Los empleados tienen el sueldo congelado desde 2018 y amenazan con convocar huelga en pleno relevo de la contrata del servicio de la limpieza urbana
Los trabajadores del servicio de limpieza urbana y recogida de basura de Barcelona han anunciado protestas después de tres años de congelación salarial. Los empleados, que en total son unos 4.000, se concentrarán este viernes ante el Ayuntamiento, coincidiendo con la celebración del pleno de marzo, para presionar al consistorio y pedirle que se implique en el conflicto que les enfrenta con las cuatro compañías que prestan el servicio: Urbaser, Cespa, FCC Medio Ambiente y CDL Sorigué.
La protesta llega en pleno relevo de la contrata del que es el servicio que más dinero cuesta al Ayuntamiento: se lleva cada año un 10% del presupuesto. Los sindicatos amenazan con convocar huelga en un servicio tan sensible como es el de la recogida de la basura a solo un año de las elecciones municipales.
El portavoz de la mesa negociadora del convenio y la comisión paritaria de la revisión salarial por UGT (el sindicato mayoritario), Ramon Cebrian, explica que el convenio está caducado desde 2018 y pendiente de negociar. En paralelo, los salarios están congelados desde 2019 y los empleados exigen una subida del IPC. Las empresas, afirma, ofrecen un 1,3% para 2019, y un 0,9% para 2021 “cuando el IPC subió al 6,5%”, alerta Cebrián. En 2020, el año fuerte de la pandemia, el IPC fue negativo.
“Nos concentraremos en la plaza de Sant Jaume para que el Ayuntamiento tome partido y presione, porque si hay un conflicto acabará afectando a todo el mundo. Queremos advertir de que si no hay aumento salarial, acabaremos con paros y huelga”, avisa. Y recuerda que Barcelona no vive una huelga de basureros “desde el siglo pasado, desde 1982″. Desde entonces, sí ha habido paros de protesta en huelgas generales, pero no del servicio.
Cebrián tacha de “lamentable” la oferta de aumentos salariales: “Tira por el suelo todo nuestro trabajo y su reconocimiento, ignorando el trabajo hecho por los trabajadores y trabajadoras durante la pandemia, temporales o consecuencias para la ciudad tras incidentes como como las de la borrasca Gloria en la ciudad o los disturbios” durante el procés. “Nos sentimos los invisibles de Barcelona”.
UGT y también CC OO alertan, además, del malestar que están creando los cambios propuestos en las condiciones laborales por algunas de las empresas de la nueva contrata. Ana Rojas, representante de CC OO en Urbaser, explica que la empresa tiene la intención de acabar con las jornadas laborales rotatorias de lunes a domingo para implantar jornadas de menos horas pero de lunes a sábado. Los domingos serían voluntarios, apunta, pero los empleados perderían uno de los dos días de fiesta que tienen ahora.
Preguntadas las empresas por su versión en el conflicto, Urbaser ha declinado hacer ningún comentario. Cespa ha respondido que “las negociaciones están todavía en curso”. FCC Medio Medioambiente ha manifestado que prefiere “no hacer declaraciones que puedan afectar a las negociaciones”. “Mantenemos nuestra disposición para alcanzar un acuerdo satisfactorio para todas las partes y lamentamos los inconvenientes que esta situación pueda acarrear para los ciudadanos”, han añadido fuentes de la compañía. CLD Sorigué no ha respondido en el momento de esta publicación. El Ayuntamiento mantiene, a través de fuentes municipales, que trasladará las peticiones de los trabajadores a las empresas.
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