Las negociaciones paritarias no alcanzaron un acuerdo. El sindicato afirma que la oferta de CAFI es insuficiente. Como señal del disconformismo empezaron a ocupar galpones de empaque.
Luego del fracaso de la reunión paritaria de ayer, trabajadores de la fruta de algunas localidades empezaron a ocupar los galpones en los que cumplen tareas, en protesta por la indefinición en las negociaciones y la falta de una propuesta salarial, por parte de la patronal, acorde a las necesidades de los obreros y sus familias.
Los representantes del Sindicato de la Fruta y de la CAFI ya han tenido varios encuentros para discutir los sueldos que regirán en la temporada 2022-2023 y no han llegado a ningún entendimiento. Así las cosas, la tensión se ha ido acumulando y ahora comienza a desbordarse y se está a las puertas de un conflicto en gran escala que podría afectar el desarrollo de la actual cosecha.
Ayer, el titular del gremio, Marcos Bielma, manifestó que su organización ya había resuelto el estado de alerta y movilización, pero ahora se ha iniciado la adopción de medidas de fuerza más contundentes y de impacto mayor sobre la actividad del sector frutícola.
El dirigente criticó a la CAFI por ofrecer un incremento mucho menor que el que han conseguido otros sindicatos y muy lejos del 105,2 de inflación anual registrado en 2022 en la provincia, según la Dirección de Estadísticas y Censos de Río Negro.
Indicó que en la reunión de ayer no se pudo consensuar un acuerdo con la patronal y reclamó que se atienda el planteo obrero de una suba salarial que sea por completo remunerativa, es decir, en blanco, y no más con ítems en negro.
Además, señaló que está pendiente un aumento del porcentaje que se paga por zona desfavorable, el cual, en la actualidad, es de apenas un 8 por ciento. Recordó que el ítem de la zona no se ha mejorado y permanece en el mismo monto desde hace tres años.
El sindicalista resaltó la actitud de diálogo de su organización, que está dispuesta a seguir conversando en busca de un entendimiento. Por eso, hay pleno interés en reanudar las discusiones cuando se den las condiciones.
La inflación se comió los sueldos
En la actualidad, los ingresos mensuales de un embalador, la categoría más alta en el sector y considerada como testigo en las negociaciones, alcanzan los 118.000 pesos, una cifra muy escueta teniendo en cuenta lo caro que está todo y el continuo deterioro del poder adquisitivo que genera la inflación. Todas las demás categorías cobran por debajo de esa suma, señaló el sindicalista Marcos Bielma, para dar muestra de lo justificado de los reclamos y las protestas que los trabajadores de la fruta están empezando a implementar.
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