A partir de una denuncia anónima, el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) llevó a cabo una fiscalización en campos ubicados en una zona cercana al partido de General Pueyrredon, donde se encontró a un grupo de trabajadores abocados a la cosecha de la papa que, además de no estar registrados, eran obligados a vivir en forma inhóspita, sin cobrar su sueldo y prácticamente sin derechos.

La Unidad Territorial que en la Quinta Sección conduce Stella Casasola, radicó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía de Necochea luego de constatar la presencia de este grupo de trabajadores provenientes de la provincia de Santiago del Estero que “hacía dos meses que no cobraban, no tenían ropa adecuada de trabajo, no podían comunicarse con su empleador, no tenían médico y tampoco dinero para trasladarse a otro lugar, quedando condicionados al espacio físico sin poder moverse”.

La fiscalización se llevó a cabo a partir de una denuncia radicada a la línea telefónica de asistencia de RENATEA (0800-777-7366). “Nos presentamos en el lugar y constatamos que los trabajadores no estaban registrados”, confirmó Casasola y luego aclaró que en este caso, como en muchos otros detectados gracias a las fiscalizaciones, “no solo hablamos de la incorrección del empleador, sino el perjuicio que le realizan al trabajador independientemente de la multa, porque de esta manera el trabajador no existe: no se puede jubilar, si tiene un accidente no tiene a dónde acudir y prácticamente no tiene derechos”.

A partir de la denuncia que el organismo radicó en la Fiscalía de Nocochea, se iniciaron acciones para ver en qué situación real estaban los trabajadores. Inmediatamente se tomó contacto con el delegado provincial de Renatea en Santiago del Estero, José Gómez, para coordinar para la recepción de los trabajadores en el momento en el que vuelvan a su provincia y se garantice su inclusión.

“Esta causa fue llevada a la justicia por un lado, mientras que por otro se empezaron a llevar acciones para que los trabajadores que hacía dos meses no cobraban, empiecen a cobrar algo”, afirmó la titular de la Unidad Territorial y luego amplió: “Logramos que los trabajadores se ubicaran en un hotel de la zona, les dieran comida y un baño para higienizarse porque en el campo en el que estaban no tenían dónde hacerlo”.

El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios actúa en el marco de la ley que plantea la necesidad de registrar y darle una identidad a todos los trabajadores agrarios del país. La herramienta para avanzar en el registro, son precisamente las fiscalizaciones: ya se realizaron unas 15 desde que el organismo funciona en la Quinta Sección, desde junio del 2014.

A lo largo de estos 10 meses, el RENATEA llevó a cabo 980 registraciones de trabajadores en el territorio de la Quinta Sección. “Esa cifra queremos multiplicarla por todo lo que haga falta para registrar a todos”, afirmó Casasola y luego informó que, por otro lado, en ese mismo tiempo se logró inscribir a 130 empleadores, otorgar 220 prestaciones por desempleo y 41 subsidios familiares por fallecimiento.

“EL PROBLEMA CULTURAL ES DE LOS EMPLEADORES”

Casasola explicó que en reiteradas oportunidades cuando se promueven estas fiscalizaciones, “al llegar preguntamos ¿por qué los trabajadores no tienen las condiciones necesarias?” y señaló que “la respuesta de los empleadores es que hay un problema cultural y que en realidad los trabajadores no lo necesitan. Pero en realidad el problema cultural es de los empleadores”.

En este sentido, la referente regional del RENATEA destacó que esta perspectiva “forma parte de la concepción de incluir al otro” y que “todo aquel que esté fuera de este Estado, que es un Estado presente, nosotros como Renatea estamos dispuestos a avanzar para que el Estado exista”.

“Esa es una determinación de nuestro director general, Guillermo Martini, por orden explícita de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que quiere que los trabajadores agrarios se encuentren visibilizados y registrados”, completó Stella Casasola.