Pese a las reuniones mantenidas en la Sala San Martín , el Ejecutivo municipal no logra llegar a un acuerdo con los empleados municipales que, desde el pasado viernes mantienen una medida de fuerza con toma del corralón que está afectando seriamente los servicios de limpieza y recolección de residuos en la ciudad portuaria.
Pensábamos que todo se iba a arreglar pero Ampuero cambia su discurso de golpe. El lunes nos hizo una oferta de 650 pesos que iban a entrar en el mes de abril que con los descuentos sería 500 pesos y otros 500 pesos que debíamos discutir para el 10 de mayo, y ya casi el paro estaba levantado, pero después nos salió con que no era posible y nos comenzó a extorsionar para que levantemos la medida de fuerza, y así es imposible negociar porque la situación que vive el trabajador municipal es crítica, tenemos un sueldo miserable que no cubre la mitad de la canasta básica y encima, a eso hay que sumarle que muchos alquilan y no pueden llegar a fin de mes y como si eso fuera poco también hay funcionarios que se dedican a perseguir y basurear a los empleados amenazándolos con mancharles el legajo”, señaló un trabajador.
En tanto el dirigente Darío Velasco del gremio APAP que también avala la medida de fuerza señaló que “la actitud extorsiva desplegada por el intendente es la gota que colmó el vaso porque la gente está cansada de los aprietes, y eso se lo puede ver en el alto acatamiento que tiene el paro”, indicó.
Sin recolección de residuos
El paro de los trabajadores ya está generando una situación de caos en toda la ciudad con bolsas de basuras desperdigadas por la calle lo que inclusive generó el malestar de los vecinos quienes reclaman al intendente Luís Ampuero, la finalización del conflicto. “Pagamos impuestos para todo, vemos con impotencia como los funcionarios toman cafecitos en los bares y se dan panzadas organizando comilonas y fiestas que después pagamos todos, entonces lo mínimo que les pedimos es que nos garanticen los servicios básicos, que dejen de pagar viáticos a funcionarios inútiles que no tienen ni el secundario terminado y le arreglen el problema a los empleados”, señaló un contribuyente molesto.
Comentá la nota