias y también nuestras ganas de superarnos a partir de un crecimiento que siempre debe surgir del esfuerzo colectivo", expresó.
Agregó que los problemas que pueda tener una comunidad no deben buscar una respuesta en el oficialismo o en la oposición, ya que cuando los mismos no se resuelven lo que se tiene es "un fracaso colectivo".
"Eso es lo que no podemos permitir. Desde el rol de cada uno debemos tener en claro que existe un compromiso y una responsabilidad, pero no individual sino de toda esta generación. El pueblo es un conjunto de voluntades que debe tratar de aportar lo mejor", señaló.
Reconoció, en ese contexto, que puede resultar favorable y beneficioso contar con individualidades destacadas, excelentes gobernantes o administradores, aunque insistió en que son las generaciones en su conjunto las que modifican la historia.
"Lo que realmente genera cambios es la interacción de todas las partes para concretar acciones, como mejorar el espacio público o la infraestructura. Son situaciones que no se resuelven en un período, sino a partir del compromiso de quienes son responsables de hacer ese trabajo", mencionó.
Por último, tomó como referente al Papa Francisco, quien eligió en su primera homilía el ejemplo de los santos José y Francisco.
"Eligió hombres del silencio y del trabajo. Creo que este es un momento de seguir esos valores, de hacer un trabajo silencioso y respetuoso, y que los bahienses se sientan cada día más representados por sus entidades. Trabajemos todos en un respetuoso silencio por una ciudad grande", finalizó.
La previa. Las palabras del jefe comunal fueron el cierre de un acto que se abrió temprano con la colocación de ofrendas florales en el monumento a los fundadores del Parque de Mayo y en la urna que contiene los restos resumidos del coronel Ramón Estomba, y que siguió pocos minutos después de las 11 en el Palacio Municipal.
Tras mencionarse las notas enviadas por el Instituto Nacional Browniano, la Prefectura Naval Argentina, la Armada y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, se dio lectura a la carta enviada por el actual ministro de Producción, Ciencia y Tecnología bonaerense, el intendente en uso de licencia Cristian Breitenstein (ver aparte), quien mencionó en su escrito a Bevilacqua que "como parte de un equipo" que él lideró y que "generó las condiciones de transformación que la ciudad requería".
Terminada esa lectura se dio "inicio formal" al acto con la entonación del himno nacional, acompañado por la banda del Batallón 181 dependiente del Tercer Cuerpo de Ejército, para después dar lugar a la presentación de la bandera bahiense.
Luego de un breve repaso sobre la génesis de la enseña, creada a partir de la ordenanza del concejal Fabio Pierdominicci (Unión Celeste y Blanco), se mencionó la participación de alumnos de escuelas públicas y privadas locales, quienes presentaron sus proyectos ante un jurado integrado por concejales, funcionarios municipales y representantes del Consejo Escolar, la Escuela de Arte y la Inspección Distrital.
Con la presencia del ganador, Pablo Martínez Haller, alumno de 5º grado de la Escuela Nº 4, y ante el aplauso generalizado, quedó descubierta la enseña con sus colores celeste y verde, la cual acompañará de ahora en más a las de Argentina y la provincia de Buenos Aires en los distintos edificios bahienses.
La bandera fue bendecida por el padre Horacio Fuhr, quien pidió a Dios que la misma inspire "la blancura de los espíritus" y permita que todos gocen de paz "dentro de los muros" de la ciudad.
La ceremonia se cerró con la entonación del himno a Bahía Blanca, que ayer cumplió 85 años desde su estreno.
Como final de la celebración se entregaron reconocimientos a alumnos del Colegio del Buen Ayre y de las Escuelas Nº 4, Media Nº 4 de Cabildo, La Asunción, Nº 63, Nuestra Señora de Pompeya, de Adultos Nº 721 y San Cayetano, participantes del concurso.
Se hizo entrega además de los subsidios gestionados por la senadora provincial Diana Larraburu (FPV) a las Escuelas Nº 4, Media Nº 4 de Cabildo y Colegio del Buen Ayre, así como distinciones a la banda de música del Batallón 181, el grupo scout Ramón Estomba, el cuerpo de Bomberos de la provincia de Buenos Aires, el Instituto de Custodia y Adaptación para Disminuidos Psicofísicos (Incudi), la agrupación criolla Los Baguales del Napostá y el Club de Vehículos de Colección, todas entidades fundadas el 11 de abril.
También se reconoció a Roberto D'Antona, el hombre que se viste con los colores patrios para acompañar todas las celebraciones locales, y a la Cooperativa Obrera, entidad que a su vez regaló al municipio una escultura del artista Rafael Martín.
Los minutos finales encontraron a los presentes de pie, cantando el feliz cumpleaños bajo los sones de la banda.
