El designado ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay estimó que las reservas reales del Banco Central están en los 7.000 millones de dólares y le pidió a Alejandro Vanoli que renuncie a su cargo.
Aseguró el economista que el cepo cambiario será levantado "lo más pronto posible" y habrá un tipo de cambio único para toda la economía, porque de lo contrario la Argentina no volverá a crecer para reducir la pobreza.
Prat Gay anticipó que el presidente electo Mauricio Macri le pedirá la renuncia al actual jefe del Banco Central para que pueda asumir en ese puesto un hombre de su confianza, el diputado del PRO y expresidente del Banco Ciudad, Federico Sturzenegger.
También el nuevo Gobierno revisará el desempeño de todos los integrantes del directorio de la autoridad monetaria, muchos de los cuales no tienen mandato aprobado por el Senado dado que sólo fueron nombrados en comisión "y se pueden desnombrar".
"Vanoli es un militante. La independencia del Banco Central hay que cumplirla y el directorio no lo ha hecho. Ni que hablar de la operatorio de los futuros, que ahora está siendo analizada en sede judicial", se quejó el economista.
Señaló en ese sentido que la carta orgánica del Banco Central dice que la entidad no puede recibir órdenes del Poder Ejecutivo, a pesar de lo cual el Gobierno "ha metido gente en el directorio y ha rajado a algunos directos porque no cumplieron algunas de sus instrucciones".
Por ello, al salir de una reunión con Macri, Prat Gay consideró en declaraciones a la prensa que existen motivos para que Vanoli "de un paso al costado por su cuenta" y sino el macrismo planteará que las violaciones a la Carta Orgánica "deben tener sus consecuencias".
Prat Gay advirtió que una Argentina con cepo cambiario no volverá a crecer y si eso pasa, no se podrá cumplir con el objetivo de la gestión Macri de bajar la pobreza a cero durante el mandato.
Al ser consultado sobre cuáles son las reservas reales que el macrismo espera encontrar en el Central, Prat Gay estimó que deben ser casi cinco veces menos de los 25.000 millones que reporta la autoridad monetaria.
"Es una resta la que hay que hacer y no sabemos muy bien cuánto hay que restar. Sabemos que hay más de 25.000 (millones de dólares) pero también entendemos que están prendados porque son la contracara de las deudas que la Argentina tiene que pagar en el corto plazo", explicó.
Y agregó: "Están los yuanes de China y otros pasivos que tiene el Banco Central. Cuando vos hacés la resta, la verdad es que el número es muy bajito: andará por los 6.000 o 7.000 millones de dólares. Hay que abrir el cepo para que entren más, no para que se vayan".
Prat Gay evaluó que las restricciones impuestas por el Gobierno de Cristina Kirchner hace cuatro años al mercado cambiario no sólo no consiguió parar la sangría de divisas sino que también ahuyentó los billetes que hubieran podido venir.
"Evidentemente la herencia no es buena, pero estamos convencidos en todas las capacidades que tiene la Argentina de volver a crecer y la creatividad de los trabajadores, empresarios y pequeños y medianos emprendedores. Eso es lo que nos hace ser muy entusiastas y hay un equipo que viene trabajar", sostuvo.
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