Según se indicó a este diario en el lugar se encuentran alojados aún cinco adolescentes por pedido de la Justicia por lo que a pesar de las medidas se mantendrán las guardias mínimas, pero se paralizarán las actividades e inclusive no se le permitiría el ingreso al personal del Ministerio de Educación que va al lugar a dar clases en la escuela que funciona en el centro.

Si bien el COSE ha pasado por otras situaciones graves de desidia y abandono, es cierto que desde hace algunos años con la dirección de Luciano Bunge había recuperado el real ritmo de trabajo que tiene que tener el centro donde se alojan chicos con problemas en la Justicia que necesitan contención, atención y resocialización, una tarea que no es para nada sencilla. Mucho menos cuando los recursos mínimos en dinero para mantener la estructura, no llega y detona en falta de seguridad, de atención y en el estado de abandono tanto para los alojados como para los cuidadores.

Entre las situaciones que se plantearon en una reunión con el subsecretario Juan Pablo Minor, se destacó la falta de seguridad ya que por una decisión que los empleados atribuyen directamente al Ministro de Seguridad de la provincia José Glinsky, el COSE dejó de tener la presencia policial que tenía desde el primero de febrero dejando totalmente desprotegidos a quienes allí trabajan. Según relataron los trabajadores a El Diario “la orden bajó de Glinsky porque según dijeron a los policías estaban acá al divino botón”.

Empleos irregulares

Pero además, por si faltara algo, los empleados del COSE denunciaron formas de trabajo precarias, gente que no fue incluida en la planta permanente y falta de recursos e insumos para trabajar con los chicos que muchas veces llegan con un alto consumo de drogas que se debe tratar pero que al llegar al síndrome de abstinencia pone en riesgo su vida y la de los cuidadores.

Por ello también reclamaron que exista una real presencia de médicos en el lugar, sobre todo teniendo en cuenta que el sitio está ubicado a varios kilómetros de la ciudad sobre la Ruta 3. Hoy no hay médicos, ni ambulancia, ni atención de salud para los chicos allí alojados o por cualquier situación violenta que pudiera generarse, en ningún momento ni del día ni del mes. Además sumaron el reclamo de vehículos de traslado del personal, ya que la camioneta que se utilizaba se rompió el año pasado y nunca se enviaron las partidas para hacerla arreglar ni se autorizó el arreglo por otra vía.

Asimismo los trabajadores solicitaron que no se acepte la renuncia que presentó Bunge la semana pasada luego del encuentro con Minor, dado que consideran que el trabajo realizado por el directivo es realmente acorde a lo que se necesita en tanto que lo que falla no es la dirección sino la falta de recursos. Por ello es que piden que Bunge sea incorporado nuevamente como titular del COSE y su gestión sea realmente respaldada.

Otro de los puntos que determinaron la medida que se realizará en el día de hoy está relacionado con lo sucedido la semana pasada ya que luego de varias horas de charla, el subsecretario habló en los medios de la idea que tiene el Ministerio de trasladar el COSE nuevamente a la ciudad pero no hizo referencia a los reclamos presentados por los trabajadores.

Si bien los empleados y directivos del COSE le ponen el cuerpo a la situación de desidia en la que se ve inmerso el centro, que recibe promesas por parte del gobierno y la justicia que luego no se cumplen, el hartazgo detonó una nueva protesta para que el COSE simplemente sea tenido en cuenta. Una mirada que debería existir en forma permanente teniendo en cuenta la función social para la que fue creado donde los adolescentes con problemas con la Justicia deberían encontrar el camino al vivir nuevamente en sociedad. Sobre todo si se trata de pasar de los meros discursos a la acción.