Algunos apuntes, al margen de lo formal
Todos adentro. La posibilidad de lluvias llevó a celebrar el aniversario en el hall de Alsina 65, con la singularidad de que mucha gente siguió el mismo desde el primer piso --a modo de barra-- e incluso la banda del Ejército se ubicó en ese lugar. Generalmente el acto se realiza en la Plaza Rivadavia.
Juntitos, juntitos. Como es habitual, se los pudo ver juntos a los máximos representantes académicos locales, el rector de la UNS, Guillermo Crapiste, y de la UTN, Liberto Ercoli. Aparte de unirlos esa función los hermana el haber nacido ambos en la "vecina ciudad de Villa Mitre".
No a las antenas. Varias personas esperaron en las afueras del Palacio Municipal la salida del intendente y de los funcionarios portando carteles en contra de la instalación de dos antenas de telefonía celular en el Club de Equitación. "No a la antena" y "No queremos más enfermos de cáncer" fueron algunas de las consignas.
Creador de la bandera. Pablo Martínez Haller, de 11 años, es el creador de la bandera bahiense. Ayer ocupó un sitio de preferencia en el acto, sentado con su guardapolvo blanco en la primera fila, entre el intendente Bevilacqua y el presidente del Concejo Deliberante, Carlos Moreno Salas.
El error. No pasó inadvertido el furcio del locutor oficial cuando nombró al titular del Instituto Cultural, Sergio Raimondi, como "Sergio Paladino", en referencia a quien fuera director del Coprotur y actual funcionario del ministerio que lidera Cristian Breitenstein.
La música. La cumparsita y el tema de León Gieco Cachito campeón de Corrientes fueron las canciones que animaron la apertura y cierre del acto, respectivamente.
La nota del ministro al intendente
Este es el texto de la nota enviada por el ministro de Producción, Cristian Breitenstein, leída completa al inicio del acto:
"Sr. Intendente Municipal, Dr. Gustavo Bevilacqua, de mi mayor consideración:
"Tengo el agrado de dirigir a usted la presente en un nuevo aniversario de nuestra querida ciudad. Debo agradecer la invitación cursada, expresándole que, por compromisos laborales ineludibles, no podré asistir a dicha celebración. Deseo manifestarle que he dedicado parte de los mejores años de mi vida, junto a un gran equipo que usted también integró, a generar las condiciones de transformación que nuestra ciudad requería a través de obras que, conjuntamente con el gobierno nacional y provincial, hemos podido concretar.
"En tal sentido, celebro su decisión de dar continuidad a inaugurar el 11 de abril la Torre del Bicentenario, fruto del esfuerzo compartido con todos los espacios políticos luego de décadas de rémora, por medio de una exitosa experiencia de asociación público-privada.
"Cabe destacar a los entonces diputados provinciales Juan Pedro Tunessi y Jorge Otharán, como así también el apoyo mayoritario del Honorable Concejo Deliberante para la concreción, demostrando que los mejores resultados se obtienen cuando trabajamos unidos en pos de un objetivo.
"Por último, le solicito la pertinente lectura de la presente en el acto oficial, a los efectos de extender un cordial y caluroso saludo por esta vía a todos los vecinos bahienses.
"Atte. Cristian Breitenstein".
El fin de una historia de casi medio siglo
Difícilmente los obreros que en 1966 comenzaron con la excavación para la estructura de hormigón armado del edificio que la Universidad Nacional del Sur construyó en la primera cuadra de calle Drago imaginaron que pasarían 47 años hasta la terminación de la obra.
Ese fue el tiempo que demandó dar por finalizada la Torre Bicentenario, que la mayoría de los bahienses conoce como el Centro Cívico. En rigor, ayer se inauguró de manera oficial, más allá de que la obra no está terminada en su totalidad.
Para la ocasión llegaron directivos de la UTE encargada del trabajo --integrada por las firmas porteñas Amercón SA y Garvisa SA--, quienes fueron acompañados en el tradicional corte de cintas por el intendente Gustavo Bevilacqua, el titular del Concejo Deliberante, Carlos Moreno Salas, funcionarios municipales y distintas empresas participantes de los trabajos.
Hubo luego una rápida recorrida por el tercer piso, que tiene parte de su superficie terminada con pisos de madera y cielorraso armado, y el último piso, donde se ubica una azotea jardín.
El arquitecto Gustavo García Villanueva, presidente de Amercón, manifestó a este diario su satisfacción por haber terminado una obra tan destacada, conociendo el tiempo que estuvo paralizada.
La torre, que será destinada a oficinas, tiene a varios de sus futuros ocupantes realizando tareas de terminación en los distintos pisos, al tiempo de haber quedado terminado su magnífico frente, con un revestimiento texturado negro, revestimiento de granito de igual color en la escalera de acceso y un portal de dos pisos jerarquizando el ingreso.
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