Personas privadas de libertad fabrican productos mediante el reciclado de banners. Dos internos de San Felipe idearon esta modalidad para evitar ociosidad en el encierro.
Personas privadas de libertad del Complejo San Felipe iniciaron un proyecto sustentable basado en la fabricación de distintos productos dentro de sus lugares de alojamiento, utilizando y reciclando los banners plásticos que quedan en desuso.
Esta iniciativa surge apelando al espíritu emprendedor de dos internos, quienes, junto con actores sociales del medio libre, decidieron evitar ociosidad a través de una nueva modalidad de trabajo impulsada desde el Servicio Penitenciario que se denomina "Autogestionados".
Estos son aquellos que elaboran productos con donaciones de ONG o a partir de materiales llevados por sus familias, para trabajar en los módulos de alojamiento sin la necesidad de contar con talleres específicos. Una vez terminados, los productos son entregados a las familias de los participantes para que sean ellas quienes posteriormente las comercialicen, y termine siendo una forma de ayuda o sustento económico.
Este proyecto en particular es articulado de manera mancomunada entre Alejandro D'Elia, creador de Reiniciar, y la División Educación del complejo, perteneciente a la Coordinación de Tratamiento y la Unidad de Producción Penitenciaria. Esta área se encarga de todas las actividades laborales que se llevan a cabo en contextos de encierro, permitiendo desarrollar productos sustentables como bolsas, individuales y delantales.
"Reiniciar empaques ecológicos", en la actualidad, da trabajo a 10 personas privadas de su libertad. Se ha solicitado la ampliación de la capacidad productiva debido a su popularidad y la necesidad de continuar concientizando sobre el cuidado del medio ambiente. Se apunta a masificar el uso de empaques ecológicos con la firme intención de que cualquier tipo de negocio, empresa o institución pueda ofrecer productos o servicios a sus clientes de manera ecoamigable.
Esta iniciativa responde además al formato de empresas de triple impacto: ambiental, reutilizando residuos tóxicos para el medio ambiente, transformándolos en productos consumo cotidiano; social, mediante la reinserción de las personas privadas de libertad, personas con capacidades diferentes y sectores vulnerables, y económico.
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