La senadora provincial por el Departamento Pueyrredón, María Angélica Torrontegui, se prepara para un nuevo desafío en el que participará de las internas del Partido Justicialista, que se desarrollarán el 29 de noviembre.
El martes, en un encuentro virtual de militantes, dirigentes y autoridades de la fuerza política, fue propuesta como candidata a presidenta de la Lista Celeste Unidad Fuerza San Luis. En una entrevista que mantuvo con El Diario de la República, repasó su trayectoria, analizó el presente del partido y las transformaciones, y planteó las proyecciones de la pospandemia.
—¿Quién le propuso que se postule para conducir al PJ puntano?
—Esto fue una noticia conmovedora para mí, un altísimo honor que me haya propuesto el presidente de la Lista Celeste Unidad Fuerza San Luis, el compañero Alberto Rodríguez Saá. Es una gran responsabilidad y un compromiso con mi persona. Tengo el agrado de que crea y disponga que pueda ser útil. Además, este honor se renueva porque en los comienzos del 2000 fui la primera mujer de todos los distritos partidarios de la Argentina en ocupar este cargo y, en aquella oportunidad, también fui propuesta por él. Un enorme agradecimiento a su confianza en todos los aspectos, en mi lealtad y mi capacidad para poder acompañar a la inmensa cantidad de afiliados que tenemos en la militancia, que significa la esencia del peronismo.
—¿Con qué PJ se encontrará si usted resulta electa?
—Son nuevos tiempos, nuevos desafíos. Hay una mirada cambiante y maravillosa de las nuevas generaciones, todo eso es fascinante y el partido tiene que aggiornarse a los nuevos sueños que tienen para San Luis quienes son ahora protagonistas en el Ejecutivo, en el partido, en el acompañamiento muy comprometido de nuestro conductor, para que sean forjadores de ese futuro hermoso que, a esta edad, aún soñamos apasionadamente. Todo eso con la mirada hacia los más humildes. En este sentido, la figura de Eva Perón fue muy impactante en mi juventud, me apasionó, me intrigó; me hubiese gustado conocerla, pero con la lectura de la historia y la observación de testimonios queda clara su palabra. Su labor me conmovió profundamente y su figura me inspira diariamente; así fue en todas las etapas de mi militancia.
—¿Qué otros nombres suenan en las candidaturas del partido?
—Alberto Rodríguez Saá dijo que pasamos tiempos difíciles el año pasado. Por entonces hubo desprendimientos muy sentidos en nuestros corazones peronistas que significaron la necesidad de un reordenamiento, implicó tener tres congresos muy importantes. Los congresales fuimos protagonistas de jornadas dolorosas, difíciles, pero que exigían la toma de decisiones con mucho compromiso por San Luis y nuestro partido. Esto siempre fue valorado y ahora nuestro conductor lo puso como prioridad: “Todos los congresales que participaron deberían continuar en sus puestos”, dijo. Esta situación dolorosa también implicó que quedaran espacios vacíos. Son 640 cargos los que se renuevan y Alberto tiene la idea de incorporar a compañeros de las nuevas generaciones, a la juventud. Recibió el comprometido 'sí' de nuestra parte. Se avecinan cargos con dirigentes de talla histórica, jóvenes con militancia probada y juventudes nuevas que también van a ingresar.
—¿Cómo son sus raíces en el partido?
—Mi padre, Audelino Torrontegui, fue peronista de la primera ola. Tengo 66 años, con lo cual hablo del nacimiento del peronismo en la Argentina, con el liderazgo del general Juan Domingo Perón y la enorme figura de Eva. Siempre digo que no me adoctrinaron en mi casa. Simplemente tuve una pasión inmersa en mí, admiraba profundamente a mi papá y lo acompañé en la observación de sus convicciones. De ahí sale mi vocación, que he abrazado apasionadamente. Me siento orgullosa de ser peronista. A los 18 años le pedí a mi papá afiliarme y él, con mucha seriedad, me dio los parámetros de este paso importante que iba a dar. Él me habló y lo que más fluyó en mí fue la palabra 'lealtad'. Lealtad a esta ideología que quería abrazar, con lo cual tenía que tener un conocimiento profundo y una decisión inapelable, que era para siempre. En los años '80, cuando volvió la democracia y se crearon las unidades básicas, siempre admiré y aprendí de Alberto Rodríguez Saá. Ese es el bagaje que traigo de tantos años de militancia, tantas circunstancias. Las últimas lamentables, dolorosas, pero siempre con un partido entero que se adecua con firmeza, convicción, lealtad, y que está cerca de la juventud.
—¿Cuáles son los cargos que ha ocupado a lo largo de su trayectoria?
—Comencé a trabajar en el Ejecutivo en la Secretaría Privada de la Gobernación. Luego fui secretaria de Vivienda y Participación Comunitaria. Después fui la primera ministra de Vivienda de la Provincia con un trabajo maravilloso donde viví la cercanía con el otro: el plan de viviendas que ha sido inédito en el país y observado por todos los dirigentes, y me dio la enorme posibilidad de estar con los otros. La vivienda es lo más importante que puede tener una familia y el acercamiento a ellas, conocer historias, testimonios de vida ejemplares, estar cerca de los dolores y las alegrías, es maravilloso. Más recientemente fui ministra de Desarrollo Social; pensé que tenía la fortaleza de los jóvenes años en el Ejecutivo y terminé exhausta. También fui diputada nacional y ahora que me encuentro en la Cámara de Senadores de la Provincia, siento que es el lugar indicado donde puedo apuntar experiencias y diálogos que enriquecen.
—¿La lista trae como anexo la frase "Fuerza San Luis"?
—Sí. Es el tiempo que nos toca vivir y lo que nos transmite el Gobernador a través de la pantalla, en cada reporte en tiempos de pandemia. 'Fuerza San Luis' es el primer día, cuando nos acompañaba más que hoy el estatus sanitario. "Fuerza San Luis" es lo que sentimos profundamente la pérdida de vida de nuestros comprovincianos, es lo que nos da a todos esperanza y consuelo, es la palabra para este tiempo, entonces nada mejor que quede en la historia de este momento tan difícil. Fuerza para pensar un mañana, para que los jóvenes sean protagonistas de todo lo que se pueda visualizar en San Luis para un renacer económico y social.
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